El gobierno de Donald Trump retiró a la Universidad de Harvard el derecho de inscribir a estudiantes extranjeros, en una nueva escalada de las tensiones entre su gobierno y la prestigiosa institución.
“Con efecto inmediato se revoca la certificación del Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio (SEVIS) de la Universidad de Harvard”, escribió la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, en una carta a la institución, en referencia al principal sistema que permite a los estudiantes de otros países estudiar en Estados Unidos.
De acuerdo con CNN, que retoma datos de la institución educativa, Harvard tiene 6,763 estudiantes internacionales en su matrícula, que representan 27.2 por ciento en el año escolar 2024-2025. En tanto, la población estudiantil que se identifica como hispana o latina es del 9.22 por ciento, según cifras de Data USA.
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“Harvard tuvo muchas oportunidades de hacer lo correcto. Se negó. Han perdido su certificación del Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio como resultado de su incumplimiento de la ley. Que esto sirva de advertencia a todas las universidades e instituciones académicas del país”, escribió Noem en X (antes Twitter).
La secretaria de Seguridad Nacional acusa a la universidad de “fomentar la violencia, el antisemitismo (discriminación, odio o prejuicio contra las personas judías) y coordinarse con el Partido Comunista Chino en su campus”.
This administration is holding Harvard accountable for fostering violence, antisemitism, and coordinating with the Chinese Communist Party on its campus.
It is a privilege, not a right, for universities to enroll foreign students and benefit from their higher tuition payments… pic.twitter.com/12hJWd1J86
— Secretary Kristi Noem (@Sec_Noem) May 22, 2025
LA POSTURA DE LA ADMINISTRACIÓN DE TRUMP
El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) envió inicialmente a Harvard una carta el 16 de abril exigiendo que la universidad proporcionara información sobre las actividades de los estudiantes internacionales en el campus, incluida la participación en protestas.
La institución, según la publicación The Harvard Crimson, presentó parcialmente los registros disciplinarios de los estudiantes internacionales que habían sido solicitados por Washington.
El gobierno de Trump ha emprendido una lucha sin cuartel contra las universidades del país a las que acusa de permitir el antisemitismo en los campus, a raíz de las manifestaciones propalestinas del año pasado. Además, busca acabar con los programas de diversidad destinados a abordar la migración de las minorías.
La semana pasada el gobierno del republicano anunció un nuevo recorte de 450 millones de dólares en subvenciones federales que se suman a otros 2,200 millones anunciados con anterioridad.
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“Para las universidades es un privilegio, no un derecho, matricular a estudiantes extranjeros y beneficiarse de sus elevados pagos de matrícula para ayudar a engrosar sus multimillonarias dotaciones”, afirmó Noem.
El mandatario estadounidense hace poco calificó a Harvard como una “institución de extrema izquierda y antisemita; un desastre progresista y una amenaza para la democracia”. Por su parte, la universidad demandó a la administración el mes pasado por el intento del gobierno de imponer cambios en su plan de estudios, sus políticas de admisión y sus prácticas de contratación.
LA NUEVA ORDEN CONTRA HARVARD IMPLICA QUE LOS ESTUDIANTES EXTRANJEROS ACTUALES CAMBIEN DE ESCUELA
A tenor de medios internacionales, la nueva orden de Noem también implica que los estudiantes extranjeros actuales cambien de escuela o “perderán su estatus legal”.
“La dirección de Harvard ha creado un ambiente inseguro en el campus al permitir que agitadores antiestadunidenses y proterroristas acosen y agredan físicamente a personas, incluyendo a muchos estudiantes judíos, y obstruyan de otras maneras su otrora venerable entorno de aprendizaje”, apuntó.
En un comunicado, el portavoz de Harvard, Jason Newton, precisó: “La acción del Gobierno es ilegal. Nos comprometemos plenamente a mantener la capacidad de Harvard para acoger a estudiantes y académicos internacionales, provenientes de más de 140 países, que enriquecen enormemente a la Universidad y a esta nación”.
Si Harvard quiere recuperar su capacidad de inscribir a estudiantes internacionales para el semestre de otoño, señala la misiva, la escuela debe proporcionar en las próximas 72 horas todos los registros y archivos de audio y video que involucren actividad peligrosa, amenazante o ilegal por parte de un estudiante internacional inscrito en los últimos cinco años.
Asimismo, debe entregar todo el material de las actividades de protesta de los últimos cinco años que involucran a estudiantes internacionales en su campus en Cambridge, Massachusetts. N
(Con información de agencias)