Esta es una de las dietas más famosas del momento, por eso debemos de conocerla y aprender cómo llevarla a cabo.
La cetogénica (o keto) es una dieta muy baja en carbohidratos, alta en grasa y moderada en proteína que busca mantener al cuerpo en un estado cetogénico. Esto quiere decir que la fuente principal de energía de tu organismo serán las “cetonas” que produce el hígado a partir de la grasa y no los carbohidratos (glucosa) como se acostumbra.
Los niveles de insulina se reducen y la quema de grasa aumenta drásticamente. Esto es lo que se busca, pero no siempre se obtienen los beneficios buscados, ya que debes medir la cantidad de cetogénicos en tu cuerpo para saber si realmente estás en ese estado. Muchas veces, si no llevamos la dieta de la mano de un profesional, podríamos pasarnos de proteína o carbohidratos y evitar la cetosis.
Alimentos que incluye la dieta keto: frutos secos, aguacate, carne, huevo, pescados grasos, derivados lácteos ricos en grasa y aceite de oliva o de semillas.
Los efectos secundarios suelen ser dolores de cabeza, falta de energía, antojos, debilidad y niebla cerebral.
¿Pero quiénes no deberían seguir una dieta cetogénica? Personas con hipertensión, embarazadas y personas con bajo peso o con estreñimiento.
En resumen, la dieta keto puede ser una opción para bajar de peso o para ayudarte a mejorar ciertas condiciones de salud, siempre y cuando sepas hacerla y la lleves de la mano de un profesional.
Personalmente, creo que la dieta no podrá ser un estilo de vida prolongado, ya que es muy difícil que te apegues al 100 por ciento, además de que disminuye el consumo de frutas y verduras.