El agua embotellada a menudo se vende a los consumidores según su supuesta pureza. Sin embargo, cada vez que consumes la bebida, podrías estar ingiriendo miles de pedazos diminutos de desperdicio plástico, según un importante estudio nuevo llevado a cabo por la Universidad Estatal de Nueva York en Fredonia.
La investigación —que fue comisionada por la organización periodística sin fines de lucro Orb Media— halló que 93 por ciento de 259 botellas de las 11 principales marcas internacionales estaban contaminadas con plásticos, como polipropileno, nylon y tereftalato de polietileno (PET, por sus siglas en inglés).
Esta contaminación se da en la forma de partículas diminutas llamadas microplásticos, las cuales se originan de cierta variedad de fuentes, incluidos la ropa, los procesos industriales, los cosméticos, los empaques y la degradación de artículos de plástico más grandes.
“Con el aumento en la fabricación de plásticos, ha habido un aumento asociado en contaminación por plástico del medioambiente externo, principalmente, como es bien sabido, dentro de los océanos del mundo”, escribieron los autores en el estudio. “Pero más recientemente, la contaminación por plástico se halla dentro de lagos de agua potable, mares interiores, ríos, humedales y organismos desde plancton hasta ballenas (y casi toda especie en medio)”.
Los investigadores hallaron una variación enorme en la cantidad de plástico en cada botella, yendo desde cero partículas hasta más de 10,000 en un solo contenedor. Con base en sus resultados, concluyeron que el promedio general es de 325 partículas por litro. Noventa y cinco por ciento de estas partículas mide entre 6.5 y 100 micrómetros, aunque algunas son más grandes. Para dar un poco de contexto, 100 micrómetros es más o menos el ancho de un cabello humano.
“Algunas botellas tenían concentraciones muy altas de partículas por litro, y otras tenían concentraciones muy bajas”, dijo a Newsweek Dan Morrison, autor del informe de Orb Media. “Ello fue un resultado tan notable como lo fueron las cifras en sí. Entre las botellas compradas en la misma caja, unas podían tener cantidades muy altas de partículas y la botella junto a éstas podía tener una cantidad muy baja de partículas”.
Para identificar los plásticos en el agua embotellada, el equipo usó una técnica de revisión conocida como tinción con rojo Nilo, la cual fue utilizada por primera vez por científicos de la Universidad de Anglia del Este (UEA, por sus siglas en inglés) en el Reino Unido.
Este método implica el uso de un tinte fluorescente rojo Nilo que se absorbe en superficies plásticas. El tinte se aplica a las muestras de agua, las cuales a continuación son irradiadas con luz azul. Los investigadores entonces ven las muestras a través de un microscopio mientras usan gafas de protección anaranjadas, a través de las cuales cualquier partícula de plástico parece brillar vivamente. Entonces se pueden contar las partículas.
Para asegurar la diversidad geográfica, las muestras provenían de 19 ubicaciones en nueve países de cinco continentes, incluidos Estados Unidos, Brasil, China, Indonesia, Kenia, Líbano, México y Tailandia.
Los científicos dicen que no está claro de dónde provienen exactamente todas las partículas plásticas; sin embargo, los resultados sugieren que el proceso de fabricación de la botella es, por lo menos, parcialmente responsable.
“En cuanto a las partículas mayores de 100 micrómetros —las partículas más grandes—, más de 50 por ciento de éstas fueron de polipropileno, que es el material con que se hace la mayoría de las tapas de botellas”, dijo Morrison.
No obstante, algunas de las partículas podrían provenir de la fuente original del agua, según Andrew Mayes, uno de los desarrolladores de la técnica del rojo Nilo de la Escuela de Química de la UEA, quien no estuvo involucrado en el nuevo estudio. En el caso de algunas marcas, esta fuente original podría ser simplemente agua municipal de la llave sin filtrar.
Maya dijo en una declaración que la investigación más reciente es “el estudio del agua más grande y exhaustivo que conozca a la fecha. Somos cada vez más conscientes de los microplásticos en el medioambiente y sus efectos potencialmente dañinos, pero su prevalencia en otras áreas ha sido mucho menos estudiada. Se han reportado en agua de la llave, cerveza y muchos otros alimentos, pero pienso que a la gente le sorprendería que casi toda el agua embotellada parece estar contaminada también”.
Él añadió que la escala del mercado del agua embotellada es uno de los principales problemas. “Crea demasiados desechos, lo cual en sí agrava el problema medioambiental, ya sea que los microplásticos en el agua embotellada resulten dañinos o no para nosotros”.
Dado que millones de personas en todo el mundo beben agua embotellada todos los días, las implicaciones para la salud humana podrían ser enormes. Sin embargo, hace falta investigar seriamente sobre el impacto de los microplásticos en el cuerpo, según Morrison.
“En general, los investigadores a quienes entrevistamos dijeron que hay una escasez casi absoluta de investigación que pudiera indicarte cuáles podrían ser los riesgos a la salud para un ser humano por el consumo diario de microplásticos”, comentó él. “Podría impactar tu salud de una manera que sea marginal o podría impactar tu salud de una manera que sí importa”.
Por ejemplo, un estudio llevado a cabo por la Autoridad Europea de Salud Alimentaria en 2016, halló que alrededor de 90 por ciento de los microplásticos consumidos a través de productos del mar los desechaba directamente el cuerpo, mientras que algunos se abrían camino al torrente sanguíneo. Aún no está claro cuál es el impacto de estas partículas en cuanto entran al torrente sanguíneo.
A la luz de los hallazgos recientes, la Organización Mundial de la Salud ha anunciado que llevará a cabo una revisión de los riesgos potenciales que presentan los microplásticos en el agua potable, según la BBC.
El informe de Orb Media señala que los fabricantes de agua embotellada han enfatizado que sus productos son seguros y cumplen con todos los requisitos del gobierno. “Sostenemos la seguridad de nuestros productos de agua embotellada”, dijo en una declaración la Asociación Americana de Bebidas.
Mientras tanto, Nestlé —una de las marcas analizadas para el estudio— comentó que ha analizado seis botellas de tres ubicaciones tras una consulta de Orb Media, hallando que contenían entre cero y cinco partículas plásticas por litro, una cifra mucho más baja que la mostrada en los resultados del nuevo estudio. Ninguno de los fabricantes estuvo de acuerdo en hacer públicos los resultados de sus pruebas.
Frederic de Bruyne, jefe de gestión de calidad de Nestlé, dijo a Orb que los investigadores no habían llevado a cabo pruebas en las que las sustancias biológicas eran eliminadas de las muestras de agua, y por lo tanto, algunas de las partículas que parecían ser plásticos podrían ser falsos positivos que el tinte tiñó por accidente. De Bruyne no especificó cuáles podrían ser estas sustancias biológicas.
Los investigadores admiten que hay una pequeña posibilidad de que contaminantes desconocidos pudieran distorsionar las cifras. En sus pruebas, se confirmó que las partículas mayores a 100 micrómetros eran plásticos usando el método de rojo Nilo, así como una técnica adicional conocida como Espectrometría Infrarroja con Transformada de Fourier (FTIR, por sus siglas en inglés). Por otra parte, se confirmó que las partículas más pequeñas, en el rango de 6.5 a 100 micrómetros, usando solo el método de rojo Nilo, debido a las limitaciones de la FTIR para identificar partículas más pequeñas.
Sin embargo, tienen confianza en que estas partículas pequeñas son de hecho plásticos, sugiriendo que, si acaso, las cifras reportadas eran “muy conservadoras” y posiblemente contaron de menos.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek