El presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, designó este martes un nuevo gabinete ministerial y llamó a recuperar la estabilidad del país dejando atrás la crisis desatada por el polémico indulto al exgobernante Alberto Fujimori.
“Los últimos 30 días han sido probablemente inéditos en nuestra vida política. Hoy vivimos momentos de crispación, pero debemos apostar por el entendimiento para devolverle la estabilidad a nuestro país”, dijo Kuczynski, quien lucía sonriente y distendido al tomar juramento a los nueve nuevos integrantes de su gobierno, compuesto por 19 miembros.
Siete mujeres integran el nuevo ejecutivo, incluida la flamante canciller Cayetana Aljovín, quien ha acompañado a Kuczynski desde el inicio de su mandato hace un año y medio, primero como ministra de Inclusión Social y luego de Energía y Minas.
El mandatario pareció hacer un giño al APRA, el partido socialdemócrata del expresidente Alan García (1995-1990 y 2006-2011), al nombrar a dos de sus militantes como ministros: Javier Barreda es el nuevo titular de Trabajo y Abel Salinas (hijo de un exdirigente histórico aprista y candidato presidencial de ese partido) estará al frente de Salud.
Sin embargo, el APRA anunció en Twitter que expulsaba a ambos del partido por no haber consultado su ingreso al gobierno.
En Defensa fue nombrado Jorge Kisic, un general retirado de la Fuerza Aérea, mientras que en Cultura fue designado Alejandro Neyra, un escritor y diplomático de carrera.
Ninguno de los nuevos ministros está identificado con el fujimorismo, aunque se especulaba que podrían ingresar al gabinete seguidores del expresidente Fujimori (1990-2000).
“Enfrentamiento no termina”
Hace dos semanas que Kuczynski, un empresario de centro-derecha de 79 años, prometió nombrar un gobierno de “reconciliación”, en medio de las renuncias de dos ministros por el perdón que otorgó en la víspera de Navidad a Fujimori, quien cumplía una condena de 25 años de prisión por violación de derechos humanos y corrupción.
“No cesaré ni un minuto para lograr la reconciliación nacional”, dijo Kuczynski, quien afirmó tras la toma de posesión de sus nuevos ministros que ahora podrá abocarse a atender los principales problemas de Perú.
Sin embargo, el analista político Luis Benavente dijo que “no son muchas” las posibilidades de que el nuevo gabinete supere la crisis.
“Lo que pasa es que la situación es muy crítica y las expectativas son muy grandes. El gobierno ha cometido errores de poner un nombre tan expectante como ‘gabinete de la reconciliación'”, declaró Benavente a la AFP.
“El país está en una etapa de enfrentamiento que no ha concluido. Está en pleno enfrentamiento, entonces ni éste, ni ningún gabinete va a poder reconciliar al país, que está muy enfrentado. Un gabinete nuevo no va reducir la inestabilidad política”, subrayó.
Varias organizaciones convocaron a una jornada de protesta nacional para este jueves en rechazo al indulto, mientras las familias de las víctimas de Fujimori preparan los argumentos que llevarán a la audiencia del 2 de febrero ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos en busca de anular el perdón.
Fujimori, de 79 años, quien permanece en una residencia alquilada en un condominio del este de Lima tras recuperar su libertad, rompió su silencio el fin de semana al decir en Twitter que “anhela un Perú sin rencores”, acción interpretada por muchos como la antesala de su regreso a la política.
“No participamos en gabinetes”
Los problemas del actual mandatario peruano se desataron a mediados de diciembre, cuando la constructora brasileña Odebrecht reveló que pagó casi cinco millones de dólares a empresas ligadas a Kuczynski mientras era ministro del entonces presidente Alejandro Toledo (2001-2006).
Hasta entonces Kuczynski había negado todo lazo con la cuestionada empresa, que después de decidir cooperar con la justicia peruana confesó que había pagado 29 millones de dólares en sobornos en el país a lo largo de tres gobiernos.
El presidente sobrevivió a una moción de destitución en el Congreso el 21 de diciembre, al contar a última hora con las abstenciones de 10 legisladores fujimoristas encabezados por Kenji Fujimori, hijo menor del exgobernante.
Tres días después, Kuczynski concedió el indulto desatando un nuevo vendaval, que lo forzó a organizar un nuevo gabinete, el tercero en un año y medio de mandato.
Desde el comienzo de su gestión, el mandatario ha estado contra las cuerdas por presiones del partido Fuerza Popular (derecha populista), la mayor fuerza política del país, que lidera Keiko Fujimori, también hija del expresidente.
Fuerza Popular descartó integrarse al gobierno de Kuczynski.
“Nosotros hemos dicho claramente que no participamos en gabinetes, porque creemos que hasta no haya un cambio en la presidencia va ser muy difícil trabajar juntos”, dijo la legisladora Úrsula Letona.