El secretario general de la ONU pidió este martes mayor generosidad a la comunidad internacional para “asumir colectivamente” la carga de desplazados, durante el primer Foro Mundial sobre los Refugiados.
Esta reunión, organizada por Naciones Unidas justo un año después de que se adoptara en Nueva York el Pacto Mundial sobre los refugiados, debe dar un nuevo impulso a la gestión de desplazados, más numerosos que nunca, pero sobre todo ha permitido poner en evidencia los fuertes desacuerdos internacionales sobre este asunto.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que amenaza sin descanso desde hace años con abrir las puertas de su país hacia Europa para dejar pasar a los cerca de 4 millones de refugiados que acoge, lanzó indirectas a la comunidad internacional en la tribuna de la ONU en Ginebra.
“Además de no recibir las ayudas que esperábamos de parte de la comunidad internacional, nos vimos obligados a preocuparnos por nuestra propia protección”, dijo Erdogan, cuyo país acoge la mayor cantidad de refugiados en el mundo.
“Lanzamos operaciones […] para evacuar a las organizaciones terroristas del Estado Islámico [EI] y [las fuerzas kurdas] de las YPG y del PKK que se encontraban en las zonas implicadas”, añadió el presidente.
Con un récord de 71 millones de desplazados en el mundo en 2018, incluidos 26 millones de refugiados, los países ricos no asumen su parte de responsabilidad, y Erdogán aseveró y criticó a aquellos que “fijaron cuotas para recibir a un número mínimo” de personas.
“Hacer mucho más”
“Es hora de responder más equitativamente a las crisis de refugiados compartiendo la responsabilidad”, declaró este martes el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en la apertura del foro.
“La comunidad internacional debe hacer mucho más para asumir colectivamente” su papel, insistió.
“Los países en desarrollo […] acogen admirablemente a la gran mayoría de los refugiados y deben recibir más apoyo”, exhortó delante de los numerosos jefes de Estado, ministros y empresas reunidos en Ginebra.
“No podemos tener un concepto de reparto de responsabilidades basado en la idea de que los países en desarrollo mantienen a los refugiados y que los países desarrollados apoyan financieramente a éstos para que los mantengan”, dijo Guterres más tarde en rueda de prensa.
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Los países ricos también tienen la obligación de mantener sus fronteras abiertas a los demandantes de asilo y tratar sus demandas de forma justa, agregó, insistiendo en que “no podemos tener dos mundos”.
Una necesidad acuciante, especialmente porque “las perspectivas no son halagüeñas”, estimó el martes el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi.
Este exhortó igualmente a la comunidad internacional a “no cerrar los ojos ante la realidad”.
Los dirigentes de Costa Rica, Etiopía y Pakistán, coorganizadores del evento junto a Turquía y Alemania, señalaron la importancia de un apoyo financiero hacia los países pobres o emergentes, que reciben al 80% de los refugiados en el mundo y se sienten abandonados a su propia suerte, frente al impacto que supone para su economía.
“Necesitamos ayuda para cumplir nuestra tarea. Si no estaremos fallando a los más vulnerables”, instó el presidente costarricense, Carlos Alvarado, cuyo país cuenta, según él, con la mayor tasa de migrantes en América Latina con respecto a su población, con un 10,5%, por delante de Chile que lo sigue con un 5%.
Contribución financiera
Para poner en práctica las intenciones de la ONU, Grandi espera que haya contribuciones financieras, una “asistencia material” o anuncios en cuestión de reinstalaciones.
Este programa de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) busca instalar en países ricos a refugiados que se encuentran en países que no ofrecen todas las garantías, especialmente para su seguridad.
Los debates, que se extenderán hasta el miércoles por la noche, estarán centrados también en cuestiones de medioambiente, educación, empleo o energía.
Sobre este último tema, el Alto Comisionado Grandi anunció el martes el objetivo de garantizar el acceso a la energía en todos los campos de refugiados para 2030.
El Foro, que pretende celebrarse cada cuatro años, es una primera versión del Pacto firmado en la ONU, igualmente no vinculante.
Pero los desafíos siguen siendo inmensos, recordó el lunes la ONG Oxfam. La “responsabilidad” de recibir refugiados “pesa injustamente sobre algunos de los países más pobres”.
“Hay que distribuir [esta carga] sobre más hombros”, reconoció el jefe de la diplomacia alemana, Heiko Mass. De lo contrario, advirtió, estas cifras seguirán siendo “utilizadas de manera inapropiada por campañas de odio”.