El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, prometió este lunes 29 de julio una respuesta “dura” al bombardeo que dejó 12 menores muertos el sábado 27 de julio en los Altos del Golán, durante una visita a la localidad de esta zona anexada donde un cohete impactó en una cancha de futbol.
“Como todos los ciudadanos israelíes, y debo decir que como muchas personas en todo el mundo, estamos profundamente conmocionados por esta horrenda matanza”, declaró Netanyahu en un comunicado desde Majdal Shams, tras el bombardeo que el ejército de Israel afirma que fue lanzado desde Líbano y que imputa a Hezbolá, algo que este movimiento afín a Irán niega.
En tanto, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, advirtió este domingo 28 de julio que “golpeará con fuerza al enemigo”. Yoav Gallant lanzó la declaración desde Majdal Shams tras el asesinato de 12 menores de entre 10 y 16 años. El hecho también dejó cerca de 30 heridos.
El ministro israelí de Relaciones Exteriores, Israel Katz, atribuyó el bombardeo a Hezbolá. Katz afirmó que el movimiento islamista libanés cruzó “todas las líneas rojas” al disparar “deliberadamente contra civiles”.
HEZBOLÁ NIEGA SU RESPONSABILIDAD
Hezbolá, que niega su responsabilidad en el bombardeo, “evacuó algunas posiciones” en el sur de Líbano y en el valle de Becá que teme que puedan ser blanco de Israel, indicó una fuente cercana al movimiento a AFP.
Irán, que respalda a Hezbolá, advirtió que un ataque de represalias israelí en Líbano tendría “consecuencias imprevisibles” en la región, escenario desde el 7 de octubre de una guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza. “Cualquier acción del régimen sionista puede agravar la inestabilidad, la inseguridad y la guerra en la región”, alertó el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní, Nasser Kanani.
Israel indicó que el proyectil fue un cohete iraní de tipo Falaq con una ojiva de 53 kilogramos. “El proyectil que mató a nuestros niños y niñas era un cohete iraní, y Hezbolá es la única organización terrorista que los tiene en su arsenal”, añadió el ministerio israelí. Desde el 8 de octubre, el Hezbolá y el ejército israelí intercambian disparos casi a diario en la frontera.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió el sábado que Hezbolá pagará “un alto precio” por el ataque, que se produjo tras la muerte en Líbano de cuatro combatientes del movimiento islamista en un bombardeo israelí.
LA ONU CONDENA BOMBARDEO A ISRAEL Y MUERTE DE MENORES
Por la noche, el gabinete de seguridad autorizó a él y al ministro de Defensa Gallant a “decidir cómo y cuándo responder a la organización terrorista Hezbolá”, sin dar detalles, según un comunicado del despacho de Netanyahu.
En tanto, el secretario General de la ONU, Antonio Guterres, y otros funcionarios condenaron el bombardeo. En un comunicado Guterres transmitió su más sentido pésame a las familias de quienes perdieron la vida. A su vez, deseó una pronta recuperación a todos los heridos. “Los civiles, y los niños en particular, no deben seguir soportando la carga de la horrible violencia que ataca la región”, añadió.
Guterres hizo un llamamiento a todas las partes “para que actúen con la máxima moderación”. El secretario reiteró su llamamiento a todas las partes implicadas para que eviten una nueva escalada.
“Los intercambios de disparos a través de la Línea Azul deben cesar inmediatamente. Todas las partes deben cumplir las obligaciones que les impone el derecho internacional”, señaló. A su vez, añadió que las partes deben volver a comprometerse urgentemente con la plena aplicación de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU y volver inmediatamente al cese de las hostilidades.