Un tribunal israelí condenó el jueves a un joven judío implicado en la muerte de una familia palestina en 2015 en un incendio criminal, “por pertenencia a una organización terrorista”.
El 31 de julio de 2015, varios artefactos fueron lanzados contra la casa de una familia palestina en Duma, en Cisjordania, territorio palestino ocupado por Israel desde 1967.
Un bebé de 18 meses, Ali Dawabsheh, murió quemado mientras dormía. Sus padres, Saad y Riham, también sorprendidos mientras dormían, fallecieron días después debido a las heridas sufridas.
Solo sobrevivió Ahmed, hijo de la pareja, que en el momento de los hechos tenía 4 años. El niño pasó meses en un hospital y tiene hasta hoy importantes secuelas físicas y psicológicas.
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El triple asesinato conmovió a la sociedad palestina, israelí y a la opinión pública internacional.
El gobierno de Israel fue criticado por organizaciones de derechos humanos por su “laxismo” ante grupos radicales.
El principal sospechoso del crimen, un colono israelí de 21 años, fue acusado en enero de 2016 por triple asesinato, intento de homicidio, incendio criminal y conspiración con vistas a cometer un crimen racista. Su juicio está en curso.
El jueves, su cómplice, que en el momento de los hechos era menor, fue acusado de pertenecer a la “organización terrorista”, un veredicto poco frecuente para ciudadanos israelíes.
El acusado pertenecería a los llamados “jóvenes de las colinas”, un grupo de colonos extremistas que cuestionan la autoridad del gobierno israelí.
El tribunal ha acusado a estos extremistas de “instaurar el miedo entre los palestinos, estropeando sus propiedades y amenazando sus vidas”.
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El israelí condenado el jueves, que también tiene por el mismo caso una sentencia pendiente por conspiración con vistas a cometer un crimen racista, reconoció que había vigilado previamente el pueblo donde vivía la familia aunque negó haber provocado el fuego.
Su condena será anunciada en enero aunque su defensa quiere apelar al Tribunal Supremo israelí.
