En un hallazgo sin precedentes, unos científicos han descubierto una abeja hembra que fue engendrada por dos padres sin intervención de una madre.
Se sabe que las abejas son haplodiploides. Este es un sistema que determina el género: las hembras provienen de óvulos fecundados, mientras que los machos son producto de óvulos no fecundados. Sin embargo, entre uno a dos por ciento de los casos interviene otro sistema llamado “mosaicismo sexual”, y las abejas engendradas de esta manera se conocen como ginandromorfas, desarrollándose a partir de varias líneas celulares de diferente origen y distinto género.
Sarah Aamidor y sus colegas de la Universidad de Sídney, Australia estudiaban abejas ginandromorfas para entender la flexibilidad reproductiva de las abejas melíferas. Aun cuando los científicos saben que los ginandromorfos son resultado de una mutación genética, no han podido esclarecer cómo y por qué ocurre esto.
En los mamíferos, una vez que un espermatozoide entra en el óvulo y lo fecunda, se desencadena una reacción química que impide el paso de otros espermatozoides. Sin embargo, en el caso de las abejas, el óvulo puede recibir más de un espermatozoide, fenómeno conocido como polispermia. Eso es lo que ocurre normalmente en los ginandromorfos: el óvulo permite la entrada de más de un espermatozoide, y estos se fusionan en un grupo celular inicial. “[Entonces, el grupo] comienza a dividirse y se forma el embrión en desarrollo”, explicó Aamidor en entrevista con Newsweek.
Para su estudio, publicado el 28 de noviembre en la revista Royal Society Biology Letters, Aamidor y su equipo investigaron la genética de 11 abejas ginandromorfas de una misma colonia. Diseccionaron, tomaron imágenes y recolectaron tejidos de diferentes partes del cuerpo de cada espécimen. A continuación, extrajeron el ADN de cada muestra de tejido y analizaron el material genético de manera individual.
Los científicos hallaron que la mayoría de las abejas tenía tres o cuatro linajes paternos, con dos o tres padres por cada madre. No obstante, también descubrieron que una abeja fue producto de dos machos sin que hubiera intervenido una hembra. Dada la ausencia de material genético materno, los científicos proponen que el insecto fue engendrado mediante la fusión de dos espermatozoides.
“Este es el primer informe de un himenóptero producido por dos machos sin intervención de una hembra”, declaró Aamidor. “Fue un hallazgo realmente sorprendente, porque un embrión de mamífero no puede desarrollarse a partir de dos padres (o de dos madres). Este fenómeno solo es posible debido a que las abejas son polispermos y esta investigación demuestra que, la manera como se fusionan sus genomas es en extremo flexible, lo cual podría deberse a que son haplodiploides”.
El descubrimiento de una hembra engendrada por dos espermatozoides, y de abejas vivas con cuatro progenitores distintos, nos brinda una nueva perspectiva de la flexibilidad reproductiva de estos insectos. En su conclusión, el equipo señala que podría observarse una flexibilidad semejante en otros insectos haplodiploides, como las hormigas y las avispas. “Más allá de estos ejemplos conocidos, es probable que existan sistemas sociales igualmente extraordinarios que no hemos identificado y ni siquiera imaginado”, escriben.
Elizabeth Duncan, profesora de zoología en la Universidad de Leeds, Reino Unido, quien no participó en la investigación, comentó que los hallazgos demuestran cuán poco sabemos sobre la reproducción de los insectos. “Esta es la primera vez que un equipo de científicos encuentra que dos espermatozoides se fusionaron para producir descendencia femenina, ya sea en abejas, hormigas o avispas”, dijo a Newsweek. “En otros animales -por ejemplo, algunas especies de hormigas- el óvulo sin núcleo permite la entrada de un solo espermatozoide y produce descendencia masculina. Se cree que este fenómeno, conocido como androgénesis, es increíblemente raro, y se ha asociado con la capacidad de ciertas especies de hormigas para invadir nuevos ambientes”.
“Este estudio destaca que aún tenemos mucho que aprender, no solo de las abejas sino también sobre cómo ocurren estas formas alternativas de reproducción y el impacto que podrían tener en la capacidad de las especies para migrar a nuevos ambiente, así como en la supervivencia de las especies”.
Este artículo fue actualizado con los comentarios de Elizabeth Duncan.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek