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Regina Blandón y el eco de la denuncia

Publicado el 14 de octubre, 2025
Regina Blandón y el eco de la denuncia
Regina Blandón es una actriz mexicana de cine, teatro y televisión, reconocida por su papel de Bibi en La familia P. Luche y por su activismo feminista. (Especial)

EN EL VERTIGINOSO MUNDO DEL ENTRETENIMIENTO, pocos actores se atreven a sumergirse en historias que no solo exigen un virtuosismo técnico, sino una brutal entrega emocional. Regina Blandón ha abrazado este desafío con su interpretación en Prima Facie, una obra de teatro unipersonal que, a lo largo de 86 páginas de guion, desmantela el sistema de justicia en torno a la agresión sexual.

NW Noticias tuvo una conversación con la actriz, que es una de las más destacadas de su generación y conocida por su versatilidad en cine, televisión y teatro. Quien revela la agotadora dimensión de este proyecto, pues no se trata solo de memorizar un texto extenso; es una inmersión constante en un territorio oscuro que resuena dolorosamente en la realidad mexicana y global.

EL MARATÓN DE LA MEMORIA Y EL ALMA

Al preguntar sobre la exigencia del papel como Tessa, Blandón no titubea. “Sí, sí, sí, acabo cansada un poco, tanto físicamente como anímicamente es un viaje bien intenso, y esto lo vimos desde los ensayos”, confiesa.

El desafío comienza con lo técnico: memorizar 86 páginas de un texto originalmente escrito en inglés. “El inglés tiene menos palabras, es más sintético y nosotros para explicar lo mismo necesitamos más palabras, entonces dura un poco más que la versión inglesa”, explica la actriz.

Pero el verdadero agotamiento viene del viaje emocional. El personaje, Tessa, es una abogada brillante que se convierte en víctima. Esto obliga a la actriz a transitar “conversaciones y lugares dolorosos y oscuros a los que tienes que ir para ponerte en los zapatos del personaje”. La preparación fue un encuentro consigo misma, lleno de preguntas difíciles, llanto y “conversaciones dolorosas con muchas personas del equipo”, reconoce Blandón.

La resonancia de la obra ha sido “fuera de serie”. Blandón describe la catarsis del público: personas que esperan al final de la función para abrazarla, que se quedan en las butacas “como que reviviendo tal vez lo que les pasó”. La incomodidad del tema es precisamente la razón por la que debe seguir hablándose, pues incita “estas conversaciones necesarias y hacer estas reflexiones”.

ABRIENDO EL EXPEDIENTE

La carga emocional es inmensa, especialmente al abordar un tema tan sensible como el abuso sexual. La preparación de Blandón fue mucho más allá de la lectura de guion, anclándose en la experiencia colectiva.

“Todas las personas con las que he platicado sobre abuso sexual y más en este país, o hemos sido víctimas o tenemos a alguien junto que ha sido víctima”, reflexiona. La actriz tuvo que recurrir a su propia experiencia y a la de otras mujeres, además de buscar la perspectiva legal.

El equipo se reunió con abogadas especialistas en materia de género, y la obra ha atraído a un público de alto nivel académico y judicial: “Personas del colegio de abogados fueron también a ver la función, ministros de la Suprema Corte, fuimos a la UNAM a hablar también a tener este debate y esta plática con gente que está estudiando leyes en este momento, ¿no? Para ver qué puede cambiar y cómo podemos cambiar como sociedad”.

“Prima Facie” es un monólogo escrito por Suzie Miller que narra la historia de una abogada exitosa que, tras ser víctima de agresión sexual, se ve obligada a enfrentarse a su propio sistema judicial patriarcal. (Especial)

Este texto ha demostrado ser universalmente devastador: “Es el mismo texto en todos los países donde se ha presentado y es la misma respuesta y es la misma revictimización y es la misma víctima quien sale perdiendo”.

Los ensayos fueron tan intensos que hubo días de pausa: “Hoy ya no puedo más, paremos esta sesión porque mi corazón está un poco, como que le tengo que hacer un apapacho, comerme un pan dulce, el dolor del alma así es un reto”. Para protegerse, la actriz recurre a técnicas de autocuidado, comparando el esfuerzo con “correr un maratón” que requiere buena alimentación, descanso y, curiosamente, el uso de “hongos para la concentración, adaptógenos”. Ella busca tener algo como una “capa, como un topecito, como una curita, para tampoco irme hasta lo más oscuro de lo oscuro, porque también el cuerpo no sabe que es broma”.

