
Puebla, Pue. Las normalistas de la Escuela Normal Rural Carmen Serdán denunciaron que la detención de sus compañeros constituyó una violación a sus derechos humanos.
Ayer martes, 105 alumnas, 35 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, cinco choferes y un asesor jurídico fueron detenidos tras participar en un mitin y un bloqueo en las inmediaciones de Casa Aguayo.
En un comunicado, las normalistas responsabilizaron al secretario de Gobernación de Puebla, Samuel Aguilar Pala, y al gobernador Alejandro Armenta, calificando los hechos como un acto de represión contra el movimiento normalista.
Además, acusaron al subsecretario de Educación Federal, Ricardo Villanueva, de participar en una estrategia de criminalización hacia este sector estudiantil.
Durante la detención, las estudiantes señalaron que fueron bajadas de los autobuses de manera violenta, agredidas físicamente por elementos municipales y amenazadas con armas de fuego.
Asimismo, denunciaron que un grupo de choque del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) Sección 23 las ha hostigado desde hace meses.
Por otra parte, ya por la noche, el gobierno estatal informó que los autobuses con las estudiantes habían sido revisados y estaban siendo regresados a Teteles. Sin embargo, integrantes del Honorable Consejo Estudiantil Juventud Libre indicaron no tener conocimiento del retorno de sus compañeros.
En respaldo a las normalistas, la Unión Popular de Vendedores y Ambulantes 28 de Octubre señaló que su protesta responde a la amenaza de eliminación de la Escuela Normal Rural Carmen Serdán, como parte de un plan que consideran busca debilitar el sistema de educación rural.
Denunciaron que han reducido la matrícula, los presupuestos y la inscripción interna, afectando servicios de dormitorio, comedor y otras prestaciones a los alumnos.
Este sistema, creado hace más de 100 años, ha garantizado educación media a hijos e hijas de familias rurales y comunidades autóctonas.
La organización de ambulantes denunció que el gobierno busca eliminar las normales rurales para ocupar sus instalaciones con las llamadas Universidades del Bienestar o crear nuevas instituciones, como la Universidad de la Salud en Yaonáhuac, Puebla, lo que consideran un perjuicio directo a la educación rural y al normalismo.