Nombrado secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México hace poco más de ocho meses, Pablo Vázquez Camacho despacha en el piso 12 del antiguo edificio de la policía de la capital mexicana, el inmueble ubicado en la calle de Liverpool, en la colonia Juárez, reconocido por su añejo color cemento y por los emblemáticos gigantes cuadros azules de acero en cuyos centros lucen unos travesaños en forma de equis.
Desde 1870, cuando existía la Gendarmería Municipal de la ciudad de México, la dependencia ha tenido varios nombres, como Secretaría General de Protección y Vialidad y Secretaría de Seguridad Pública. Asimismo, la han encabezado personajes célebres unos, tristemente célebres otros, como Arturo Durazo, el “Negro”, el poderoso director general de Policía y Tránsito del Distrito Federal en tiempos del presidente José López Portillo.
“Esta es una institución muy antigua que ha tenido muchísimos titulares, prácticamente desde finales del siglo XIX está encargada de la seguridad de la ciudad con sus distintos nombres y capacidades que han ido cambiando a la par y a lo largo de nuestra historia”, explica el secretario de Seguridad Ciudadana.
“Creo que siempre es bueno mantener una memoria institucional y honrarla; habrá episodios que no sean bien recordados, sin duda; y habrá otros que sí lo son. Pero creo que eso es parte de una evolución institucional, y aquellos episodios que hayan dejado alguna huella negativa en la institución tienen que servirnos para reflexionar y no repetir los errores, y aquellos episodios que hayan sido positivos nos tienen que servir para darle continuidad a las cosas que han funcionado”.
UNA POLICÍA QUE TAMBIÉN INVESTIGA
En ese sentido, considera que cuando las estrategias de seguridad funcionan, cuando las medidas tienen aceptación —el alcoholímetro, por ejemplo—, cuando el trabajo policial tiene legitimidad frente a la gente, la misma ciudadanía es la primera en demandar que se preserven: “Y estoy seguro de que eso sucederá por ejemplo con las facultades de investigación de la policía que se otorgaron en esta administración”.
A partir de la reforma a la ley del Sistema de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México de 2019, la SSC realiza labores de investigación, ya no solamente preventivas. Anteriormente, para detener a un sospechoso la policía debía sorprenderlo en flagrancia, o bien, contar con una orden. Pero hoy en día los 86,000 elementos de la policía tienen facultades para realizar acciones que contribuyan a la investigación y apoyo de la Fiscalía General de Justicia de la capital mexicana.
“Entonces —añade Pablo Vázquez—, ahora somos muchísimos más policías los que estamos investigando delitos. Ha sido un cambio de paradigma en el quehacer policial que nos iguala de hecho con otros países, pues las policías preventivas están investigando delitos en campo. Ese cambio estoy seguro de que llegó para quedarse. Lo peor que podemos hacer es desconocer el pasado de las instituciones: somos lo que somos y tenemos que aprender o dar continuidad de acuerdo a cada una de las experiencias”.
PABLO VÁZQUEZ: EL MÁXIMO HONOR EN MI VIDA
“A nivel personal es el máximo honor en mi vida, quisiera decir hasta el momento, pero sin duda de un enorme privilegio porque estoy al frente de un gran equipo, pero también de una gran institución, quizá la institución del Gobierno de la Ciudad de México más antigua y que ha sido eje de la gobernabilidad de esta ciudad”, responde Pablo Vázquez Camacho al preguntarle su sentir sobre su nombramiento como secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México.
“Es una de las fuerzas policiales más grandes, sin temor a equivocarme, de América Latina y me atrevería a decir que del continente. Entonces, eso desde luego supone un reto, pero también un gran privilegio”, añade el funcionario.
El jefe de la policía capitalina agrega que el nombramiento fue un honor porque “soy parte de un equipo que arrancó en esta administración construyendo un proyecto de seguridad en el que participé antes de ser secretario, y en muchos sentidos la designación significó primero que nada un reconocimiento a un equipo, a una forma de hacer las cosas y a la labor preventiva y de participación ciudadana que ha sido integral en la estrategia de la ciudad”.
DAR CONTINUIDAD A LA ESTRATEGIA DE SEGURIDAD
En septiembre de 2023, el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres, nombró a Pablo Vázquez Camacho titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), un cargó al que llegó tras ser subsecretario de Participación Ciudadana y Prevención del Delito en la misma dependencia.
La encomienda para el nuevo titular de la SSC fue muy precisa: dar continuidad a la estrategia de seguridad de la Ciudad de México basada en cuatro ejes: “Atención a las causas”, “Más y mejor policía”, “Inteligencia e investigación” y “Coordinación”.
Licenciado en Relaciones Internacionales y maestro en Política Criminal por la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres, y con una especialización en delincuencia organizada en Sicilia y Macedonia, antes de ser el titular de la oficina de seguridad de la capital del país Pablo Vázquez ocupó diversos cargos en el gobierno federal, incluida la titularidad temporal de la Unidad de Prevención de la Violencia y el Delito de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
Además, comandó la Dirección General de Prevención del Delito y Servicios a la Comunidad de la Subprocuraduría de Derechos Humanos de la hoy Fiscalía General de la República y la Dirección de Investigación y Estrategias para la Prevención Social de la Secretaría de Gobernación.
HEMOS METIDO A LA CÁRCEL A COMPAÑEROS POLICÍAS
“Siempre lo decimos con mucha pena porque se trata de compañeros, se trata de la institución, pero gracias a las capacidades de investigación interna y a la coordinación con la Fiscalía, lamentablemente ha habido compañeros que han ido a la cárcel por cometer algún delito”, responde Pablo Vázquez Camacho ante la interrogante de qué se está haciendo para acabar con la corrupción y con las violaciones a los derechos humanos cometidos por policías capitalinos.
“Algo que hicimos en esta administración es fortalecer mucho el control interno”, agrega el responsable de la seguridad de una de las urbes más grandes del mundo. “Las mismas capacidades de investigación que tiene la policía también las tiene el área de Asuntos Internos, y esta área, que antes quizás estaba enfocada en perseguir delitos como corrupción, mordidas y otro tipo de abusos, ahora también persigue delitos más serios que ha cometido el personal de la policía como extorsiones, secuestros exprés y tortura”.
La Dirección General de Asuntos Internos es una división de la SSC cuya encomienda primordial es vigilar que la policía de la institución proceda conforme a las disposiciones legales y no se cometan actos de corrupción o abuso policial. Para cumplir su objetivo, esta oficina realiza procesos de supervisión, investigación, aplicación de correctivos disciplinarios y propuestas de suspensión y destitución.
NADIE PARTE DESDE UNA POSICIÓN DE INDIGNIDAD
“En eso tenemos que ser justos siempre”, continúa Vázquez Camacho entrevistado por Newsweek en Español. “Los compañeros desde luego tienen el derecho a la presunción de inocencia, como cualquier otra persona, pero hemos sido muy asertivos en investigarnos hacia el interior también y en sancionar a quien no trabaja en línea con los valores institucionales”.
Sin embargo, reconoce, la parte punitiva, los correctivos disciplinarios a los elementos policiacos tanto de la calle como administrativos, no será exitosa si no existe al mismo tiempo una formación de calidad y, desde luego, el reconocimiento a la labor policial.
Explica al respecto: “Mucha gente habla de dignificar a los policías, pero los policías ya son dignos, nadie parte desde una posición de indignidad. Lo que hemos hecho es reconocer y recompensar la labor, quizá a eso nos referimos con dignificar. En esta administración el sueldo de los policías ha crecido en términos brutos 68 por ciento y en términos netos, 63 por ciento.
“Un policía al inicio ganaba poquito más de 10,000 pesos netos al mes, ahora gana cerca de 17,000 pesos netos. También ha habido una cantidad muy importante de ascensos y reconocimientos de antigüedad, a acciones relevantes, a colectivos, a equipos que han hecho buena labor; se han dado ascensos como nunca antes y se ha procurado que sean equilibrados, con perspectiva de género, porque antes prácticamente se ascendía solo a hombres”.
¿POR QUÉ EXISTEN POLICÍAS CORRUPTOS? PABLO VÁZQUEZ RESPONDE
El secretario de SC está convencido de que en materia de combate a la corrupción y de respeto a los derechos humanos la policía siempre debe tener clara su razón de ser, la cual es ser capaz de darle resultados positivos a la población. Ello porque, reflexiona, gran parte de la corrupción policial se origina en el cinismo que muchos policías han sentido a lo largo de la historia frente a la impotencia de no poder dar soluciones a la exigencia de brindar seguridad a la ciudadanía.
“En la medida en que la policía se vuelve efectiva y sabe que está dando resultados y resolviendo los problemas de la gente, que está bajando la incidencia delictiva, automáticamente es una policía que tiene una identidad más fuerte y genera anticuerpos naturales contra la corrupción”, considera.
Por el lado contrario, “la policía que no puede dar resultados, que está frustrada, que se ve impotente frente al problema delictivo, es fácil que desvíe su atención hacia otras cosas. Eso en esta administración ha quedado de manifiesto, falta mucho, pero en estos años hemos podido construir una policía que da resultados, que le resuelve problemas a la gente y le hemos vuelto a dar significado a su labor, que un policía es alguien que resuelve problemas delictivos, eso es fundamental”.
Pero ello no es suficiente, por eso a la par debe haber una formación rigurosa y un convencimiento sobre la importancia de los derechos humanos: “Tiene que haber una vivencia de los derechos humanos y de la perspectiva de género, que es lo que hemos buscado con los programas de formación que tenemos. Y sin duda tiene que haber un buen control interno, y me atrevería a decir que externo también, una supervisión ciudadana del quehacer policial”.
UN RETO IMPORTANTE POR DELANTE
—¿Cuáles son los tres éxitos de los que la policía capitalina se siente más orgullosa?
—Sin duda, y esto desde luego es un trabajo que se inició en 2019, la estrategia en materia de seguridad basada en los ejes de atención a las causas, la investigación, el fortalecimiento de las instituciones policiales y de justicia y la coordinación ha permitido uno de los logros más relevantes a nivel continental, y uno de los logros más importantes para una institución policial, que es bajar dramáticamente la incidencia delictiva.
“Queda desde luego por hacer, tenemos todavía un reto importante por delante, pero en la Ciudad de México los delitos que más afectan a la gente, los de alto impacto por su violencia o porque son los delitos que más afectan la vida diaria de las personas, han visto una disminución cercana a 60 por ciento, es decir, se está cometiendo 60 por ciento menos delitos de los que se cometían en 2019.
“Los delitos de alto impacto incluyen unos muy violentos como el homicidio, lesiones por arma de fuego, violación, extorsión, secuestro y delitos que impactan la vida diaria como el robo de vehículo con violencia, el robo a casa habitación con violencia, el robo a transeúnte, el robo a bordo de distintos medios de transporte. Esos tienen un impacto no solo por la violencia, sino porque también distorsionan el quehacer diario de las personas.
LA GENTE PERCIBE LA CIUDAD MÁS SEGURA
“Otro logro muy importante es que esa reducción de los delitos no solo se ve reflejada en nuestros registros—continúa Pablo Vázquez—. Lo que estamos viendo es que la gente también percibe la ciudad más segura. Justo en diciembre de 2023 se registró uno de los niveles de percepción de inseguridad más bajos desde hace diez años. Este dato no lo levantamos nosotros, lo lleva una institución autónoma del gobierno, el Inegi. Entonces, hay una reducción en los registros y en la percepción de inseguridad de la gente, y eso desde luego podría yo establecerlo como el segundo logro.
“Y el tercero es lo ya comentado, que se facultó a la policía para investigar y se logra la coordinación con la Fiscalía para que nuestras investigaciones los ayuden, ese ha sido sin duda uno de los mayores éxitos”.
—¿Cómo es la tarea de resguardar una ciudad tan grande, tan compleja, tan diversa, tan diferente entre sí?
—Siempre habrá complejidades al estar al frente de una corporación tan grande y con una historia tan rica. Al final, cuando asumimos estos cargos somos herederos de todos los éxitos y de todos los retos. Quiero decir que quizá la parte más fácil de mi trabajo es saber que cuento con un equipo muy sólido en todas las áreas y con una institución muy fuerte, y cuando digo institución me refiero desde el o la policía que está en la calle hasta el mando.
COMUNICACIÓN E INTERCAMBIO DE INFORMACIÓN FLUIDO
“Tenemos una institución con capacidades muy vigorosas sobre todo en los policías que están en la calle todos los días trabajando por la ciudadanía —añade el secretario de SC—; tenemos elementos con una amplia experiencia a nivel preventivo y que conocen la ciudad muy bien, que conocen a sus vecinos, que saben qué le duele a la ciudad, saben cómo arreglar los problemas, conocen a los empresarios, a los artistas, es decir, a todos los sectores, y hay una comunicación y un intercambio de información fluido.
“La parte que hace mi trabajo sencillo y gratificante es contar con un equipo tan sólido desde la persona que está en la calle hasta quienes la están dirigiendo”.
—¿Cuál es la dolencia más fuerte que padece la policía capitalina en este momento?
—Algo muy importante, y más en un momento de final de sexenio, es construir la continuidad de los elementos que han funcionado. Desde luego todo trabajo es perfectible, pero algo que ha dañado mucho la seguridad en distintos momentos y partes del país a lo largo de la historia es cortar de tajo algunos procesos que han dado éxito y que han tenido resultados, y tratar de reinventar la rueda cada vez que se inicia una administración.
EL RETO PERSONAL DE PABLO VÁZQUEZ
“Tenemos la responsabilidad muy grande de poner sobre la mesa los buenos resultados de forma que en el cambio exista evidencia contundente de a lo que se le tiene que dar continuidad —agrega Vázquez Camacho—. Desde luego habrá cosas perfectibles, otras que habrá que rediseñar porque la ciudad es muy dinámica y los problemas que enfrentamos cambian mucho, y eso va requiriendo ajustes en la estrategia; pero sí, creo que es fundamental que en seguridad haya una continuidad de aquellas cosas que han funcionado, y ese es sin duda uno de los retos más importantes que tenemos delante”.
—¿Qué desafío personal de Pablo Vázquez Camacho como secretario es el más relevante?
—El desafío más grande es que la institución y sus éxitos trasciendan. Yo estaré muy contento el día que la institución rebase por mucho a quienes la hemos encabezado y se hable de la policía, no de quienes han estado al frente, porque eso significará que la institución es mucho más fuerte que las individualidades, y eso creo que es la aspiración más grande: contribuir con mi granito de arena a que esta institución sea cada vez más fuerte y cada vez más útil para la ciudadanía.
“Ese sin duda es el reto, y siempre, siempre, siempre me sentiré orgulloso de haber pertenecido a esta institución, que sin duda es una de las más fuertes, sólidas, efectivas y lindas en materia de seguridad que existen en el país”. N