Las llamadas ballenas asesinas muestran rasgos de personalidad similares a los de los seres humanos y a los de los chimpancés, como la alegría y el afecto, de acuerdo con un artículo publicado en la revista Journal of Comparative Psychology.
Un equipo de la Universidad de Girona en España analizó los rasgos de personalidad de 24 orcas cautivas en SeaWorld Orlando, SeaWorld San Diego y el zoológico Loro Parque en Tenerife, España, seis de las cuales fueron capturadas en alta mar, mientras que las otras nacieron en cautiverio.
Para evaluar sus personalidades, los investigadores pidieron a los entrenadores y al personal que trabaja estrechamente con las ballenas que respondieran cuestionarios completos para evaluar a estos animales de acuerdo con una lista de 38 rasgos de personalidad, entre ellos, su disposición a jugar, su independencia, su terquedad, su valentía, su sensibilidad y su instinto de protección.
Luego, el equipo comparó los resultados de este cuestionario con los de estudios previos en los que se analizan estos mismos rasgos de personalidad en chimpancés y en seres humanos.
Como parte de su análisis, utilizaron un instrumento común de evaluación de la personalidad, denominado Modelo de los cinco factores de personalidad, que describe los rasgos de personalidad mediante el uso de una combinación de adjetivos individuales o frases descriptivas. Comprende cinco dimensiones principales de personalidad: extroversión, cordialidad/amabilidad, responsabilidad/tesón, estabilidad emocional y apertura a la experiencia.
Los hallazgos mostraron que los rasgos de personalidad de las ballenas son similares a los de los seres humanos y a los de los chimpancés (aunque son más similares a los de estos últimos).
Por ejemplo, se encontró que las orcas son similares a los chimpancés y a los seres humanos en relación con su extroversión, lo que incluye su carácter gregario, juguetón y sociable. Las llamadas ballenas asesinas y los chimpancés también comparten una combinación de rasgos de personalidad en el área de la responsabilidad/tesón (por ejemplo, la terquedad y la proactividad) y de cordialidad/amabilidad (por ejemplo, ser pacientes, tener un carácter pacífico y no acosar a otros individuos), además de algunos rasgos relacionados con la estabilidad emocional.
“Este es el primer estudio en el que se examinan los rasgos de personalidad de las ballenas asesinas y la forma en que se relacionan con nosotros y con otros primates”, señaló en una declaración Yulán Úbeda, de Girona, autora principal del estudio. “Esta similitud en los rasgos de personalidad pudo haberse desarrollado debido a que dichos rasgos fueron necesarios para establecer interacciones sociales complejas en grupos estrechamente unidos, como los que conforman las orcas, los seres humanos y otros primates”.
De acuerdo con los investigadores, los nuevos resultados son un ejemplo de la convergencia evolutiva, es decir, del proceso mediante el cual diversos organismos que no están estrechamente relacionados desarrollan independientemente rasgos similares como resultado de su necesidad de adaptarse a entornos o nichos ecológicos similares. En este sentido, los rasgos de personalidad de las orcas y de los primates son similares debido a las habilidades cognitivas avanzadas que se requieren para establecer sus complejas interacciones sociales.
Las orcas pueden vivir más de 90 años, y pasan su vida en grupos estrechamente unidos que cazan juntos y comparten alimentos. Las complejas interacciones sociales entre los miembros de estas comunidades son posibles con la ayuda de habilidades avanzadas de comunicación y cooperación.
La compleja conducta de estos animales se demostró claramente el año pasado cuando una orca de 20 años de edad captó la atención de los noticiarios de todo el mundo por mantener a flote durante 17 días a su cría que nació muerta, mientras nadaba por cientos de kilómetros. Si bien algunas personas indican que esto es una prueba de que estos cetáceos experimentan sentimientos de pérdida o de duelo, hasta el momento esto no ha quedado claro.
En el contexto del más reciente estudio, es importante señalar que las investigaciones anteriores han mostrado la forma en que el cautiverio puede modificar la personalidad de las ballenas asesinas, aumentando ciertos rasgos como la neurosis y la agresividad, además de provocar cambios físicos, como el colapso de la aleta dorsal.
Esto significa que si se hubieran usado orcas que han vivido en libertad para realizar la investigación, los resultados pudieron haber sido distintos (aunque los efectos del cautiverio no se evaluaron en el estudio).
En particular, se ha criticado mucho a SeaWorld por las condiciones de hacinamiento en las que se mantiene a las orcas. Sin embargo, el estudio de los rasgos de personalidad de estos cetáceos en libertad habría sido muy difícil, por lo que se usaron animales en cautiverio, señaló Úbeda.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek