Los plagicidas que ingresan a las colonias de abejas pueden representar un riesgo mayor de lo que se pensaba anteriormente.
Investigadores del Imperial College de Londres y la Universidad Queen Mary de Londres descubrieron que las abejas han empezado a disfrutar el sabor de los alimentos mezclados con pesticidas mientras más expuestos están a él. Publicado en Proceedings of the Royal Society B el miércoles, el estudio mostró que con el tiempo, las abejas en la colonia comen cada vez más alimentos con pesticidas, lo que podría mostrar un comportamiento adictivo de los insectos.
El equipo estudió específicamente los neonicotinoides, una clase de pesticidas que muchos culpan por la disminución de la población de abejas. Un estudio de 2012 publicado en Science descubrió que cuando estos animales están expuestos a los neonicotinoides, experimentan una tasa de crecimiento significativamente reducida y una reducción del 85 por ciento en la producción de nuevas reinas en comparación con las colonias no expuestas al pesticida. Esta sustancia está casi completamente prohibida en la Unión Europea, pero algunos no están de acuerdo con que sea la causa de la disminución de las poblaciones.
“Si bien los neonicotinoides son controvertidos, si no se comprenden los efectos de los reemplazos en los insectos no objetivo, entonces creo que es sensato que aprovechemos el conocimiento actual y otros estudios para proporcionar una guía para usar neonicotinoides de manera más responsable, en lugar de necesariamente una rotunda prohibición”, dijo Richard Gill, investigador principal del estudio y profesor en el Imperial College de Londres, en un comunicado.
Para comprender mejor cómo los plaguicidas afectan a las abejas, el equipo rastreó diez colonias durante diez días. Cada colonia tenía acceso a un área que contenía comederos con neonicotinoides y comederos sin ella. Las abejas pudieron elegir qué alimentador usar. Inicialmente, las abejas escogieron el alimento no neonicotinoide. Sin embargo, con el tiempo se desplazaron a la comida con el pesticida cada vez más y comenzaron a consumir menos de alimentos no contaminados.
“Curiosamente, los neonicotinoides se dirigen a los receptores nerviosos en insectos que son similares a los receptores dirigidos por la nicotina en los mamíferos”, explicó Gill.
“Nuestros hallazgos de que los abejorros adquieren gusto por los neonicotinoides cumplen con ciertos síntomas de comportamiento adictivo, lo cual es intrigante dadas las propiedades adictivas de la nicotina en los humanos, aunque se necesita más investigación para determinar esto en las abejas”, comentó.
Estudios previos se han propuesto determinar el efecto de las abejas que se alimentan exclusivamente de alimentos plaguicidas, pero este equipo quería replicar experiencias en la naturaleza, donde las abejas pueden elegir entre alimentos con pesticidas y alimentos sin pesticidas.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek