En un contexto global donde la sostenibilidad y la innovación son clave para el futuro energético, Iberdrola México celebra 25 años de presencia en el país. Desde su llegada, en 1999, la empresa ha sido un jugador en la generación de electricidad y le ha apostado a las energías renovables y tecnologías que buscan ofrecer soluciones eficientes y sostenibles.
Katya Somohano, directora general de Iberdrola México, comparte los logros alcanzados en este cuarto de siglo, los desafíos del sector energético y la visión de la compañía para el futuro.
—¿Cuáles han sido los principales logros de la empresa en este tiempo?
—Desde 1999 hemos invertido en México más de 186,000 millones de pesos en plantas de generación eléctrica —ciclos combinados, cogeneraciones, parques eólicos y fotovoltaicos—, a través de las cuales suministramos energía confiable, competitiva y sostenible a nuestros clientes. Hacemos esto creando empleos de calidad, trabajando de la mano de proveedores locales e impulsando el desarrollo de las comunidades donde tenemos presencia.
Por otra parte, hemos implementado programas sociales que han beneficiado a más de 4.5 millones de mexicanas y mexicanos enfocándonos en el fomento de la educación, la salud y el acceso a la energía renovable en zonas apartadas.
Esta historia ha sido posible gracias a la colaboración con autoridades, clientes y proveedores, quienes han depositado su confianza en nosotros y con quienes hemos crecido impulsando una cadena de valor ética, justa y sostenible. A lo largo de estos años hemos demostrado que es posible hacer negocios de manera ética y transparente, lo que nos ha valido certificados nacionales e internacionales, como la prestigiosa Verificación de Líder en Cumplimiento por parte del Instituto Ethisphere.

—¿Cuál ha sido el impacto de su tecnología en la generación de energías limpias y qué innovaciones han implementado recientemente?
—A principios del siglo XXI, Grupo Iberdrola fue pionera a nivel mundial en energías renovables. Desde entonces, la empresa apostó por este tipo de tecnologías, convirtiéndose hoy en un referente con sus más de 44,400 MW de capacidad instalada.
En México, la empresa cuenta con una capacidad instalada de 2,600 megavatios (MW), la mitad de ellos procedentes de seis parques eólicos y tres fotovoltaicos, que evitan la emisión de 2.4 millones de toneladas de CO₂ al año y contribuyen al avance del país hacia la transición energética.
Impulsamos el desarrollo de tecnologías de vanguardia que consolidan la transformación energética. Por ejemplo, el día de hoy tenemos una gran apuesta por la inteligencia artificial, la realidad virtual y el uso del llamado machine learning para el cuidado, mantenimiento y monitoreo de nuestros parques de energía renovable. Algunas de las herramientas tecnológicas que utilizamos en nuestra operación son visores de realidad aumentada y drones para la inspección de instalaciones y espacios confinados.
UNA LABOR FUNDAMENTAL PARA EL PLANETA TIERRA
—Actualmente, la compañía ofrece soluciones energéticas de última generación, como los sistemas fotovoltaicos en sitio y el hidrógeno verde. ¿Qué tan avanzada está la implementación de estas tecnologías en México y cuál es su potencial de crecimiento?
—Queremos ser el compañero de viaje de la industria en sus metas de descarbonización y reducción de la huella de carbono. Tenemos presente que esto es algo fundamental para México y para el planeta Tierra. Para lograr este objetivo, hemos desarrollado un portafolio de soluciones energéticas de última generación como la generación distribuida, las bombas de calor y frío o los certificados de energías renovables (IREC y GDO). Son lo que llamamos nuestras soluciones inteligentes, que siempre van acompañadas de un diagnóstico exhaustivo para entender las necesidades de cada uno de nuestros clientes industriales.
En cuanto a la generación distribuida, México tiene un gran potencial solar que debe aprovechar. Por ello, hemos avanzado en la implementación de una gran cantidad de sistemas fotovoltaicos en instalaciones de empresas comprometidas con la sostenibilidad. Las abastecemos con energía renovable, evitando la emisión de más de 12,000 toneladas de CO₂ anuales.
—¿Cómo equilibran la rentabilidad del negocio con la lucha contra el cambio climático y la transición energética?
—Desde sus inicios en el campo de las renovables, para Iberdrola México la rentabilidad y la sostenibilidad son objetivos complementarios. Nuestra estrategia se basa en inversiones en energías limpias y tecnologías innovadoras que no solo reducen nuestra huella de carbono, sino que también generan valor económico.
Para lograr nuestro objetivo de electrificar la economía y reducir el uso de combustibles fósiles es imprescindible buscar la eficiencia operativa de todos los activos, la optimización de los recursos, la promoción de la economía circular para reducir los impactos ambientales; y todo ello garantizando una solidez financiera e impulsando el desarrollo económico del país.
Además, hemos implementado programas de economía circular, como el reciclaje de componentes de aerogeneradores y paneles solares, promoviendo un uso más eficiente de los recursos y contribuyendo a la lucha contra el cambio climático.
Para los clientes industriales, el uso de energías renovables también supone un beneficio porque son más eficientes y competitivas frente a otros tipos de generación, dado que no requieren de combustibles fósiles.
