Durante el jueves se registraron al menos 12 microsismos en la Ciudad de México (CDMX) y en la madrugada de este viernes 27 de septiembre otros dos se sumaron a lista. El primero ocurrió en la alcaldía Miguel Hidalgo, con una magnitud de 1.8, mientras que el segundo de 2.3 se situó al sureste de Álvaro Obregón, pero ¿por qué suceden?
Los microsismos son movimientos sísmicos de muy baja magnitud, generalmente menores a 3 en la escala de Richter, que son imperceptibles para la mayoría de las personas. A diferencia de los terremotos más grandes, los microsismos no suelen causar daños y rara vez son sentidos, pero pueden ser registrados por los sismógrafos.
“Un movimiento terrestre, por pequeño que sea, causa conmoción en la mayoría de la población, sin contar los daños a la infraestructura que se han registrado en las edificaciones cercanas a los epicentros”, refiere un artículo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Si bien se registraron varios microsismos en dos días en la CDMX, no es la primera vez que ocurre este fenómeno. Entre la noche del 10 de mayo de 2023 y al siguiente día, el Servicio Sismológico Nacional registró la ocurrencia de 23 microsismos con profundidades de 1 a 1.5 km y magnitudes de 1 a 3.2 (la máxima), todos ellos entre las alcaldías Álvaro Obregón, Magdalena Contreras y Coyoacán.
MICROSISMOS EN LA CDMX Y LA UBICACIÓN DEL PAÍS
De acuerdo con la máxima casa de estudios, México está ubicado en un margen en donde dos placas tectónicas se encuentran y chocan una contra otra —que recibe el nombre de “zona de subducción”— a lo largo de la trinchera mesoamericana.
“Justo esta característica es la que hace que vivamos en un lugar tectónicamente activo, es decir, que ocurran constantemente sismos. Todo este acomodo interior de la Tierra no es aislado, por lo que no solo se produce en donde convergen las placas, sino que genera constantes reacomodos internos a lo largo de todo el planeta”, pormenoriza Ciencia UNAM.
La Cuenca de México tiene una configuración geológica de tipo endorreica, lo cual implica que se formó a partir de múltiples eventos y está conformada por diversas estructuras geológicas, como fallas y fracturas en el subsuelo.
Una de las hipótesis que sostienen los investigadores, según la UNAM, es que estos microsismos pudieran estar relacionados con la Falla Contreras, ubicada en la Sierra de las Cruces, entre el límite de la Cuenca de México y la de Toluca. Esta falla presenta un movimiento oblicuo, lo que significa que, si hay dos bloques que forman una fractura, uno de ellos no solo se desplaza hacia abajo, sino que también se mueve de manera lateral.
“Este tipo de fallas cuando se mueven, las estructuras secundarias asociadas tienen una dirección no necesariamente paralela. Entonces pudiera ser, no lo estoy afirmando, que estas estructuras que hemos estado viendo más recientemente con la ocurrencia de los microsismos pudieran ser estructuras secundarias a la falla mayor de esta índole y que se manifiestan de esta manera, pues la zona donde se están observando los daños ahí es zona de transición”, explica la doctora Claudia Arango Galván, del Instituto de Geofísica de la UNAM.
LA IMPLICACIÓN DE LA FAJA VOLCÁNICA TRANSMEXICANA
De igual manera, de acuerdo con científicos, los recientes movimientos telúricos como en las alcaldías Miguel Hidalgo, Álvaro Obregón y Benito Juárez tienen una explicación: la llamada Faja Volcánica Transmexicana (FVTM).
A tenor del vulcanólogo del Instituto de Geofísica de la UNAM, Robin Campion, la Faja es una banda que cruza toda la república mexicana de oeste a este, que contienen prácticamente todos los volcanes activos del país.
Hacer un listado de los volcanes ubicados en la Franja Volcánica Transmexicana es una misión laboriosa, en palabras de Campion, ya que hay alrededor de 4,000 a 5,000 edificios volcánicos en esta zona.
Una de las principales características de la Faja Volcánica Transmexicana es que está conformada en su mayoría por volcanes monogenéticos, aquellos formados en una sola erupción para después morir por siempre.
“La Faja Volcánica Transmexicana es una consecuencia de la subducción de las placas, como son los sismos, por lo que la FVTM está intrínsecamente relacionada con la sismicidad”, dice el vulcanólogo.
Y agrega en entrevista con SkyAlert, empresa de alertamiento sísmico: “Hay campos volcánicos que son agrupaciones de volcanes monogenéticos, que solo duran una erupción y luego se apagan, y tras unos 1,000, 2,000, 10,000 años después nace otro volcancito monogenético en la zona, se suele considerar más bien como volcán, el conjunto de los conocitos, que es el campo volcánico monogenético, pero si se considera el número de edificios, sea grande como el ‘Popo’ o pequeños como el Paricutín, pues sí, uno llega a 4,000 o 5,000 edificios volcánicos, pero si uno considera los volcanes, los campos monogenéticos y también las calderas, porque también hay grandes, llegamos a unos 20 o 25 conjuntos”. N