El alcoholismo está relacionado con hormonas y proteínas que son diferentes en hombres y mujeres, por ello se necesitan distintos tratamientos, sugiere una investigación presentada recientemente en Milán, Italia.
Los científicos descubrieron que el alcoholismo, los síntomas depresivos y la recaída están asociados con niveles de varias hormonas sexuales y proteínas relacionadas con la reproducción, que eran diferentes en hombres y mujeres.
Esto implicó que hombres y mujeres deben recibir diferentes tratamientos para el alcoholismo, concluyó el investigador principal, el doctor Victor Karpyak, profesor de Psiquiatría en la Clínica Mayo en Minesota.
“Hay numerosas diferencias de sexo (biológicas) y de género (psicosociales) en el consumo de alcohol y sus consecuencias, incluidos los trastornos por alcoholismo”, dijo Karpyak a Newsweek. “Veo esas diferencias en mi práctica clínica diaria.
“Nuestra investigación es un esfuerzo de ventaja para personalizar los enfoques de tratamiento para pacientes que sufren trastornos por consumo de alcohol. Se sabe que las diferencias relacionadas con el sexo y el género afectan los patrones de consumo de alcohol y el riesgo de desarrollar consecuencias negativas”.
En este estudio, 268 hombres y 132 mujeres con alcoholismo respondieron a cuestionarios sobre sus estados de ánimo, antojos y consumo de alcohol durante tres meses de tratamiento. También se les hizo pruebas para medir los niveles de una variedad de hormonas sexuales, como la testosterona, el estrógeno y la progesterona.
PROTENÍAS Y HORMAS INFLUYEN EN EL ALCOHOLISMO DE HOMBRES Y MUJERES
Y midieron la presencia de proteínas que se sabe que afectan la reproducción, incluida la hormona estimulante del folículo (FSH) y la hormona luteinizante (LH), que tienen papeles clave en el ciclo menstrual femenino, así como la albúmina y la globulina de unión a la hormona sexual (SHBG), que llevan hormonas en la sangre.
“Se sabe que estas hormonas y proteínas influyen en el comportamiento, y de hecho vemos una asociación entre los diferentes niveles de estos compuestos y diferentes aspectos conductuales del trastorno por consumo de alcohol, aunque no podemos decir con certeza que uno cause directamente a otro”, dijo Karpyak en un comunicado.
“Lo que sí significa es que, si estás tratando a un hombre y a una mujer por alcoholismo, estás lidiando con diferentes puntos de partida bioquímicos y psicológicos. Esto implica que lo que funciona para un hombre puede no funcionar para una mujer, y viceversa”.
Específicamente, los investigadores encontraron que los alcohólicos masculinos con más síntomas de depresión y antojos de alcohol al comienzo del estudio tenían niveles más bajos de testosterona, estrógeno y SHBG que otros alcohólicos masculinos.
En cambio, las mujeres que consumieron más bebidas alcohólicas por día al comienzo del estudio tenían, en promedio, menos estrógeno y FSH y LH más altas que otras mujeres alcohólicas en el estudio. También hubo vínculos entre estas hormonas y proteínas, y si era probable que los participantes recayeran durante los primeros tres meses del estudio, mientras recibían tratamiento.
Los hombres con niveles más bajos de progesterona y albúmina, y las mujeres con niveles más altos de testosterona, SHBG y albúmina, tenían más probabilidades de recaer durante este período que los otros alcohólicos en el estudio.
DIFERENCIAS RELACIONADAS CON EL GÉNERO
Las mujeres con niveles más altos de testosterona, SHBG y albúmina también tenían más probabilidades de tener antecedentes de depresión o ansiedad que las mujeres en el estudio con niveles más bajos de estos biomarcadores.
“Este es el primer estudio lo suficientemente grande como para poder confirmar que combinaciones particulares de hormonas sexuales y proteínas relacionadas pueden ser parte de las diferencias biológicas en cómo se manifiesta el alcoholismo en hombres y mujeres”, dijo Karpyak en un comunicado.
“Necesitamos más investigación para entender lo que esto significa para la progresión de la enfermedad y su tratamiento”.
Karpyak dijo que estaba particularmente interesado en ver cómo el ciclo menstrual y la menopausia afectaron “la bioquímica del alcoholismo” y la eficacia de ciertos tratamientos.
“Nuestro estudio es el primero en mostrar que los fenotipos relacionados con el alcoholismo están de hecho asociados con combinaciones específicas de estas hormonas y proteínas, y las firmas asociadas son específicas para hombres y mujeres afectados por esta enfermedad”, dijo a Newsweek.
Añadió que su equipo ha demostrado previamente que, si bien las diferencias biológicas en el alcoholismo parecen permanecer estables con el tiempo, las diferencias relacionadas con el género parecen estar desapareciendo, lo que podría ser una vía importante de investigación en el futuro. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)