El cambio climático impacta nuestro planeta de muchas maneras, desde poderosos huracanes e intensas sequías hasta la aparición de especies invasoras y la acidificación de los océanos. Sin embargo, también tiene otra consecuencia muy peculiar de la que quizá nunca has oído hablar: vuelve los días más largos.
A decir de un artículo publicado hace un par de semanas en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, el cambio climático está modificando, paulatinamente, la duración del día terrestre.
A decir de los investigadores, esto es consecuencia del aumento en el nivel del mar (provocado por las crecientes temperaturas y la fusión de los casquetes polares), el cual ocasiona que las masas de agua procedentes de los polos se desplacen hacia el ecuador.
“El cambio climático de nuestros tiempos no tiene precedentes. Hemos experimentado una acelerada fusión de los glaciares y de los mantos de hielo polares en las últimas décadas, y esto ha conducido a una elevación del nivel del mar”, escriben los investigadores en su artículo.
“La fusión de los mantos de hielo y los glaciares de todo el mundo está provocando que el nivel del mar aumente debido al transporte de masas de los polos hacia el ecuador, lo que, a su vez, acelera el achatamiento de la Tierra y provoca que los días se vuelvan más largos”.
Si bien el día terrestre tiene una duración aproximada de 86,400 segundos, los investigadores explican que en nuestro planeta esta se ha incrementado poco a poco a lo largo del tiempo, mayormente como consecuencia de la atracción gravitacional de la Luna, la cual ralentiza la rotación de la Tierra y prolonga el tiempo que nuestro planeta requiere para hacer una rotación completa sobre su eje.
¿CUÁNTO HAN DISMINUIDO LOS DÍAS AL PASO DE LOS SIGLOS?
“Después de calcular el transporte de masas polares hacia el ecuador a partir del año 1900, lo que hallamos fue que, durante el siglo XX dicho desplazamiento ha contribuido a que la duración del día experimente un cambio aproximado de 0.3 a 1.0 ms [milisegundos] por siglo”, escriben los autores.
“Esto se ha debido, sobre todo, a la fusión de los glaciares globales y de la capa de hielo de Groenlandia; y aun cuando la fusión de la capa de hielo antártica desempeña un papel secundario, esa masa dista mucho de ser insignificante”.
Ahora bien, a partir del año 2000 la tasa de cambio de la duración del día se ha acelerado a 1.33 ± 0.03 ms por siglo, y el estudio demuestra que esto puede explicarse por el movimiento de masa de los polos hacia el ecuador como consecuencia de la fusión glaciar y polar, y el consiguiente aumento en el nivel del mar.
Si bien la pérdida de hielo en el Antártico es de aproximadamente 150,000 millones de toneladas anuales, los casquetes de hielo de Groenlandia se reducen con una tasa anual próxima a los 270,000 millones de toneladas.
En tanto, la tasa de ralentización ocasionada por el aumento en el nivel del mar ha sido suficiente para compensar el incremento en la velocidad de rotación precipitada por la disminución de la velocidad angular en el núcleo líquido de nuestro planeta.
Los investigadores predicen que, en un futuro con altas emisiones que sigan acelerando el cambio climático, la tasa de duración del día derivada del clima podría llegar a 2.62 ± 0.79 ms para el siglo XXII (a partir del año 2100), lo que, potencialmente, superará los efectos de la gravedad de la Luna en la duración del día terrestre.
¿QUÉ SIGNIFICA TENER DÍAS MÁS LARGOS?
“Es muy probable que la tasa actual sea la más alta de los últimos milenios y, como demostramos, se espera que esto persista en un nivel aproximado de 1.00 ms por siglo durante las próximas décadas, aun cuando logremos contener drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero”, agregan los autores.
“Por otra parte, si las emisiones de gases de efecto invernadero siguen aumentando —agudizando el calentamiento atmosférico y oceánico, y la consiguiente fusión de hielo—, el cambio climático resultará en una tasa de cambio de la duración del día mucho más alta que, incluso, podría superar el nivel de 2.40 ms por siglo como consecuencia de la fricción de marea, la cual se convertiría entonces en la contribución más importante para las variaciones a largo plazo”.
A futuro, la prevalencia de los días largos impactará en los esfuerzos para marcar el paso del tiempo. Tanto así que otros estudios sugieren que el “segundo intercalar” que habrá añadirse al Tiempo Universal Coordinado (UTC, por sus siglas en inglés) en el año 2026 podría tener que postergarse hasta el año 2029.
“El impacto del cambio climático superficial tiene un gran alcance, tanto en tierra firme como en los mares”, prosigue el estudio.
“Como hemos demostrado en nuestro estudio, el transporte de masa también impacta en la totalidad del planeta, ya que modifica el achatamiento de la Tierra y ralentiza su velocidad de rotación. Y esto, a su vez, afecta la precisión del cronometraje mundial”, expresan. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)