La compañía, con presencia en México desde 1995, ha recibido por primera vez el Distintivo de ESR que otorga el Cemefi.
Hace más de ocho décadas, en 1936, los hermanos Davidson fundaron en Pensilvania, Estados Unidos, una compañía que, en principio de cuentas, brindaba servicios de restauración y máquinas expendedoras. Con el tiempo, la empresa se convirtió en Aramark y a sus labores iniciales se sumaron los servicios de alimentación y facility management, que incluye limpieza, mantenimiento y gestión del buen funcionamiento de los edificios corporativos e infraestructura de los clientes.
Hoy en día, Aramark tiene presencia en 19 países. Sus oficinas corporativas se localizan en Filadelfia y cuenta con 270,000 colaboradores en todo el mundo, quienes sirven más de 2,000 millones de comidas al año a escala mundial.
La primera intervención de Aramark en México fue en 1968, durante los Juegos Olímpicos, evento deportivo en el cual sirvió más de un millón de comidas a los atletas. No obstante, fue en 1995 cuando se estableció formalmente en el mercado mexicano. Hoy tiene presencia en 19 estados, con más de 200 unidades, en tres zonas principales de la república: Centro, Bajío y Norte.
Como empresa comprometida con la rentabilidad y sustentabilidad económica, social y ambiental, el cometido de Aramark en materia de responsabilidad social se basa en cinco pilares. El primero es ofrecer oportunidades laborales competitivas e incluyentes, así como programas continuos de desarrollo para sus colaboradores. Y el segundo, apoyar a proveedores locales para fortalecer alianzas que les permitan contar con los mejores productos y servicios.
Mientras el tercero implica fomentar el cuidado de recursos naturales en sus centros de trabajo, el cuarto es tener el compromiso con las comunidades vulnerables para compartir y enriquecer su entorno. Finalmente, el quinto requiere mantener una estructura de políticas y normativas que aseguren que la gestión de negocio, trato de los colaboradores e impacto con clientes y entorno sea ético y alineado con los marcos legales.
Como resultado de la implementación de esta filosofía, Aramark ha recibido por primera vez el Distintivo de Empresa Socialmente Responsable que otorga el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi). A ese respecto es la siguiente conversación con Eduardo Rojas, Presidente para América Latina, y Carlos Gómez, Director de Recursos Humanos de la compañía.
—¿Cómo se resumen la visión, misión y valores de Aramark?
Eduardo Rojas (ER): Nuestra visión en México está alineada con la visión corporativa, y básicamente es que el centro de nuestro negocio y atención sean los clientes y, de esa manera, entenderlos, acompañarlos y convertirnos en sus socios más valiosos. Nuestra misión por otro lado, consiste en ofrecer experiencias que enriquezcan y nutran la vida de nuestros clientes y de sus propios empleados. Para ello, guiamos nuestro comportamiento sobre la base de cuatro grandes valores.
“Primero, vender y servir con pasión: que cada vez que prestemos un servicio lo hagamos con excelencia, con ganas, energía y pasión. Segundo, tener presente que nuestra primera línea está primero; lo que significa que nos debemos a nuestros colaboradores que están en el terreno día a día brindando servicios. En nuestro negocio sin colaboradores somos incapaces de prestar servicios y, por lo tanto, nos debemos en México, a cada uno de los 5,348 colaboradores que tenemos y a sus familias. El tercer valor es fijar metas, actuar y ganar; es decir, soñamos y lo hacemos realidad. Y, por supuesto, nuestro cuarto valor es actuar siempre con integridad y respeto, un valor que queremos promover en toda nuestra organización, desde los equipos de dirección y hasta la última instalación en la que estemos prestando servicios”.
—¿En qué consiste su filosofía para ser considerada una empresa socialmente responsable?
ER: Como Aramark México nos hemos propuesto crecer y ocupar un lugar de liderazgo en este mercado, pero queremos hacerlo de la manera que consideramos correcta. Esa manera correcta significa para nosotros entre otras cosas incluir en nuestra propuesta de valor la preservación del medioambiente, cuidar a nuestros trabajadores para que regresen a casa igual de sanos que como ingresaron a trabajar, entregarles herramientas para su desarrollo, promover una cultura diversa e inclusiva, y por supuesto el trabajo y desarrollo de comunidades. Lo que significa, por ejemplo, que si estamos prestando servicios en zonas más remotas podamos incluir proveedores locales o asegurarnos que los trabajadores que empleemos pertenezcan a ese mismo sitio. Hay todo un trabajo en conjunto con las comunidades y muchos clientes en esa dinámica, es parte de una propuesta de valor que al cliente también le ha resultado interesante. El objetivo es ser capaces de crecer, nutrir vidas y cumplir a la vez indicadores financieros y estratégicos, pero contribuyendo al desarrollo de comunidades y de las personas”.
Carlos Gómez (CG): En esa dinámica, organizamos un evento cada año en donde visitamos la comunidad. Lo llamamos el Día de la Comunidad Aramark y procuramos compartir con poblaciones desfavorecidas económicamente hablando, muy alejadas de los servicios básicos, y también con personas con discapacidad. Compartimos con todos ellos cuáles son las prácticas de la compañía y tratamos de vincularlos a nuestro negocio donde sea posible y generar tiempo de calidad con ellos.
“Otro tema muy importante es el de desarrollo de proveedores. Independientemente de que tenemos grandes proveedores para los productos primarios de nuestros alimentos, procuramos respetar a los proveedores locales que están iniciando su negocio o que son empresas familiares para también abrirles un hueco en la compañía y que puedan crecer económicamente”.
—Justamente, el conjunto de estas filosofías les ha permitido obtener el Distintivo de ESR…
CG: Definitivamente. En la compañía también hemos incorporado el concepto de diversidad, y hoy 57 por ciento de nuestros colaboradores son mujeres. Tenemos igualmente incorporada a gente con discapacidad respetando la norma de seguridad industrial para que cuenten con un ambiente sano y libre de cualquier accidente. Tenemos en muchas comunidades gente que no sabe leer ni escribir y les enseñamos un oficio. Generamos un plan de carrera para la gente, enseñarles lo básico en una cocina, los estándares de calidad, entrenarlos y crearles oportunidades en un puesto donde mejoren su ingreso económico a través de un oficio más especializado. No somos una empresa que manufactura, que transforma; nuestros procesos y negocio son a través de la gente, entonces la inversión en el entrenamiento y en que tengan las condiciones necesarias es fundamental para nosotros.
ER: A propósito de este reconocimiento no quiero dejar pasar la oportunidad de agradecer a nuestros clientes. Al mirar nuestro crecimiento en los últimos tres años lo que entendemos es que existe un voto de confianza a nuestra cultura, donde no solo buscamos la máxima eficiencia y flexibilidad de nuestra propuesta, sino que hemos logrado combinar esas fortalezas con normas y estándares de calidad de excelencia. Esto lo logramos gracias a nuestros colaboradores, y también gracias a la apertura y visión de nuestros clientes, quienes creen, igual que nosotros, en que este mecanismo virtuoso es capaz de cumplir objetivos de servicio, financieros, de personas y estratégicos.
—¿Cuál es su compromiso tras recibir por vez primera el Distintivo de ESR?
ER: La responsabilidad social es un objetivo de Aramark en México, en América Latina y en toda la Corporación. Aportamos desde Mexico impactando a 5.300 familias, y en Latinoamérica a más de 25.000, nuestro compromiso con la Responsabilidad Social es permanente, integrarla como parte de nuestra cultura lo vemos como un círculo virtuoso y queremos recorrer ese camino de manera consistente en el tiempo.
CG: Definitivamente nos enorgullece, pero también nos compromete a la congruencia con este modelo, porque el esquema de reconocimiento de ESR no es una meta a la que se llega y ya, sino que hay que revalidarlo cada año y eso nos involucra a mejorar los procesos. Vamos a compartir el distintivo con todos los colaboradores y a fortalecer nuestras prácticas diarias para que este trabajo llegue más robusto el siguiente año y sigamos con este compromiso de por vida. Aramark, a escala internacional, mantiene estos esquemas de sustentabilidad, desarrollo y responsabilidad social, y México no quiere quedarse atrás.