Hay más posibilidades ahora que en el pasado de que China y Estados Unidos pudieran entablar un conflicto militar, y la posibilidad de que dicha batalla sea nuclear es más alta de lo que muchos analistas creen, según ha advertido una experta en seguridad de la Universidad de Georgetown.
Caitlin Talmadge, una profesora asociada de estudios de seguridad en la Escuela Walsh del Servicio Exterior, expuso una imagen desalentadora de cómo se podría dar un recrudecimiento militar entre Washington y Beijing en un artículo para la edición de noviembre-diciembre de Foreign Affairs.
“Las posibilidades de que dicha confrontación se vuelva nuclear son más altas de lo que la mayoría de los formuladores de políticas y analistas piensan”, escribió ella. Sin embargo, también señaló que “una guerra entre los dos países sigue siendo poco probable, pero… ya no parece tan implausible como otrora lo era”.
Según Talmadge, la mayoría de los analistas estadounidenses y chinos por lo general han minimizado de plano la posibilidad de una confrontación nuclear. Sin embargo, al ver las tácticas de guerras preferidas del Pentágono en conflictos recientes, la profesora señaló que la estrategia típica de Estados Unidos implica golpear “muy adentro del territorio enemigo para eliminar rápidamente los activos militares claves del oponente con un costo mínimo”.
“El pentágono desarrolló esta fórmula en las guerras contra Afganistán, Irak, Libia y Serbia, ninguno de los cuales era una potencia nuclear”, escribió Talmadge.
En China, las armas militares nucleares y más convencionales están entrelazadas estrechamente, lo cual significa que Estados Unidos posiblemente se enfoque intencional o inadvertidamente en las instalaciones nucleares de Beijing al principio. Al reconocer esta posibilidad, los chinos podrían considerar el uso de su arsenal nuclear antes de que pueda ser inutilizado.
Talmadge sugirió que dicho escenario podría suscitarse si Beijing fuese a invadir Taiwán. También podría estallar un conflicto por derechos territoriales en el mar de China Meridional, donde Beijing ha reclamado lo que gran parte del mundo ve como aguas internacionales. Las tensiones se han mantenido altas entre los estadounidenses y las patrullas navales chinas dentro de la región.
Aun cuando Talmadge sostiene que tales escenarios militares no tienen una posibilidad alta, el riesgo ha aumentado a la par que se han recrudecido las tensiones entre China y Estados Unidos. “Esta realidad que da qué pensar debería motivar a los líderes de ambos bandos a hallar maneras de resolver las disputas políticas, económicas y militares sin recurrir a una guerra que podría volverse rápidamente catastrófica para la región y el mundo”, concluyó ella en su artículo.
La advertencia se da en un momento en el que la administración de Trump ha mencionado su preocupación por la amenaza creciente de China, argumentando que ésta trabaja para interferir en las elecciones estadounidenses. Aun cuando muchos expertos de seguridad e inteligencia han señalado las ambiciones de Beijing de un dominio mayor, los analistas también advirtieron que existe poca evidencia de que los chinos estén trabajando para interferir directamente en las votaciones estadounidenses.
Pero los expertos están de acuerdo en que China está trabajando para interferir localmente en Estados Unidos de otras maneras.
Dmitri Alperovitch, jefe de tecnología de la compañía estadounidense de seguridad cibernética CrowdStrike, también dijo previamente este mes que “desgraciadamente, los chinos están de regreso”, según Reuters. Él dijo que los hackers chinos ahora son “los actores amenazantes más predominantes que vemos amenazando instituciones en todo este país y Europa Occidental”.
Christopher Wray, director del FBI, también advirtió la semana pasada que China representa una “amenaza muy significativa” para Estados Unidos y sus intereses mientras testificaba ante el Comité de Seguridad Nacional del Senado. “Yo les diría que China, de muchas maneras, representa la amenaza de contraespionaje más amplia, más complicada y más a largo plazo que enfrentamos”, dijo él.
En julio, Michael Collins, el subdirector adjunto del Centro de la Misión en Asia Oriental de la CIA, dijo en el Foro de Seguridad de Aspen que la amenaza de Beijing es la más seria que enfrenta actualmente Estados Unidos. Él argumentó que las acciones actuales de China en el mundo podrían definirse como “fundamentalmente una guerra fría”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek