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Hipertermia oncológica: una terapia complementaria en el tratamiento del cáncer de mama

Publicado el 12 de octubre, 2025
Hipertermia oncológica: una terapia complementaria en el tratamiento del cáncer de mama
El cáncer de mama sigue siendo el tipo de cáncer más frecuente y la principal causa de muerte por esta enfermedad entre mujeres a escala global. (AdobeStock)

CADA MINUTO CUATRO MUJERES reciben un diagnóstico de cáncer de mama en el mundo y una pierde la vida por esta enfermedad, de acuerdo con el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) —organismo especializado de la OMS—. Lourdes Alonso forma parte de las estadísticas. Tras enfrentar el diagnóstico, someterse a cirugía, radioterapia y medicamentos, encontró en la hipertermia oncológica —también conocida como oncothermia— una alternativa que le devolvió energía y bienestar.

El cáncer de mama sigue siendo el tipo de cáncer más frecuente y la principal causa de muerte por esta enfermedad entre mujeres a escala global. Se estima que, hacia 2050, los casos aumentarán un 38 por ciento y las muertes anuales crecerán un 68 por ciento. El simple hecho de ser mujer constituye el mayor factor de riesgo: 99 por ciento de los casos corresponde a este género, mientras que entre 0.5 y 1 por ciento afecta a hombres.

“RECIBÍ 32 SESIONES DE RADIOTERAPIA”

“Fui diagnosticada hace tres años. Cuando el médico me auscultó detectó una bolita en el seno y me mandaron a realizar una biopsia. Después me operaron y analizaron si era candidata a quimioterapia o radiaciones. Recibí 32 sesiones de radiación y terminé muy decaída, sin fuerzas para levantarme. Me sentía realmente mal”, relata Lourdes, de 69 años, quien lleva el cabello recogido y viste de negro, en entrevista con NW Noticias.

Luego de la cirugía, la radioterapia suele aplicarse para eliminar células cancerosas microscópicas que pudieron haber quedado en la mama o en los ganglios linfáticos, con el fin de reducir el riesgo de recurrencia o metástasis. Sin embargo, Lourdes seguía con el ánimo bajo hasta que decidió atender la recomendación de su hijo Héctor, quien le habló de la hipertermia oncológica, que se aplica en Japón, país con amplia investigación en el tema.

Así inició las sesiones como complemento a su tratamiento convencional. En sus palabras, al principio sintió dolor, incluso al grado de gritar y sujetarse con fuerza; no obstante, pronto percibió mejoras claras.

“No lo niego, me dolió, grité y hasta golpeaba el sillón. Pero al cuarto día, después de la terapia, me levanté con ganas de lavar, planchar, cocinar… fue un día lleno de energía. En ese tiempo tomaba taxus —un medicamento utilizado principalmente para tratar el cáncer de mama en mujeres posmenopáusicas con tumores con receptores de estrógeno positivos—, pero me quitaba el apetito y me resecaba la boca. Lo suspendí, aunque debía seguirlo por cinco años para evitar que la enfermedad regrese. Después de dos meses de hipertermia ya me sentía mucho mejor, con más fuerza y recuperación”, asegura.

HIPERTERMIA ONCOLÓGICA, UN TRATAMIENTO COADYUVANTE

La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos (NLM, por sus siglas en inglés) define la hipertermia (HT) como un método que trata tumores mediante el aumento de la temperatura celular y que puede aplicarse junto con otros tratamientos oncológicos verificados —cirugía, radioterapia, quimioterapia, terapia génica e inmunoterapia—.

El calor se logra a través de diferentes fuentes de energía, como microondas, radiofrecuencia, ultrasonidos y ondas electromagnéticas. La fuente de energía depende del tipo y la localización del cáncer. La temperatura utilizada también varía. Rara vez la HT se usa sola, la NLM refiere que cuando se emplea en combinación con otros tratamientos se observan mejores tasas de supervivencia, como el caso de Lourdes Alonso.

En otras palabras, el Instituto Médico de Oncología Avanzada (INMOA), con sede en España, esclarece que la oncothermia busca calentar los tumores. Para crecer, estos desarrollan sus propios vasos sanguíneos, que son muy finos, estrechos y se rompen con facilidad; incluso en algunos casos, el primer síntoma de un tumor se manifiesta con sangrado.

Hoy en día la paciente Lourdes Alonso recibe la terapia de hipertermia oncológica. ( Yoset Herrera / cortesía de SHT Terapia de Hipertermia Superior)

En ese tenor, los tratamientos sistémicos —quimioterapia o inmunoterapia— tienen que viajar por esos vasos sanguíneos, lo que dificulta su acceso al interior del tumor. Por ello, al aplicar calor en la zona tumoral, lo que se consigue es dilatar esos vasos intratumorales y así facilitar que estos tratamientos lleguen al lugar donde tienen que hacer su efecto.

