En los últimos años, ketamina, la droga de fiestas y tranquilizante para animales, ha surgido como un tratamiento de acción rápida para la depresión. Ahora, un estudio en ratones señala a los mecanismos del cerebro que podrían hacer al medicamento tan potente en el tratamiento del trastorno del ánimo.
Más de 300 millones de personas viven con depresión —cuyos síntomas incluyen un persistente estado de ánimo decaído y una pérdida de interés en actividades que otrora se disfrutaban—, pero los expertos no están seguros de qué la provoca.
https://newsweekespanol.com/2016/02/la-ketamina-podria-ser-la-proxima-cura-para-la-depresion/
Por lo general, la depresión es tratada mediante terapia cognitiva conductual o medicamentos antidepresivos, como inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS).
En años recientes, los científicos han explorado si la ketamina podría ser otra arma en el arsenal a disposición de un médico. El mes pasado, la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA por sus siglas en inglés) de Estados Unidos aprobó un aerosol nasal para tratar la depresión que contiene esketamina, un medicamento similar a la ketamina.
En este estudio nuevo, publicado en la revista Science, los investigadores emularon una condición similar a la depresión mediante inyectarles a ratones una hormona de estrés.
Las pruebas revelaron que la hormona disminuyó la cantidad de protuberancias conocidas como espinas dendríticas en las neuronas, o células nerviosas, en la corteza prefrontal, una parte del cerebro que tiene un papel clave en la toma de decisiones.
El equipo halló que la ketamina restauraba las espinas y parecía revertir el comportamiento de los ratones.
https://newsweekespanol.com/2019/03/suicidios-escaneos-cerebrales/
James Stone, un alto profesor clínico en el departamento de neuroimagen en el King’s College de Londres, dijo a Newsweek: “El estudio se basa en trabajos previos, los cuales muestran que la ketamina puede restaurar las espinas dendríticas en la depresión.
El aspecto singular de este artículo es la demostración de que el cambio en la formación de espinas dendríticas está asociado con cambios mensurables en la conexión entre las neuronas”.
“Esto [el estudio] da un posible mecanismo biológico que podría ser la base de la imagen clínica de la depresión”, comentó Stone. “Solo mediante probar otros medicamentos con este experimento es que sabremos el efecto que tienen en la formación de espinas dendríticas”.
El año pasado, un estudio diferente sugirió que la ketamina funcionaba contra la depresión aprovechando el sistema opioide del cerebro. Esto retrucó a estudios previos, los cuales sugerían que la ketamina atacaba la depresión mediante bloquear el receptor NDMA de glutamato.
La investigación se dio en medio de lo que se conoce como el renacimiento psicodélico, en el cual los científicos han investigado si las drogas psicoactivas, como la MDMA y el LSD, podrían usarse para tratar padecimientos mentales como depresión, ansiedad y trastorno de estrés postraumático.
https://newsweekespanol.com/2019/03/uso-excesivo-de-redes-sociales-peligro-de-difamacion-y-depresion/
Dichos estudios se llevan a cabo en un ambiente seguro de laboratorio, y los científicos no recomiendan automedicarse con drogas ilegales. Todavía estamos lejos de prescindir de los ISRS, dijo Stone.
“Es demasiado pronto para decir si la MDMA o el LSD son antidepresivos efectivos. Los ISRS han demostrado ser efectivos contra los síntomas clínicos de la depresión, y también han mostrado que aumentan la densidad de las espinas dendríticas en estudios previos, por lo que es poco probable que nos alejemos de su uso en algún momento del futuro cercano”.
–
Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek