
UCRANIA DENUNCIÓ EL LUNES LA PARTICIPACIÓN por videoconferencia del director estadounidense Woody Allen en un festival de cine de Moscú, lo que considera un “insulto” a las víctimas de la invasión rusa.
El cineasta, de 89 años y repudiado por gran parte de su industria por acusaciones de agresión sexual contra su hija adoptiva, habló el domingo en un evento en línea de la Semana del cine internacional de Moscú.
El ministerio ucraniano de Relaciones exteriores consideró que su participación es “un vergüenza y un insulto al sacrificio de los actores y cineastas que murieron o resultaron heridos por criminales de guerra rusos”.
Woody Allen “elige cerrar los ojos sobre las atrocidades que Rusia comete en Ucrania”, denunció el ministerio y consideró que la cultura no debe nunca “ser utilizada para limpiar crímenes”.
Ucrania, que Rusia invadió desde febrero 2022, pide el aislamiento total del país en la escena internacional, inclusive en los campos de la cultura y el deporte. Ucrania denuncia sistemáticamente la participación de personalidades occidentales en acontecimientos en Rusia, que son escasas desde el inicio de la guerra.
La conferencia en la que participó Woody Allen fue moderada por el director ruso Fiodor Bondarchuk, que apoya al presidente Vladimir Putin. En esta sesión, Woody Allen afirmó que planea filmar en Rusia si eso le es propuesto, según la agencia de prensa estatal Ria Novosti.
“Si tales proposiciones se presentan, me sentaré y reflexionaré en un guión sobre el binestar que se puede sentir en Moscó y en San Petersburgo”, dijo. Según Ria Novosti.
Woody Allen se refirió a un viaje “poco agradable” en tiempos de la Unión Soviética, y agregó que después “todo cambió, Rusia se volvió maravillosa”.
Woody Allen, maestro de la comedia y la sátira social, ya casi no filma en Estados Unidos. Casi toda la profesión le dio la espalda en Estados Unidos después de que su hija adoptiva, Dylan Farrow, lo acusó de haberla agredido sexualmente cuando era niña.
El aclamado director es el continuo ejemplo del debate cultural si la obra se debe separar del artista. Allen ha sido acusado por su hija adoptiva, Dylan Farrow, por varias décadas, de abuso sexual cuando ella era niña.
Dichas denuncias siempre las ha negado y se ha referido a las investigaciones judiciales que lo han exonerado. Sin embargo, con el resurgimiento del movimiento #MeToo, estas acusaciones cobraron fuerza en la opinión pública y provocaron un distanciamiento del cineasta con gran parte de Hollywood: actores han rechazado trabajar con él, distribuidoras han cancelado estrenos y muchos festivales internacionales han optado por no incluir sus películas.
Este último festival ruso ha sido de los pocos que la han abierto la puerta para participar. N
(Con información de AFP)
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