Internet nos bombardea a todos con anuncios y los menores, aunque tengan un uso moderado y vigilado por sus padres, no son la excepción. Un nuevo estudio encontró que las aplicaciones que utilizan los menores de 5 años suelen tener anuncios con mensajes “manipuladores” que incitan a pagar para seguir jugando o para obtener beneficios.
Investigadores liderados por la Universidad de Michigan y el Hospital Infantil CS Mott analizó 135 aplicaciones populares utilizadas y enfocadas para niños de 5 años y menos (85 gratuitas y 50 de paga). El equipo encontró que el 95% de todas las aplicaciones tenía al menos un tipo de publicidad.
“Encontramos, particularmente entre las aplicaciones gratuitas, una alta prevalencia de anuncios que utilizan características manipuladoras, acercamientos potencialmente manipuladores y contenidos que parecen no ser apropiados para la edad”, señala el artículo publicado en el Journal of Development and Behavioral Pediatrics.
https://newsweekespanol.com/2018/03/apps-facebook-utilizan-datos/
De acuerdo con el estudio, la publicidad que enfrentan los niños son llamados a mejorar la aplicación a través de un pago, videos que interrumpen los juegos, compras a través de la aplicación, mensajes para compartir contenidos a través de redes sociales y anuncios ocultos con símbolos engañosos.
Al artículo lo acompañó una carta enviada a la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC, por sus siglas en inglés) enviada por 22 grupos de defensa de los consumidores y de la salud pública que piden revisar prácticas cuestionables en el mercado de las aplicaciones, reportó Vox.
Los juegos que alientan a los niños a comprar a través del estímulo del carácter, o el desaliento, “también pueden llevar a los niños a sentir una necesidad emocional de hacer compras”, dice el estudio.
La publicidad no es lo único a lo que están expuestos los menores. De acuerdo con un estudio publicado en la revista británica Lancet Child and Adolescent Health, los niños que pasan más de dos horas al día frente a las pantallas tienen menos capacidades cognitivas que los que están menos expuestos a ellas.