Con regiones de alto potencial eólico, como Oaxaca y Tamaulipas. Esto nos coloca en una posición estratégica para liderar la transición energética en América Latina
ENTENDER LAS NECESIDADES DE LAS COMUNIDADES
—A la fecha han beneficiado a más de 4.5 millones de personas con programas sociales. ¿Cuáles han sido los principales retos y aprendizajes en la implementación de estas iniciativas?
—Las palabras clave para la implementación exitosa de programas sociales son, sin duda, la escucha activa y la colaboración continua. Cuando hablo de escucha activa me refiero a realmente entender cuáles son las necesidades de las comunidades donde tenemos presencia, y la colaboración continua significa trabajar de la mano con las autoridades y las y los ciudadanos para que contribuyamos colaborativamente al desarrollo de México de manera responsable y sostenible.
Nuestro actuar social se rige por una metodología que, con base en una serie de criterios, nos permite analizar, afinar y potencializar nuestros programas. El fin último, como les comentaba, es generar el mayor valor a la comunidad con estas iniciativas, las cuales además están alineadas a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.

Tras años de trabajo para perfeccionar esta metodología, la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) y la Fundación Iberoamericana para la Gestión de la Calidad (Fundibeq) nos dieron en 2024 el Premio a Mejores Prácticas en materia de ODS.
Uno de los principales retos ha sido adaptar nuestros proyectos a las necesidades específicas de cada comunidad, garantizando su pertinencia y sostenibilidad. Hemos aprendido que la colaboración estrecha con líderes locales y la participación de las comunidades son esenciales para el éxito de las iniciativas.
Quisiera señalar que la integración de nuestros colaboradores a acciones de voluntariado ha sido fundamental, sumamos hasta la fecha un total de 650 actividades y más de 18,000 participantes (internos y externos). Su compromiso y dedicación han amplificado el impacto de nuestros programas, fortaleciendo el tejido social y promoviendo una cultura de responsabilidad social.
—En un contexto global desafiante para la energía, ¿cuál es la visión de Iberdrola para el futuro de este sector en México?
—Vemos un futuro energético para México basado en la sostenibilidad, la innovación y la inclusión. Creemos que el país tiene el potencial para ser líder en energías renovables, aprovechando sus recursos naturales y su capital humano.
En los últimos años el país ha avanzado significativamente en la adopción de energías limpias, pero aún tiene un largo camino por delante para aprovechar al máximo su potencial renovable. Con más proyectos de energía solar y eólicos se lograrán dos cosas: reducir la dependencia de los combustibles fósiles y, a su vez, contribuir a la reducción de la huella de carbono.
Nuestra estrategia se centra en continuar invirtiendo en tecnologías limpias, como la energía solar y eólica, así como en promover la eficiencia energética. Todo ello con el objetivo de proporcionar una energía más limpia, segura y accesible.
En definitiva, México tiene todos los ingredientes para ser un país que encabece la transición energética. Pero para ello se debe fomentar la implementación de avances tecnológicos. Y en este proceso, la colaboración entre el sector público y privado es fundamental, trabajando juntos hacia el objetivo de impulsar el desarrollo nacional a través de iniciativas como el Plan México.
COLABORACIÓN Y TRABAJO DE LA MANO
—La colaboración con gobiernos y empresas es clave en el sector. ¿Cómo ha sido su experiencia en la creación de alianzas estratégicas para impulsar un modelo energético sostenible?
—La colaboración ha sido un pilar fundamental en nuestra estrategia para promover la sostenibilidad. Por un lado, hemos trabajado de la mano de autoridades de distinto nivel —federal, estatal y local— para desarrollar proyectos que aporten al desarrollo nacional y al bienestar de las y los mexicanos, y siempre con estricto apego a la ley y pleno respeto a la política energética del país. De hecho, para impulsar un modelo energético sostenible esto es imprescindible, hay que entender las necesidades de México en la materia, trabajar de la mano y crear alianzas estratégicas. Estamos convencidos de que es central crear un círculo virtuoso.
Por otra parte, hemos establecido alianzas con empresas suministrando energía renovable a sus instalaciones, lo que demuestra el compromiso del sector privado mexicano con la transición energética.
México es un país privilegiado en términos de recursos naturales para la generación de energía renovable
—México cuenta con un gran potencial en energías renovables. ¿Cuáles son las oportunidades que ven en el país y qué se necesita para aprovecharlas al máximo?
—México es un país privilegiado en términos de recursos naturales para la generación de energía renovable. Su ubicación geográfica le permite contar con una de las mejores radiaciones solares del mundo y con regiones de alto potencial eólico, como Oaxaca y Tamaulipas. Esto nos coloca en una posición estratégica para liderar la transición energética en América Latina.
Vemos muchas oportunidades en el país, las cuales están totalmente alineadas con nuestra misión de impulsar un futuro más eléctrico, limpio y verde. Para lograrlo, entendemos muy bien los objetivos nacionales, tejemos alianzas estratégicas con todos los actores e implementamos los proyectos de energía renovable gracias a una plantilla de excelencia, conformada por talento mexicano y más de 850 colaboradoras y colaboradores.
Estoy convencida de que trabajando juntos —gobierno, clientes, proveedores, entidades civiles y colaboradores— construiremos un futuro brillante y sostenible. N