Uno de los temas más relevantes y, a la vez, más preocupantes en la actual agenda económica es el relativo a la bancarización de la población mexicana, pues el país aún padece niveles muy bajos respecto al uso de los servicios financieros, opina Daniel Becker Feldman, director general de Banca Mifel.
Y es que solo aproximadamente 35 por ciento de la población se halla dentro del sistema financiero, por lo que aún existen muchas oportunidades para la penetración de la banca.
“Comparado con otros países similares, la subbancarización en México todavía es alta. Falta mucha bancarización, y creo que una solución se dará ahora que Bansefi se convertirá en el Banco del Bienestar, pues si todos sus programas se entregan a través de un medio electrónico de pago eso automáticamente generará una inclusión financiera”, explica.
Sin embargo, lo relevante será que también a las personas que viven en comunidades rurales o de baja densidad se les brinden las condiciones para que puedan utilizar los medios electrónicos de pago.
Expone al respecto: “Creo que ahí está la parte interesante, los procesos disruptivos que vienen de las fintechs [tecnologías financieras] que permiten utilizar un celular inteligente para hacer depósitos y retiros sin que necesariamente tenga que haber un cajero o una sucursal. Creo que esos son los retos que se plantean desde el punto de vista de política pública”.
En ese sentido, Becker Feldman añade que la banca ha sido un sistema regulador que ha permitido un crecimiento adicional y que ha dado entre 0.5 y 1 por ciento de crecimiento al PIB.
“Entonces hay que cuidar la banca, hay que sociabilizarla, pero también hay que pensar en que tiene que tener estándares de calidad en la organización de crédito que no se pueden perder, por eso será interesante, ya con el nuevo presidente y gabinete, ver cómo se vislumbran los temas, cómo se abordan y cuál es la visión hacia delante”.
Ante ello, dice que también es indispensable entender el rol y la función que tomará la banca de desarrollo en este nuevo ciclo, pues esta es una pieza importante en la arquitectura del sector financiero, “y si se quiere sociabilizar la banca sería muy importante entender cómo y cuál será la función de la banca de desarrollo en esta cuarta transformación”.
En otro orden de ideas, el directivo de Banca Mifel expresa que el sistema financiero no es un instrumento enemigo de la sociedad, sino, al contrario, algunas instituciones bancarias sí buscan el bienestar y crecimiento de sus clientes y apoyarlos en su ciclo de vida.
“La banca no es enemiga del crecimiento económico ni de los usuarios. Y si hay un actor que abusa, pues que a ese actor le impongan las medidas adecuadas. No todos los bancos tenemos los mismos comportamientos ni las mismas normatividades. La Condusef tiene información estadística muy importante sobre la banca, es decir, también debemos educar a los usuarios para que sepan qué bancos ofrecen las mejores condiciones”, opina.
Por último, manifiesta que, si en realidad hoy en día existe en México el compromiso de mantener la disciplina en las finanzas públicas, el gobierno debe brincar del decir al hacer: “Yo lo único que sugeriría es que el gobierno continuara no solo en el discurso, sino en una realidad con estabilidad de las finanzas públicas, pues no hay peor retroceso que una crisis.
“Además —concluye—, debemos entender que el mundo se está moviendo a una gran velocidad tecnológica. El mundo está a punto de convertirse en un algoritmo, y si no nos subimos a este momento de crecimiento del conocimiento, si dejamos que este tren se vaya, no sé qué tan fácil será volver a recuperar la posibilidad de desarrollo. Creo que eso puede dejar en desventaja a las nuevas generaciones y, sobre todo, a las nuevas generaciones menos favorecidas”.