Además, cuando un paciente recibe radioterapia, esta requiere oxígeno para funcionar; una deficiente vascularización provoca que los tumores tengan niveles bajos de oxígeno. “El calentamiento mejora este proceso sin incrementar los efectos adversos de la quimioterapia o de la radioterapia”, así lo pormenoriza la oncóloga y directora médica de INMOA, Elisabeth Arrojo Álvarez, en la página oficial del instituto.

No obstante, mientras en algunos hospitales y centros oncológicos de Estados Unidos y España ya se ofrece este método con médicos especializados, en México es menos común, siendo el sector privado el protagonista. En el país europeo, por ejemplo, se realizan estudios en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, el primero del sistema público español que dispone de esta tecnología. Otro desafío de la oncothermia consiste en que requiere equipos especializados, lo cual restringe su disponibilidad.

UNA CLÍNICA EN MÉXICO OFRECE ESTE TRATAMIENTO; LA MIRADA TAMBIÉN ESTÁ PUESTA EN EL CÁNCER DE MAMA

En México la Hipertermia Clínica SHT constituye uno de los centros que ofrecen este tratamiento desde hace dos años. El establecimiento, ubicado en la colonia Nápoles de la Ciudad de México (CDMX), utiliza tecnología japonesa para atender no solo a pacientes con cáncer de mama, sino también con otros tipos.

De acuerdo con la NLM, la HT puede aplicarse en casos de cáncer de apéndice, vejiga, cuello uterino, esófago, cabeza y cuello, hígado, de mama y pulmón. Durante un recorrido realizado por NW Noticias en dicha clínica, la doctora Indra Anayelic Andrade, responsable sanitaria, comparte que, de los más de 70 pacientes atendidos, 35 corresponden a cáncer de mama.

“Nunca se les pide que dejen sus otros tratamientos, sino que lo tomen en conjunto para que haya mejor respuesta. En cuanto a si todos los pacientes son candidatos, depende de varios factores, se les tiene que hacer una sesión exploratoria porque hemos tenido pacientes con cáncer resistente. Personas con cáncer de mama en etapa inicial pueden llegar a salir en seis o 10 semanas con alrededor de tres sesiones a la semana, pero otra vez esto obedece a la evolución de la enfermedad y la respuesta de los demás tratamientos”, señala.

CÓMO FUNCIONA

En cuanto a cómo funciona este método, la doctora Andrade explica que, al llegar el paciente, primero se le muestra la clínica y el equipo, el cual opera con ondas microelectromagnéticas con una frecuencia de 2.54 GHz (Gigahercios) y alcanza temperaturas entre 41 y 42 °C, porque “generalmente llegan temerosos”. Acto seguido, se realiza una sesión exploratoria que puede extenderse hasta tres horas, en la que se revisa al paciente de pies a cabeza con el fin de determinar la extensión del cáncer y verificar si se ha propagado a otras partes del cuerpo.

De acuerdo con la médica, en paralelo se ofrece terapia de hidrógeno, reconocida por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Además, se mantiene hidratados a los pacientes con agua alcalina, promocionada como beneficiosa para neutralizar la acidez corporal.

“Al ingresar, el paciente coloca su mano en el sistema de bioimpedancia, una herramienta clínica que utiliza una corriente eléctrica imperceptible para medir la composición corporal. Cuanto más sofisticado es el software, mayor es la capacidad de análisis de datos. Por ejemplo, una báscula de composición corporal común mide grasa visceral, metabolismo basal y músculo esquelético; en cambio, un sistema avanzado puede arrojar información adicional como niveles de azúcar u oxigenación”, detalla Andrade.

Con esos datos reunidos, el paciente pasa a la sala donde se encuentra la máquina de hipertermia. La persona, ya sea sentada o en la posición adecuada para la zona que se debe tratar a fin de estimular la respuesta inmunitaria, se coloca a unos 45 centímetros del equipo, que aplica calor mediante ondas microelectromagnéticas durante aproximadamente una hora. Para favorecer la relajación, la sala permanece con luz tenue.

La Hipertermia Clínica SHT constituye uno de los centros que ofrecen este tratamiento desde hace dos años. (Yoset Herrera / cortesía de SHT Terapia de Hipertermia Superior)

“El número de sesiones depende de cada paciente. No puedo asegurar que en seis semanas concluya con la terapia de hipertermia superior, que es focalizada. Algunos de los efectos secundarios, aunque no graves, pueden ser malestar, sensación de ardor y, en casos extremos, quemaduras de primer grado; por ello mantenemos una supervisión constante”, puntualiza la especialista.

Según el INMOA, lo habitual es administrar dos o tres sesiones semanales dentro de un ciclo de 10 a 12 aplicaciones, aunque la duración total se ajusta a la evolución del tumor y la respuesta de cada persona. En la Hipertermia Clínica SHT, el costo por la sesión exploratoria asciende a 4,500 pesos, que incluye la revisión de cuerpo completo y la propuesta de terapia.

