Ricas en nutrientes esenciales como vitaminas, minerales y fibra, las verduras ocupan un lugar clave en una dieta saludable y, por ello, los médicos aconsejan incluir varias porciones al día. No obstante, aunque aportan beneficios al organismo, no siempre resultan igual de favorables para los dientes.
Así lo concluyó un estudio de la Universidad Politécnica de Valencia, en España, cuyos investigadores identificaron un posible efecto perjudicial permanente en el esmalte dental asociado a las dietas basadas en plantas.
El esmalte recubre las capas internas de los dientes —la dentina y la pulpa— y actúa como una barrera protectora frente al daño. Se trata de la sustancia más dura del cuerpo humano, incluso más resistente que el acero.
Sin embargo, a pesar de su dureza, el esmalte también presenta una gran fragilidad. Resulta especialmente sensible a las bacterias, la placa y los ácidos presentes en la boca. Además, puede desgastarse por el contacto mecánico con ciertos alimentos.
Para su artículo, los investigadores crearon hojas artificiales incrustadas con fitolitos vegetales (partículas microscópicas de sílice [como las que se ven en la arena] que se encuentran en las células de las plantas) y luego las frotaron sobre dientes humanos para analizar los efectos.
Descubrieron que estas partículas efectivamente desgastan el esmalte, sobre todo en dientes con daños preexistentes, y también causan pérdida de minerales. La principal forma de daño no fue el agrietamiento, sino la “deformación cuasi plástica”, un cambio estructural permanente causado por pequeños desplazamientos y fracturas dentro de las varillas del esmalte.
“Los propios fitolitos también se descompusieron durante las pruebas, lo que demuestra que ellos también sufren desgaste”, apuntaron los autores.
EL IMPACTO DE LAS VERDURAS EN EL ESMALTE DENTAL
El esmalte dental está compuesto de calcio, fósforo, agua y proteínas, unidos para formar una capa protectora. La erosión del esmalte hace que los dientes sean más vulnerables a las caries, sensibles al calor, al frío y a los dulces, y también facilita la formación de manchas.
Según la Clínica Cleveland, si bien las caries pequeñas pueden ser reparadas por los dentistas, el esmalte en sí no se puede reemplazar ni vuelve a crecer. Cuando se pierde, lo único que puede hacer un dentista es colocar coronas dentales para prevenir daños mayores.
Ante ese panorama, la prevención es la mejor manera de cuidar el esmalte. Usar hilo dental y cepillarse los dientes a diario (con una pasta dental con flúor y un cepillo de dientes suave y quebradizo) son excelentes maneras de mantener la salud de sus dientes.
“Mantenerse hidratado y beber bebidas ácidas solo con popote, para minimizar el contacto con los dientes, también puede ayudar a prevenir daños. Si rechina los dientes por la noche, usar un protector bucal también contribuye a prevenir el desgaste”, concluyeron los investigadores. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)