LA EMPATÍA Y EL PÚBLICO

La obra logra lo que a menudo las noticias no pueden: desadormecer a la audiencia de la violencia cotidiana. Blandón cree que estamos “un poco adormecidos a la violencia que vivimos diario”, usando el “privilegio” de apagar el celular ante las cifras de feminicidios o genocidio.

En el teatro, esa opción desaparece. Los espectadores ríen y lloran colectivamente, observando “lo que pasa a una víctima de agresión sexual desde que sucede, que le cambia la vida hasta que sí denuncia”.

El impacto es profundo: “Me ha tocado muchos tipos de público, obviamente me escriben después a decir esto me pasó y nunca lo había dicho, o me esperan al final y nos damos un abrazo”. Pero lo más revelador es la reacción de los hombres: “Yo no me había dado cuenta, yo nunca lo había pensado así”.

“Creo que se enciende la empatía sí o sí y nos hace pensar en conjunto cómo esto tiene que dejar de pasar”. El arte, en este caso, se convierte en un arma política. Prima Facie usa una estructura inicial que recuerda a una “comedia romántica, al estilo de Legalmente Rubia“, donde el espectador se ríe y quiere ver triunfar a Tessa. Es ese arco, esa caída abrupta y devastadora, lo que subraya el verdadero mensaje: el agresor no siempre es un extraño en un callejón. “La mayoría de los agresores están junto a ti, en tu casa incluso. Tu pareja, tu familiar, tu amigo”, indica Regina que la acompaña con las estadísticas de estos hechos.

La pregunta que el público se lleva a casa no es sobre el dolor de la víctima, sino: “¿Qué puedo hacer yo o qué he hecho yo desde mi lugar para que nadie tenga que sufrir esto nunca más?”

UN PAÍS POLARIZADO

Con una gira en puerta que arranca en Monterrey y seguirá a otras ciudades como Puebla y Guadalajara, Blandón es consciente de que el tema podría resonar de manera diferente fuera de Ciudad de México, en un país que sigue siendo “profundamente machista”.

“Sí estoy ciscadilla, pero pues hay que hablarlo, no queda de otra”, afirma. La actriz ve la gira como una extensión de esa conversación necesaria, una forma de “sanar cosas” y “elicitar conversaciones necesarias”.

COMPROMISO FEMINISTA

En medio de este dramático tour, Blandón sigue siendo una de las figuras más queridas y taquilleras de la industria. Lejos de renegar de personajes icónicos como Bibi (su personaje en La Familia P. Luche), lo abraza con agradecimiento. “Desmarcarme de eso es un poco, no sé, o sea, como que es parte de mí, y la gente llega con mucho cariño y mucho amor”.

Este año ha sido un torbellino para la actriz, con múltiples proyectos en cine, teatro y series como la aclamada adaptación de Mentiras: La Serie, donde su trabajo como cantante fue arduo y, a su juicio, le generó un “síndrome del impostor”. El éxito, sin embargo, ha sido rotundo.

Pero más allá de los reflectores, Blandón es una voz activa en la conversación social. Se considera parte ferviente del movimiento feminista y aboga por el diálogo en una época de polarización y odio en redes. “Sí me considero parte del movimiento… que han gritado para que nosotros podamos seguir caminando y podamos seguir gritando hasta que ya no tengamos que hacerlo más”.

Al enfrentar el hate en línea, su motor es la indignación por la injusticia. Blandón no contesta para convencer a los detractores, sino para “amplificar esas voces” y, sobre todo, para generar lo que ella llama “digestión colectiva”, para procesar estos odios y señalamientos basados en el disgusto.

“Crear un diálogo… Igual hay alguien que lee eso y dice, ah, eso no lo había escuchado, pues me voy a poner a investigar otra cosa, ¿no?”, concluye. Entre el drama que exige el alma en el teatro y la comedia que disfruta en cine, Regina Blandón sigue utilizando su plataforma para contar historias —y para exigir que dejemos de ser un país adormecido ante el dolor.

“PRIMA FACIE”

Prima Facie es un monólogo escrito por Suzie Miller que narra la historia de Tessa, una abogada exitosa que, tras ser víctima de agresión sexual por parte de un colega, se ve obligada a enfrentarse a su propio sistema judicial patriarcal y a la desprotección de las víctimas, descubriendo que la ley no fue escrita pensando en ellas y que la carga de la prueba recae sobre ellas. N

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