Los científicos han revelado el rostro de un antiguo ancestro humano que vivió hace 3.8 millones de años tras el descubrimiento de un cráneo casi completo en el complejo Woranso-Mille de Etiopía, una región arqueológica que contiene un tesoro de fósiles relacionados con la evolución humana temprana.
El cráneo fue hallado en 2016 por investigadores que trabajaban en el sitio. El equipo internacional lo fechó con 3.8 millones de antigüedad, con base en las características morfológicas, y dicen que perteneció a un Australopithecus anamensis macho. Esta es una especie de homininos poco comprendida, la más antigua en el género Australopithecus. Se pensaba que vivió hace 4.2 a 3.9 millones de años.
Hasta ahora, las características craneofaciales de la especie eran completamente desconocidas. Tener un cráneo completo ahora ha cambiado eso. Los investigadores han llamado al espécimen MRD, por su nombre de colección MRD-VP-1/1.
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Se han publicado dos estudios en la revista Nature. En el primero, los científicos describieron el fósil, proveyeron una reconstrucción de su rostro y discutieron dónde se ubica en el árbol genealógico de los homininos. En el segundo, los investigadores analizaron cómo habría vivido el A. anamensis.
La evolución humana temprana no está bien comprendida, y conforme se descubren más fósiles, la imagen se vuelve aún más compleja. Diferentes especies de homininos —los cuales incluyen al género Homo, al cual pertenecen los humanos— vivieron en épocas diferentes, superponiéndose en tiempo y espacio, con especies nuevas surgiendo en diferentes puntos desconocidos.
Anteriormente, se pensaba que A. anamensis era un predecesor del Australopithecus afarensis, la especie a la que pertenecía “Lucy”, el eslabón perdido. Se piensa que esta especie vivió hace 3.9 a 2.9 millones de años.
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El descubrimiento del cráneo de A. anamensis, que se remonta a un periodo cuando A. afarensis también vivió, muestra que las dos especies se superpusieron por al menos 100,000 años, lo cual significa que una línea evolutiva directa es muy poco probable. El equipo dice que el cráneo “Llena un vacío enorme en el registro de fósiles” y “muestra que por los menos dos especies relacionadas de homininos coexistieron en el este de África hace 3.8 [millones de años], dándole aún más apoyo a la diversidad hominina del Plioceno medio”.
Esta superposición también presenta la posibilidad de que algunos fósiles previamente asignados a A. anamensis tal vez pertenezcan a A. afarensis, con este último apareciendo antes de lo que se pensaba previamente.
“Esto es algo revolucionario en nuestra comprensión de la evolución humana durante el Plioceno”, dijo en una declaración el autor principal Yohannes Haile-Selassie.
En el segundo estudio, los investigadores analizaron el ambiente de la región al momento de datación del fósil. Ellos dicen que habría sido un “matorral predominantemente seco con proporciones variantes de pastizal, humedal y bosque ribereño”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek