Científicos sudafricanos comenzaron esta semana a inyectar material radiactivo a los cuernos de rinocerontes vivos para facilitar su detección en puestos fronterizos, con lo cual esperan frenar la caza furtiva que está diezmando a estos animales protegidos.
Sudáfrica alberga a cerca de 80 por ciento de la población mundial de rinocerontes blancos, calculada en menos de 13,000 especies. Pero el país se ha convertido en un hervidero de caza furtiva, impulsada por la demanda en Asia. En esa región los cuernos son utilizados en la medicina tradicional por sus supuestos efectos terapéuticos o afrodisiacos.
“Después de tres años de arduo trabajo meticuloso y dedicado, el Proyecto Rhisotope de la Universidad de Wits ha insertado con éxito dosis bajas de radioisótopos en 20 rinocerontes vivos”, indica la institución en un comunicado.
En esta fase final del proyecto de investigación, el profesor James Larkin, de la Unidad de Radiación y Física de la Salud (RHPU) de la Universidad de Witwatersrand, en colaboración con un equipo de expertos que son líderes en el mundo de la conservación del rinoceronte y el trabajo veterinario, supervisará de cerca las estadísticas de salud y vital de los rinocerontes durante un periodo de seis meses con el fin de determinar la viabilidad de este enfoque.
MATERIAL RADIACTIVO, EL ARMA A FAVOR DE LOS RINOCERONTES
La intención del Proyecto Rhisotope es utilizar la tecnología nuclear (material radiactivo) en forma de pequeñas cantidades medidas de radioisótopos e insertarlos en los cuernos de rinoceronte, que pueden ser recogidos por monitores de portal de detección de radiación en las fronteras internacionales, incluidos los puertos, aeropuertos y cruces terrestres.
Estos radioisótopos proporcionarán un método asequible, seguro y de fácil aplicación para crear marcadores de cuerno de larga duración y detectables. El material no causa ningún daño a los animales ni al medio ambiente. En una etapa posterior, el trabajo se extenderá a elefantes, pangolínes y otra fauna y flora.
Al ser pionero en la Reserva de la Biosfera Waterberg de la UNESCO, el Proyecto tiene como objetivo beneficiarse de la sofisticada infraestructura de seguridad nuclear existente en todo el mundo.
Más de 11,000 monitores de portal de detección de radiación están instalados en aeropuertos, puertos y otros puertos de entrada. A ello se suman miles de personas capacitadas y equipadas con detectores de radiación. Todo el personal podrá detectar todas las partículas radiactivas más pequeñas. En contraste con esto, la infraestructura y el número de funcionarios capacitados para detectar el tráfico de vida silvestre en los puertos de entrada a nivel internacional es extremadamente limitado.
“Cada 20 horas en Sudáfrica, un rinoceronte muere por su cuerno. Estos cuernos escalados se trafican en todo el mundo. Esto ha llevado a que sus cuernos sean actualmente el producto más valioso en el comercio del mercado negro. Incluso, tienen un valor más alto incluso que el oro, el platino, los diamantes y la cocaína.
LOS 20 PRIMEROS RINOCERONTES SEDADOS
“Lamentablemente, los cuernos de rinoceronte desempeñan un papel importante en la financiación de una amplia variedad de actividades delictivas a nivel mundial”, dice el profesor James Larkin. “En última instancia, el objetivo es tratar de devaluar el cuerno de rinoceronte a los ojos de los usuarios finales, mientras que al mismo tiempo hace que los cuernos sean más fáciles de detectar, ya que están siendo objeto de contrabando a través de las fronteras”.
A partir del lunes 24 de junio de 2004, el profesor Larkin y su equipo sedaron cuidadosamente a los 20 rinocerontes y perforaron un pequeño agujero en cada uno de sus cuernos para insertar los radioisótopos no tóxicos.
Los rinocerontes fueron liberados bajo el cuidado de un equipo altamente calificado que vigilará a los animales durante 24 horas durante los próximos seis meses. “Cada inserción fue monitoreada de cerca por veterinarios expertos y se tomó un cuidado extremo para prevenir cualquier daño a los animales”, dice Larkin.
“A lo largo de meses de investigación y pruebas, también nos hemos asegurado de que el material radiactivo insertado no tengan ningún riesgo para la salud ni ningún otro riesgo para los rinocerontes o para aquellos que los cuidan”, concluye. N