Las organizaciones israelíes de derechos humanos B’Tselem y Médicos por los Derechos Humanos Israel han emitido este lunes una contundente denuncia contra su propio gobierno, al afirmar que Israel está cometiendo un genocidio en la Franja de Gaza. En una declaración sin precedentes, estas instituciones con décadas de trabajo humanitario documentaron lo que consideran una política sistemática de destrucción contra la sociedad palestina.
“Nada te prepara para darte cuenta de que eres parte de una sociedad que comete genocidio. Este es un momento profundamente doloroso para nosotros”, declaró Yuli Novak, directora ejecutiva de B’Tselem.
Durante una conferencia de prensa en Jerusalén. El informe, basado en más de 20 meses de investigaciones, testimonios y datos, sostiene que las acciones del gobierno israelí no son aisladas, sino una “acción coordinada destinada a destruir intencionadamente la sociedad palestina en Gaza”.
Por su parte, Médicos por los Derechos Humanos denunció una “destrucción deliberada y sistemática del sistema sanitario de Gaza”, documentando ataques a hospitales, impedimentos al acceso médico y una crisis sanitaria sin precedentes.
Estas acusaciones llegan en un momento en que la comunidad internacional mantiene una creciente presión sobre Israel. La Corte Penal Internacional (CPI) ha emitido órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el exministro de Defensa Yoav Gallant, por presuntos crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad.
El gobierno israelí rechazó categóricamente las acusaciones. David Mencer, portavoz oficial, declaró que “no tiene ningún sentido que enviemos 1.9 millones de toneladas de ayuda si hubiera una intención de genocidio”. Afirmó que las Fuerzas de Defensa de Israel “atacan a los terroristas y nunca a los civiles”, responsabilizando a Hamás por el sufrimiento de la población gazatí.
La declaración de estas dos importantes ONG israelíes añade una dimensión interna al debate global sobre la ofensiva en Gaza, que ha dejado miles de muertos y un colapso total en la infraestructura humanitaria. Lejos de venir de voces externas, estas denuncias provienen del propio tejido civil de Israel, lo que eleva la gravedad y credibilidad del señalamiento.
El informe marca un antes y un después en el relato oficial del conflicto, situando en el centro del escenario no solo a los gobiernos y las milicias, sino a la sociedad civil israelí que exige rendición de cuentas. N
(Con información de AFP)