Aidee Iribe, fundadora de Hoteles Kinky, una guía de hotelería de corta estancia, revela que el éxito de esta empresa radica en el entendimiento de los usuarios para un mejor goce de la sexualidad.
Hace poco más de un lustro, cuando su socio le propuso fundar un directorio que registrara los hoteles de paso de la Ciudad de México, no sin cierta apatía Aidee Iribe realizó, como primer paso, un estudio de mercado que le arrojó información para ella inconcebible en ese momento. “Divorciada, nula usuaria” de esta clase de servicios, la hoy empresaria halló que, en un altísimo número de los casos, la experiencia para visitar un motel es planeada.
“Pero ¿cómo planear si los moteles eran prácticamente clandestinos?”, se pregunta Iribe en entrevista con este medio. “No era posible conocer información básica como los precios de las habitaciones o lo que había detrás de esa fachada a la que había que entrar por atrás. El hombre sabía que tenía que pagar, pero no sabía cuánto y si le iba a alcanzar para invitar un trago. Y la mujer tenía que salir con una vergüenza espantosa, escondida, con gorra. Entonces, para planear se requería información, que no existía por ningún lado, y pensamos, claro, en el internet”.
A partir de ese momento nació la empresa Let’s Kinky, la cual aglutina principalmente dos plataformas: letskinky.com, un sitio de estilo de vida erótico, y hoteleskinky.com, una guía con una selección de los mejores love hotels de la Ciudad de México.
“En aquel estudio de mercado también descubrimos que 72 por ciento de las mujeres quiere ponerle un toque de pimienta a su relación, es decir, sabe que si invita a su pareja al hotel, eso prenderá muy bien. Y teníamos que ‘hotel de paso’ era un nombre horroroso, con una connotación negativa, sucia, ilegal, clandestina, etcétera, además de que existía la necesidad de conocer lo que pasaba en un motel. Así nació nuestro concepto, que te dice cómo, dónde, cuánto”.
Iribe Meza se define como una mujer apasionada por la mercadotecnia y con un gusto especial por el aprendizaje continuo y por mantener el tema del emprendimiento, “pues es algo con lo que uno nace, detectar oportunidades para poder ejecutarlas”. Además, posee un posgrado en marketing digital, “lo que me mantiene actualizada en todo lo que es el uso de la tecnología, manejo de redes sociales, la parte estratégica de comunicación y la estructura y estrategia de marca, los cuales tienen mucho valor en el tema del negocio”.
—¿Qué te propusiste como misión al crear el concepto Let’s Kinky, Aidee?
—La misión de Let’s Kinky es dignificar la sexualidad, y a través de todas nuestras plataformas y medios de comunicación difundir el ejercicio de una sexualidad sana, segura y consensuada. Tenemos plataformas digitales con generación de contenido de todo lo que se refiere al estilo de vida erótico, pero hablamos mucho más allá de sexualidad, no solamente de toda la parte de salud sexual y de pareja, sino la parte de estilo, moda, nutrición, belleza, cómo verte y sentirte bien, toda la parte de la imagen. Y, sin duda, los destinos hot que te permiten convivir en pareja, destinos nacionales, internacionales, antros, bares, restaurantes, vida nocturna. Mi sección consentida es la de cultura erótica, toda la parte del origen del erotismo, de la historia, el arte, poesía, literatura, cine, televisión. Todo esto contribuye de manera directa a tener y descubrir el propio estilo de vida erótico.
—¿Y el cometido de Hoteles Kinky?
—Es una guía con una selección de los mejores love hotels. Un love hotel es lo que tradicionalmente se conoce como motel, un hospedaje tipo boutique de corta estancia que está orientado de manera particular al disfrute y goce de una relación de pareja con escenarios absolutamente diferentes a los que hay en casa. Esto es, salir de la cama y hacer lo de siempre como nunca. Esta guía es una selección, no están todos, solo los mejores, son 150 love hotels en toda la Ciudad de México. La guía permite hacer una búsqueda por zona y planear una experiencia, y se puede buscar por preferencia de género o por práctica, u hoteles que permiten parejas homosexuales, swingers, etcétera.
—¿En qué se diferencian los Hoteles Kinky de los moteles tradicionales?
—La más relevante, y única en el mundo, es la búsqueda de love hotels por atracción. Esto es, por los mobiliarios que están dentro de una habitación que permiten incrementar la experiencia, algo más allá del jacuzzi: pole dance, potro del amor, rincón del sacrificio, escenario bondage o cosas inimaginables como una alberca privada dentro de la recámara. Para pertenecer al directorio requerimos que los inmuebles candidatos satisfagan tres garantías: higiene, que es una preocupación de todos los usuarios de un love hotel; seguridad, que mi integridad personal ni mi privacidad estén en riesgo; y los servicios, que incluyen calidad en la recepción, valet parking, forma de pago, room service, alimentos, etcétera. La selección ha sido sumamente cuidadosa, yo como cofundadora de la empresa he formado parte de todos los procesos, incluida la selección de los hoteles.
—¿A qué achacas el éxito del concepto Kinky?
—A que el origen del negocio está basado en el entendimiento propio de los usuarios, de la categoría per se, una categoría muy lastimada, de la que se habla negativamente, casi todas las connotaciones que están alrededor de la sexualidad son negativas, entonces, hay que entender la categoría propia de la hotelería de corta estancia. Es un entendimiento continuo y constante de todo el mercado, hay competencia, sí hay, pero la garantía del éxito de cualquier negocio se basa en no perder la meta, que para nosotros es una sola y está pensada con base en una estrategia y en el entendimiento del marcado que, en este caso, debo entender que yo no soy target, la sexualidad no se ejerce como yo lo digo, sino que hay que entender al de allá afuera.
—Desde el punto de vista de la economía y los negocios, ¿qué importancia le atribuyes a Hoteles Kinky para la Ciudad de México?
—Una muy importante. La categoría de la hotelería, y hablo de manera particular de los moteles, es una industria muy grande porque se puede dar una gran rotación de la renta de habitaciones en un día, por eso la tarifa es más baja, porque se está intentado cumplir con una tarifa, por ejemplo, de 1,500 pesos al día, que si dividimos entre tres, tienes en 500 pesos una habitación. Y como todos somos seres sexuales, la categoría genera una gran derrama. Es un negocio que ofrece empleo a muchísimas personas, valet parking, recepción, limpieza, cocineros, lavanderos, y mantiene una economía activa en todo el país. Y eso sin olvidar el consumo de productos altamente relacionados con el tema de la sexualidad, como los preservativos y los juguetes sexuales.