Francia, Italia, España, Australia: visitar la sección de vinos de cualquier vinatería parece un viaje alrededor del mundo. Pese a que hace solo unos cuantos años que los consumidores estadounidenses comenzamos a conocer sus variedades, Nueva Zelanda y Chile ya se cuentan entre los principales productores mundiales. Y ahora, algunas de los rincones más insospechados del planeta empiezan a ofrecernos vinos de una calidad asombrosa. “Piensa que el vino es como la comida”, propone la enóloga Josie Zeiger, de la compañía MFW Wine. “Si estás dispuesto a probar una cocina distinta o una receta nueva, ¿no deberías experimentar también con el vino?”.
En ese espíritu, hemos curado un listado de los vinos que producen cinco regiones emergentes y con los que puedes maridar tu próxima comida.
Islas Canarias
En el siglo XV, este territorio español embarcaba millones de litros de vino al continente europeo. Pero, hoy día, sus exportaciones vinícolas han disminuido debido a la fuerte demanda local y al floreciente turismo insular.
Como sucediera en muchas partes, la vinificación llegó a Islas Canarias con los misioneros católicos, quienes requerían de vino sacramental en las áreas que conquistaban. “Era común que sembraran viñas en las laderas de los volcanes. Y muchas son muy antiguas; hablamos de cien años o más”, explica Zeiger. La enóloga agrega que, gracias a la ceniza volcánica y a la aridez de la región, “los tintos son picantes, mientras que los blancos abarcan desde el regusto salado hasta toda la gama intermedia”. Islas Canarias depende de sus uvas indígenas, como listán blanco y malvasía, lo cual la convierte en una de las regiones más singulares del mundo.
Croacia
Las zonas vitícolas de Croacia yacen en las cuatro esquinas del país, cada cual con un clima característico que produce sabores muy definidos. Dalmacia es el área más templada de la costa sur croata, y los tintos producidos allí tienen un mayor contenido alcohólico y menor acidez, como el plavina. En las regiones costeras más frías -como la Península de Istria-, la producción enológica resulta en tintos más aromáticos y con acentos refrescantes, como los que ofrece la bodega Clai. Los vinos croatas “se distinguen de los del Nuevo Mundo por su herencia; de los del Viejo Mundo por su simplicidad; y su accesibilidad los diferencia de otras fuentes vinícolas emergentes”, informa Igor Barbarić, de la Asociación Vinícola de Croacia.
Túnez
En 2018, Kathy Bailey, CEO de Travis Wine Imports, desempeñó un papel decisivo en la primera importación estadounidense de vinos tunecinos, ofreciéndonos una nueva experiencia con la producción del norte de África. Debido a su clima mediterráneo templado, la región noreste de Túnez es idónea para la viticultura; aunque se encuentra expuesta a los sirocos: candentes vientos que soplan desde el Sahara, los cuales pueden quemar las vides y arruinar las cosechas.
Por fortuna, el siroco es un fenómeno bastante raro, lo que ha permitido que Túnez produzca vinos magníficos como el Ceptunes Didona 2012 (de Mornag AOC: una mezcla de syrah y cabernet sauvignon, con aromas de frutos negros y cuero), y el Domaine Neferis Rose Magnifique 2016 (de Sidi Salem AOC: un vino rosado más seco, que combina uvas syrah y garnacha).
México
Aunque las bebidas más representativas son el tequila y la cerveza, México ha producido vino desde la llegada de los conquistadores, en el siglo XVI. Si bien su clima cálido puede producir uvas poco adecuadas, la altitud de las regiones montañosas de México brinda una temperatura perfectamente equilibrada para el desarrollo de las vides, ya que pueden sobrevivir a un día muy caluroso a condición de que la noche sea fresca. Zeiger explica: “Regiones como Baja California -en particular, el Valle de Guadalupe- son sitios estupendos para el cultivo de uva. Muchos vinateros jóvenes se han hecho cargo de las huertas familiares y están produciendo vinos muy interesantes”.
A pesar de que reservan solo una pequeña parte de sus tierras para los viñedos, los viticultores mexicanos han desarrollado más de 40 cepas, incluyendo variedades de uvas blancas como chardonnay, riesling, y Chenin blanc; y rojas como merlot, tempranillo, y petite sirah [o durif].
Idaho
Incluso Estados Unidos cuenta con regiones vitivinícolas inexploradas: igual que el de Islas Canarias, el suelo de Idaho es rico en sedimentos volcánicos que propician el desarrollo de las vides, sobre todo cerca de los lagos. La combinación de suelo, gran altitud, y el clima estival -con días largos y calurosos, y noches frescas- ha impulsado el auge del negocio vinícola en el estado. Con más de 50 viñedos ya establecidos, Idaho podría desplazar a California como una de las principales regiones vinícolas de Estados Unidos.
La producción de tintos está dominada por la varietal Ródano, seguida de syrah y monastrell [o Mourvèdre], mientras que los blancos suelen ser uvas viognier y roussanne.
Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek