Una historia con tintes de película terminó con un giro inesperado en la ciudad fronteriza de Mexicali, Baja California. Annie Kathleen Encino, una adolescente de 16 años reportada como desaparecida en Anaheim, California, tras una visita a Disneyland, fue localizada días después en un contenedor de basura al otro lado de la frontera.
La joven había sido vista por última vez el pasado 20 de abril, alrededor de las 4:45 de la tarde, luego de una presunta discusión familiar dentro del parque temático Disney California Adventure. Su repentina desaparición encendió las alarmas en Estados Unidos y activó una Alerta Amber de búsqueda inmediata.
Un hallazgo insólito en una ciudad fronteriza
La historia dio un vuelco cuando, días después, una llamada anónima alertó al número de emergencias en Mexicali sobre una menor que merodeaba y rebuscaba entre la basura cerca de un supermercado en el fraccionamiento Gran Venecia. Agentes municipales acudieron al sitio y encontraron a la adolescente dentro de un contenedor, en aparente buen estado físico, aunque sin ofrecer detalles claros de su travesía.
La identidad de Annie fue confirmada, y las autoridades mexicanas notificaron de inmediato al consulado estadounidense. Su madre viajó a Mexicali para identificarla y recuperarla. La joven fue devuelta a su familia y trasladada de regreso a Estados Unidos.
Silencios y preguntas sin respuesta
Aunque la adolescente fue localizada a salvo, las autoridades han sido parcas sobre los detalles clave del caso. Se desconoce cómo cruzó la frontera, si lo hizo sola o con ayuda, y en qué condiciones se mantuvo durante su estancia en México.
El secretario del Ayuntamiento de Mexicali, Daniel Hernández Ilizaliturri, declaró que Annie no ofreció información clara sobre su paradero ni sobre cómo logró llegar hasta Mexicali. Añadió que su madre refirió antecedentes de conducta problemática, lo que sugiere que la desaparición pudo haber sido voluntaria.
Un sistema que no previno ni detectó
El caso plantea interrogantes sobre la efectividad de los mecanismos de seguridad fronteriza, así como sobre la protección a menores en situación de riesgo. Mientras las autoridades estadounidenses manejan protocolos de búsqueda y activación de alertas, una adolescente pudo cruzar la frontera sin dejar rastro, sin que nadie advirtiera su presencia hasta días después.
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En ambos lados de la frontera, el caso ha generado preocupación: no solo por lo que ocurrió, sino por todo lo que aún no se ha explicado. N