“La clínica dispone de un equipo médico integral compuesto por oncólogos, endocrinólogos y nutriólogos, quienes colaboran para diseñar el plan de tratamiento más adecuado”, resalta la responsable sanitaria. A su juicio, uno de los principales desafíos consiste en difundir esta tecnología para que más personas la conozcan y accedan a ella. “Necesitamos más apoyo en investigación en salud, de modo que logremos darla a conocer y llegar a comunidades donde aún no existen tratamientos”, añade.

Actualmente Lourdes Alonso, paciente de esta clínica, acude solo cada uno o dos meses para recibir hipertermia oncológica. “Aunque al terminar la sesión me invade el sueño, al siguiente día recupero energía y me siento renovada”, afirma.

En resumen, en los últimos años la hipertermia oncológica se ha consolidado como una terapia efectiva y complementaria de otros tratamientos en diversos tipos de cáncer, entre ellos el cáncer de mama recurrente.

¡NO ESTÁS SOLA EN ESTA LUCHA!

Ante la saturación del sistema público y los altos costos privados, organizaciones ofrecen diagnósticos, tratamientos, prótesis y apoyo emocional. En México el sistema de salud pública con frecuencia se ve rebasado, lo que impide una atención adecuada para las personas con cáncer de mama, aunado al alto costo de esta enfermedad en el sector privado.

De acuerdo con un artículo de la Revista Médica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de 2022, citado por la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos (NLM), el costo económico del tratamiento de cáncer de mama, junto con el incremento de su incidencia y prevalencia, desafía la estabilidad financiera de cualquier sistema de salud.

El costo promedio anual del tratamiento asciende a 251,018 pesos. En estadio I es de 116,123; en estadio II alcanza los 242,132 pesos; en estadio III llega a 287,946, y en estadio IV o metastásico ronda los 358,792 pesos. Frente a este panorama, distintas fundaciones y organizaciones de la sociedad civil asumen la tarea de ofrecer apoyo a las personas que enfrentan esta enfermedad. A continuación, se presentan algunas de ellas.

FUCAM

Es una institución privada sin fines de lucro que se enfoca en brindar atención integral especializada para el cáncer de mama y servicios ginecológicos. Cuentan con una unidad hospitalaria de alta especialidad en Ciudad de México (CDMX) y sedes en Morelos, Oaxaca y Chiapas, según su sitio oficial.

De igual manera, realizan campañas de pesquisa en unidades móviles para llegar a comunidades remotas y detectar de manera temprana posibles casos de cáncer de mama.

Si bien a las pacientes se les cobra una cuota de recuperación —destinada al mantenimiento de equipos e instalaciones—también buscan la manera de apoyarlas para que no se queden sin tratamiento, en caso de no tener solvencia. Por ejemplo, al adquirir productos rosas con etiquetado de FUCAM, un porcentaje de la compra se dona directamente al hospital.

FUNDACIÓN LUIS PASTEUR

Fundada en 1997, es una institución de asistencia privada sin fines de lucro que apoya a mujeres en situación de vulnerabilidad. Su misión es prevenir el cáncer cervicouterino y mamario, mediante la educación, el diagnóstico y tratamiento oportuno de alta calidad.

Realizan estudios de tamizaje, Papanicolau y mastografía. Durante el diagnóstico, el equipo de médicas especialistas lleva a cabo una correlación entre exámenes de laboratorio, gabinete e historia clínica de la paciente para determinar su estado de salud. En la CDMX la fundación se encuentra en la colonia Santa María la Ribera. Igual el costo de recuperación es bajo.

ASOCIACIÓN MEXICANA DE LUCHA CONTRA EL CÁNCER

Por sus siglas, AMLCC, es una organización no gubernamental dedicada a trabajar por las personas que viven con cáncer. A tenor de su sitio, ofrecen diversos apoyos. Por ejemplo, a través de “Guerreras Rosa” brindan orientación, apoyo emocional, acompañamiento médico y vinculación para estudios de detección temprana.

Asimismo, articulan esfuerzos con diferentes sectores para ayudar a las personas a conseguir sus medicamentos a precios más accesibles. También mediante su programa “Apoyos complementarios a mujeres mastectomizadas” ofrecen prótesis externas de mama, brasieres especiales y mangas para linfedema.

MILC

Es una organización conformada por profesionales de salud que lucha por mejorar la problemática en el diagnóstico y calidad de vida de las pacientes con cáncer de mama en México. Cuentan con distintos programas como Alerta Rosa, Empresa Rosa, EvaRisk y Joven & Fuerte; este último centrado en atender a mujeres menores de 40 años.

Dentro de sus servicios destacan las pláticas informativas, talleres y grupos de apoyo.

FUNDACIÓN ALMA

Es una organización sin fines de lucro, fundada en 2009, dedicada a brindar cirugías de reconstrucción mamaria a mujeres de escasos recursos que superaron el cáncer de mama. A través del apoyo de donantes y aliados permiten que más mujeres accedan a un tratamiento integral, digno y esperanzador. N

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