PARIS, Francia.- La desigualdad fue el factor común en las discusiones del Foro para la Paz organizado por el presidente de Francia, Emmanuel Macron.
Edna Jaime Treviño, directora de México Evalúa e integrante del Comité Asesor del Foro, afirmó que tenía la expectativa de que las pláticas y conferencias tuvieran un énfasis en los temas de seguridad, pero no fue así.
“El enfoque, dijo, estuvo en la desigualdad como la gran enfermedad de nuestros tiempos, agravada por la globalización, lo cual no quiere decir que sea mala, sino que no nos preparamos para tomar decisiones y generar las políticas públicas que resolvieran las brechas de desigualdad generadas por la globalización”.
El Foro para la Paz de París fue organizado por el presidente de Francia, Emmanuel Macron, con la intención de reunir a actores globales para fomentar la gobernanza global, fortalecer el multilateralismo y la cooperación internacional.
El arranque de los trabajos del Foro inició con la celebración del centenario del armisticio de la Primera Guerra Mundial, el 11 de noviembre de 2018. Una vez que se realizó la conmemoración, más de 60 jefes de Estado, organizaciones civiles de diferentes regiones del mundo, líderes académicos y representantes de organismos como Naciones Unidas, se involucraron en discusiones y ponencias que condujeron a reflexiones y propuestas para abonar a la paz.
Edna Jaime fue invitada por el Comité Organizador del Foro a ser parte de su grupo asesor. Ella, junto con Renato Galvão Flôres, director de la Unidad de Inteligencia Internacional en la Fundación Getulio Vargas, basada en Río de Janeiro, Brasil fueron los únicos latinoamericanos convocados.
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Al cierre del Foro, Edna Jaime consideró que se habló de desigualdad como causa de tensiones, conflicto y descomposición social. “Hay desigualdad en el ingreso, en el acceso al poder, en el poder mismo. Entonces, los que más tienen; tienen un papel más relevante en el sistema político, incluso se ha hablado de que el poder económico captura el poder político, lo que hace más amplia la desigualdad”.
La desigualdad y la tecnología
En su participación dentro de la conferencia, La globalización se está dando un balazo en el pie, el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), José Ángel Gurría, señaló que brecha económica entre ricos y pobres también ha crecido porque la globalización ha generado un cambio que demanda trabajos especializados en tecnologías de comunicación e información para los cuales se requiere habilidades y herramientas muy específicas, de las cuales carecen grandes sectores de la población.
Gran parte de la desigualdad, insistió, viene de los mercados de trabajo. Hay situaciones que son tan dramáticas, como aquellas de las personas en pobreza que tienen un trabajo y no es suficiente, necesitan otro y quizá otro más porque no pueden alcanzar un decente y honesto modo de vida.
Si los trabajadores recibieran entrenamiento, si se escalara su nivel de capacitación y preparación, no sufrirían tanto el impacto de la revolución tecnológica. Los trabajos tendrían que ser justos y decentes para las personas.
Para la también académica, Edna Jaime, el ensanchamiento de la brecha de desigualdad provocado por la tecnología ha sido enfrentado de mejor manera en aquellos Estados que son institucionalmente fuertes. No es claro, agregó, el ensanchamiento de la brecha, pero quienes la han liderado mejor son aquellos Estados que tienen la capacidad de cobrar impuestos, de distribuir de manera efectiva y generar un piso mínimo de acceso a derechos educativos y en salud. Solo un Estado fuerte que genere buenas políticas públicas y se mantenga autónomo ante poderes económicos, puede abonar a que las brechas de desigualdad disminuyan, comentó.
Cuando hay desigualdad, se generan “liderazgos rupturistas que no promueven valores universales que también aquí (en París) se han mencionado dentro del marco de los festejos de los 70 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Es una conmemoración sobre valores que compartimos, que se reflejan en la construcción institucional, pero hay liderazgos que no están alineados con estos valores, y el origen es la desigualdad”.
Pedro Sánchez, presidente de España, dijo durante su intervención en el Primer Foro de la Paz de París que, si se piensa en términos de los ideales de la revolución francesa, libertad, igualdad y fraternidad, lo que se necesita en estos tiempos, es ésta última, porque sin ella no habrá un mundo sostenible, con desarrollo igualitario y en donde se puedan mitigar los efectos del cambio climático.
Sin la fraternidad y multilateralismo, insistió, es imposible combatir –por ejemplo— los efectos de la migración porque se requiere que los países desarrollados procuren el crecimiento de los que están en vías de desarrollo y así sus ciudadanos no tengan la necesidad de irse. “La riqueza de algunos (en referencia a los países desarrollados) depende también de la riqueza de los otros (en referencia a los países en desarrollo), de ahí la importancia de poner el foco en la solidaridad y la fraternidad entre nosotros”, concluyó.
Se espera que dentro de un año haya una nueva edición del Foro para la Paz de París. El Comité Organizador convocará de nueva cuenta a jefes de Estado y organizaciones de todo el mundo. Además, se presentarán los avances que hayan logrado los 10 proyectos que fueron seleccionados para recibir apoyo del Foro.