El exsecretario de Seguridad Pública (2006-2012), Genaro García Luna, fue detenido en Grapevine, Texas, tras ser acusado en una corte federal de Nueva York por los cargos de tráfico de drogas, falsos testimonios y corrupción, informó el Departamento de Justicia de Estados Unidos en un comunicado.
García Luna enfrentaría entre 10 y cadena perpetua por los cargos que se le imputan.
De acuerdo con Ginger Thompson, reportera de ProPública, en el cuarto donde fue detenido García Luna había “todo tipo de fotos con funcionarios estadounidenses”.
El Departamento de Justicia añadió que a “cambio de sobornos multimillonarios” García Luna permitió al cártel de Sinaloa “operar con impunidad en México”.
El exsecretario de Seguridad Pública fue detenido este lunes por agentes federales en Dallas, Texas, pero deberá ser trasladado al Distrito Este de Nueva York para enfrentar los cargos.
En noviembre de 2018, el Rey Zambada, exaliado del Chapo y testigo del gobierno estadounidense, declaró que entre 2005 y 2006 entregó en un restaurante dos maletas con entre seis y ocho millones de dólares en sobornos a Genaro García Luna.
Durante el primer pago a García Luna, según el Rey Zambada, éste era director de la Agencia Federal de Investigación de la Procuraduría General de la República (PGR), un cargo que ocupó de 2001 a 2006.
En el segundo pago, de tres a cinco millones de dólares y entregado en 2006, según el testigo, era secretario de Seguridad Pública del gobierno de Felipe Calderón, y por controlaba a la Policía Federal.
Tras estos señalamientos, el exfuncionario negó en un comunicado haber recibido dichos sobornos y calificó las acusaciones como una “mentira, difamación y perjurio a mi persona, que cualquier individuo, policía o grupo delictivo me haya entregado algún bien económico o material en cualquier momento de mi desempeño público o privado”.
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En el segundo pago, de tres a cinco millones de dólares y entregado en 2006, según el testigo, era secretario de Seguridad Pública del gobierno de Felipe Calderón, y por controlaba a la Policía Federal.
Tras estos señalamientos, el exfuncionario negó en un comunicado haber recibido dichos sobornos y calificó las acusaciones como una “mentira, difamación y perjurio a mi persona, que cualquier individuo, policía o grupo delictivo me haya entregado algún bien económico o material en cualquier momento de mi desempeño público o privado”.