Los padres de un recién nacido que falleció a consecuencia del virus que causa las úlceras labiales se han manifestado sobre la muerte “insoportable” de su hijo.
Nacido en Brighton, Reino Unido, Kit Tarka murió contando solo 13 días de vida luego de infectarse con el virus HSV-1.
En una declaración, sus padres -Sarah Higson y James de Malplaquet- expresaron que el dolor de presenciar la muerte “atroz” de su hijo causó un dolor “insoportable” a la familia.
Al término de un embarazo sano, los médicos del hospital Royal Sussex County, en el sur de Inglaterra, indujeron el parto de Higson y practicaron una cesárea de emergencia. Pero, a resultas de las dificultades del parto, Tarka presentó bajos niveles sanguíneos de glucosa, por lo que fue internado en una instalación de cuidados especiales.
Casi una semana después, la unidad de cuidados especiales dio el alta a Tarka, pero el niño permaneció internado otros dos días porque mostraba indicios de ictericia. El hospital lo envió a casa en el octavo día; pero llegado el noveno, Tarka regresó al hospital con dificultades para despertar y alimentarse.
Pese a que recibió tratamiento con antibióticos en la unidad de cuidados especiales, los estudios sanguíneos revelaron que tenía una infección bacteriana. Tras una mejoría momentánea, al doceavo día fue trasladado de emergencia a la terapia intensiva de Evelina London Children’s Hospital, en la capital del Reino Unido.
Tarka falleció la mañana del 28 de septiembre de 2017. Si bien los análisis hematológicos confirmaron la presencia de HSV-1, se desconoce cómo ocurrió el contagio.
“Mirar con impotencia mientras el médico reanimaba el cuerpecito hinchado y sangrante de nuestro bebé, es un recuerdo que nos acosará por siempre”, escribieron Sarah y James de Malplaquet.
Para conmemorar la breve vida de su hijo y crear conciencia sobre los peligros del herpes labial, los padres han creado la Fundación Kit Tarka, cuya finalidad es prevenir las muertes neonatales.
“¿Cómo? ¿Por qué? ¿Quién? De inmediato, empiezas a preguntarte quién lo contagió. Y esa interrogante nos abrumará el resto de nuestras vidas, porque jamás lo sabremos”, dijo Sarah a BBC News.
El herpes neonatal está causado por el virus herpes simple (HSV), el cual también provoca úlceras bucales y genitales en los adultos. Dado que el sistema inmunológico de los bebés aún se encuentra debilitado, este virus -altamente contagioso- puede tener consecuencias mortales si no se administra tratamiento.
Un bebé puede contraer herpes de diversas maneras, incluido el beso de una persona que presente úlceras labiales. El virus puede pasar al bebé si la madre tuvo herpes genital durante las últimas seis semanas de la gestación, o si tiene úlceras en los senos mientras amamanta.
Cuando el virus ataca, el estado del bebé se deteriora con rapidez. Los síntomas iniciales incluyen una actitud letárgica o irritable, y dificultades para comer, así como fiebre, sarpullido, y úlceras dentro de la boca y alrededor de los ojos.
Debe administrarse tratamiento de emergencia si el bebé se vuelve flácido y no reacciona a los estímulos, no despierta con facilidad, muestra dificultades para respirar o respira agitadamente, y su piel adquiere una coloración violácea.
Al detectar la infección, es muy probable que los doctores administren medicamentos antivirales por vía intravenosa, y el tratamiento puede prolongarse varias semanas. Se calcula que hasta uno de cada tres recién nacidos morirá si, a pesar del tratamiento, la infección se disemina a los órganos internos.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek