Las empresas están despidiendo a los empleados de la generación Z solo meses después de haberlos contratado, según un reciente informe de Intelligent.com. Sin embargo, un experto señaló a Newsweek que, en lugar de responsabilizar a los jóvenes de esta generación, la causa podría estar en otro lado.
La encuesta reveló que una de cada seis empresas dudaba en contratar a graduados universitarios recientes debido a preocupaciones sobre su preparación para el trabajo, así como sus habilidades de comunicación y profesionalismo.
Y nada menos que seis de cada diez empleadores ya habían despedido a graduados universitarios que fueron contratados en 2024. Uno de cada siete dijo que podría abstenerse de contratar a nuevos graduados también el año que viene.
La encuesta analizó las respuestas de casi 1,000 líderes empresariales en agosto, quienes revelaron un fuerte escepticismo de las empresas sobre cuán valiosos son los miembros de la generación Z como empleados.
“Muchos graduados universitarios recientes pueden tener dificultades para ingresar al mercado laboral por primera vez, ya que puede ser un gran contraste con lo que están acostumbrados a lo largo de su trayectoria educativa”, dijo el asesor principal de educación y desarrollo profesional de Intelligent, Huy Nguyen, en el informe.
Y agregó: “A menudo no están preparados para un entorno menos estructurado, la dinámica cultural del lugar de trabajo y la expectativa de trabajo autónomo. Aunque pueden tener algunos conocimientos teóricos de la universidad, a menudo carecen de la experiencia práctica y del mundo real y de las habilidades interpersonales necesarias para tener éxito en el entorno laboral”.
LAS EMPRESAS TIENEN EL ESTEREOTIPO DE QUE LA GENERACIÓN Z ES PEREZOSA O POCO COOPERATIVA
Y como los jóvenes Z ya tienen el estereotipo de ser perezosos o poco cooperativos en el lugar de trabajo, los jefes podrían estar preparados para encontrar problemas con la generación de trabajadores que se está adaptando a áreas de tiempo completo por primera vez.
“Puede resultar fácil para los directivos aceptar los estereotipos típicos de la generación Z y descartarlos por completo. Sin embargo, las empresas tienen la misma responsabilidad de preparar a los recién graduados para su lugar de trabajo en particular y brindarles las mejores posibilidades de éxito”, afirmó Nguyen.
En general, 75 por ciento de las empresas informaron que algunos o todos sus recientes empleados graduados universitarios fueron insatisfactorios. Los empleadores citaron con mayor frecuencia una falta de motivación en sus recientes contrataciones de graduados, un 50 por ciento, mientras que 39 por ciento dijo que las malas habilidades de comunicación, y 46 por ciento dijo que la falta de profesionalismo hacía que trabajar con este grupo fuera difícil.
Pero según el consultor de recursos humanos Bryan Driscoll, el problema quizá no sea la generación Z, sino el sistema educativo en general. “Como alguien que pasó por años de educación, incluida la facultad de derecho, puedo decirles esto. Las universidades no están preparando a los estudiantes para el trabajo del mundo real”, dijo Driscoll a Newsweek.
En palabras del consultor, la educación actual enfatiza la teoría sobre la práctica. Claro, “aprender mitología griega es fascinante, pero a menos que la enseñes, ¿cómo te prepara eso para comunicarte de manera efectiva en una reunión corporativa o demostrar profesionalismo? No lo hace”.
EL SISTEMA EDUCATIVO Y EL LUGAR DE TRABAJO
De acuerdo con Driscoll, los empleadores ahora piden habilidades que no son prioritarias para el sistema educativo. Cuando los graduados no están a la altura, las empresas tampoco invierten en capacitación.
“En lugar de enseñar a los nuevos empleados lo que esperan de ellos, los empleadores simplemente están despidiendo a los trabajadores por no estar preparados. Es un problema cíclico que refleja un fracaso sistémico en múltiples niveles”, dijo.
La desconexión más grande entre la educación superior y la fuerza laboral probablemente no se resolverá sin una sólida incorporación y tutoría para cerrar la brecha.
“No solo estamos creando una generación de trabajadores que se sienten desilusionados y subvalorados, sino que también estamos atrofiando el crecimiento a largo plazo de la fuerza laboral. La generación Z está ávida de oportunidades de desarrollo, pero si las empresas siguen tratándolos como activos desechables, vamos a terminar con una fuerza laboral sobrecargada y sin preparación”, apuntó.
La solución no es dejar de contratar a personas recién salidas de la escuela, sino cambiar la forma en que se ven la educación y el desarrollo profesional, añadió. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)