¿Cómo fue que intelectuales como Isaac Newton, Arquímedes y Alexander Fleming llegaron a exclamar “¡eureka!” (palabra que expresa el hallazgo de algo valioso o la solución de un problema complejo)? Quizá la respuesta está en dormir bien o por lo menos tomar una siesta de 20 minutos.
De acuerdo con un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Hamburgo, en Alemania, y publicado en la revista PLOS Biology, un mal sueño afecta las posibilidades de alcanzar ese codiciado momento “eureka”.
Para llegar a esa conclusión, el equipo de científicos pidió a 90 voluntarios observar una serie de puntos en movimiento en una pantalla y registrar sus respuestas en un teclado. Sin embargo, las instrucciones no mencionaban un truco oculto que facilitaba la tarea.
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Después de cuatro series de pruebas, los participantes durmieron una siesta de 20 minutos, mientras estaban conectados a un electroencefalograma (EEG), un dispositivo que monitorea la actividad cerebral.
Luego de la siesta, el equipo descubrió que más de dos tercios (70.6 por ciento) de los sujetos tuvieron un momento “eureka” y lograron descubrir el truco que simplificó la tarea. Según los investigadores, quienes lograron entrar en una fase de sueño más profunda tuvieron mayor probabilidad de experimentar el momento “lo encontré”, que quienes simplemente se quedaron con los ojos cerrados.
En ese sentido, el artículo reveló que 85.7 por ciento de quienes lograron la primera fase de sueño más profundo, conocida como sueño N2, experimentaron este momento revelador.
“Los datos del EEG del sueño mostraron que el sueño N2, pero no el N1 (la etapa más liviana), aumenta la probabilidad de tener lucidez mental después de una siesta, lo que sugiere un papel específico del sueño más profundo”, refiere la investigación.
LA SIESTA TRAS EL MOMENTO “EUREKA”
El estudio no comparó a quienes descansaron o tomaron siestas con quienes no lo hicieron. Sin embargo, un artículo previo de los autores, que utilizó la misma tarea, pero no dio a los participantes la oportunidad de dormir, identificó que 49.6 por ciento experimentó momentos de inspiración. Por lo tanto, los investigadores creen que tomar una siesta podría ayudar a quienes necesitan un momento de introspección.
“Creo que muchos de nosotros hemos tenido la experiencia subjetiva de descubrir temas importantes tras una breve siesta. Es realmente gratificante no solo tener datos al respecto, sino también una primera pista sobre los procesos que subyacen a este fenómeno”, declaró la coautora del estudio, Anika Löwe.
En tanto, el coautor Nicolas Schuck afirmó lo siguiente: “Es realmente fascinante que un breve periodo de sueño pueda ayudar a los humanos a establecer conexiones que antes no percibían. La siguiente gran pregunta es por qué sucede esto. Esperamos que nuestro descubrimiento, que podría estar vinculado a la pendiente espectral del EEG, sea una buena primera pista”. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)