Las relaciones de Estados Unidos con Iraq han empeorado durante el gobierno del presidente Donald Trump, especialmente cuando se incluyó al país asiático en la llamada prohibición de viaje de Trump para seis naciones musulmanas.
Y no parece que las últimas revelaciones de los comentarios privados de Trump sobre funcionarios iraquíes vayan a suavizar las cosas: se supo que después de que una delegación iraquí visitara al presidente en la Oficina Oval el año pasado, Trump los describió como “el grupo de ladrones más consumados que había conocido”, dijo un exfuncionario estadounidense al diario The Washington Post.
El comentario fue hecho en broma, dijo el funcionario, pero Trump pareció sugerir que los iraquíes le habían robado a Estados Unidos. Washington ha entregado 1,700 millones de dólares en ayuda humanitaria a Iraq desde 2014 para mejorar su infraestructura y economía devastadas por la guerra.
No fue la primera vez que Trump acusó a los iraquíes de robar las arcas de los EE. UU. En un evento durante la campaña presidencial de 2016, dijo, “Iraq, torcido como el infierno. ¿Qué tal si traemos cestas con dinero, millones y millones de dólares, y las repartimos?
“Quiero saber quiénes fueron los soldados que tuvieron ese trabajo, porque creo que están viviendo muy bien en este momento, sean quienes sean”.
Las relaciones entre Washington y Bagdad han sido tensas desde que Trump anunció que no se permitiría a los ciudadanos iraquíes viajar a Estados Unidos, tras protestas del gobierno de Iraq tuvo que eliminarlo de la lista.
Bagdad se sintió traicionado por la administración Trump en un momento en que el país sirvió como un aliado clave en la batalla para derrotar al grupo militante del Estado Islámico (ISIS) y poner fin a su control territorial en el oeste y el norte de Iraq.
Los Estados Unidos formaron una coalición internacional para trabajar con los militares iraquíes y expulsar al grupo yihadista de ciudades como Ramadi, Tikrit, Mosul y Fallujah, que se extendió desde principios de 2014 en adelante.
Después llegar al poder, en enero de 2017, Trump sugirió que Estados Unidos “debería haber mantenido el petróleo” después de que sus fuerzas invadieron Iraq en 2003. “Quizás tendremos otra oportunidad”, dijo en su primer discurso en la sede de la CIA, informó Foreign Policy.
En diciembre, declaró la victoria sobre ISIS después de más de tres años de una campaña aérea y terrestre para derrotar al grupo.
“Hemos ganado en Siria, hemos ganado en Iraq, pero se han extendido a otras áreas, y los estamos consiguiendo tan rápido como se han extendido”, dijo en la Casa Blanca.
Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek