Las sanciones seguirán activas hasta una “desnuclearización completa y totalmente verificable” de Corea del Norte, aseguró el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, el domingo en Tokio tras dos días de intensas negociaciones en Pyongyang.
“Aunque estemos animados por los avances de esos diálogos, estos no justificarían por sí solos una flexibilización del régimen de sanciones existente”, precisó Pompeo, que insistió en la importancia de controlar que el proceso se lleve a cabo hasta el final.
Para el secretario de Estado, se trata de una “desnuclearización en el sentido amplio”, englobando todas las armas, y “los norcoreanos entienden eso y no lo rebatieron”, afirmó.
“Habrá una verificación ligada a la desnuclearización completa, eso es lo que el presidente (Donald) Trump y el líder Kim (Jong Un) aceptaron”, agregó en rueda de prensa en la capital japonesa.
En Tokio, Pompeo se reunió con los jefes de la diplomacia surcoreana y nipona, así como con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, un gesto apreciado por los principales aliados de Washington en Asia.
“Reunión constructiva con el ministro japonés de Relaciones Exteriores esta mañana para hablar de la alianza estadounidense-japonesa, piedra angular de la estabilidad regional, y mantener la máxima presión sobre Corea del Norte”, tuiteó por la mañana Pompeo.
“Muy lamentable”
El viernes y el sábado, el enviado del presidente estadounidense habló durante ocho horas con responsables norcoreanos en Pyongyang, entre ellos Kim Yong Chol, el brazo derecho de Kim Jong Un, intentando fijar una hoja de ruta concreta para el acuerdo que cerraron el 12 de junio Trump y Kim, durante una cumbre histórica en Singapur.
Pompeo, que sostuvo que las conversaciones durante esos dos días fueron “muy productivas”, acababa de partir en dirección a Tokio cuando el ministerio norcoreano de Relaciones Exteriores criticó las “exigencias codiciosas” y una actitud “muy lamentable” de Washington.
“La actitud y posiciones de Estados Unidos en las conversaciones de alto nivel el viernes y el sábado fueron muy lamentables”, dijo el ministerio en un comunicado citado por la agencia de noticias Yonhap.
En privado, los diplomáticos estadounidenses estiman que la reacción de Pyongyang es una táctica de negociación que zanja los dos días de amistad teatral en la capital norcoreana.
En el informe más bien optimista que dio Pompeo el sábado a la prensa antes de llegar a Tokio reveló pocos detalles nuevos sobre cómo Corea del Norte podría cumplir con sus compromisos para una “desnuclearización” a cambio de garantías de seguridad de Estados Unidos.
“Hablamos sobre lo que los norcoreanos continúan haciendo y cómo podemos hacer todo lo posible para lograr lo que el dirigente Kim y el presidente Trump acordaron, que es la desnuclearización total de Corea del Norte”, dijo.
“Nadie se alejó de ese objetivo, todavía siguen igual de comprometidos. El dirigente Kim todavía está comprometido, tuve la oportunidad de hablar con el presidente Trump esta mañana”, agregó.
En concreto
No obstante, en términos prácticos, Pompeo dijo que los funcionarios de ambos países se reunirían el 12 de julio en un grupo de trabajo para abordar la repatriación de los restos de algunos soldados estadounidenses muertos durante la Guerra de Corea de 1950-1953.
También indicó que se habían hecho algunos progresos para acordar “las modalidades” de la destrucción de una instalación de misiles por parte de Corea del Norte.
Los responsables norcoreanos le dieron a Pompeo una carta personal para que se la entregara a Donald Trump, esperando que “las relaciones formidables y el sentimiento de confianza” entre ambos dirigentes se viera reforzado por las discusiones, indicó el ministerio norcoreano de Relaciones Exteriores en un comunicado.
Pyongyang “distingue entre los burócratas estadounidenses y el presidente Trump, expresando su confianza en este último”, analizó el profesor Yang Moo-Jin, de la universidad de estudios norcoreanos de Seúl.
“No se trata de romper los diálogos. El Norte intenta tomar la delantera en las negociaciones futuras”, explicó a la AFP.
“Corea del Norte esperaba de Pompeo que aportara una propuesta concreta de garantía de la seguridad, pero le decepcionó que los estadounidenses reiteraran su vieja demanda de desnuclearizar primero, antes de que Estados Unidos de cualquier cosa a cambio”, estimó.
Washington espera que el proceso de desnuclearización se active este año. Pero muchos expertos y detractores del presidente Trump consideran que la promesa del dirigente norcoreano durante la cumbre no es creíble y que el proceso, aunque empiece, podría llevar años.