Para las personas y familias que buscan arribar a Estados Unidos de manera ilegal, Tijuana continúa siendo una ciudad idónea para llevar a cabo su cometido, generando que cientos busquen el “sueño americano” intentando evadir a las autoridades norteamericanas, algo que pocos logran.
Ya sea que vengan desplazados por la violencia o buscando una mejor calidad de vida socioeconómicamente hablando, los migrantes no cesan en su llegada a este municipio y muchos menos en sus intentos.
“Estamos viviendo un momento difícil de cruces irregulares récord, está la disputa entre el primer lugar, por decirlo así, entre el sector Tucson de Arizona, con el de San Diego con mayores cruces irregulares, por semana se están dando 9 mil 500 encuentros en la frontera del sector San Diego, casi mil 250 por día, entonces es un momento de muchos cruces irregulares”, expresó Enrique Lucero, director de Atención al Migrante del Ayuntamiento de Tijuana.
“México sigue arriba como nacionalidad, de ahí hay otra barra que dice otros, donde está la India, rusos, de Kirguistán, Uzbekistán, y luego esta entre Colombia, Cuba, Honduras, Turquía, China”, añadió Lucero.
En marzo de este año el número de haitianos que intentaron cruzar ilegalmente por la ruta Tijuana–San Diego aumentó de mil a 2 mil casos, según las palabras del funcionario de migración.
Apenas el pasado miércoles dos sujetos fueron detenidos con 36 migrantes a bordo de una unidad del transporte público que popularmente se conocen como “calafias”.
Lo anterior, afirma el titular de la Dirección de Atención al Migrante Municipal, pone aún más en riesgo a las personas en contexto de movilidad, luego que existe mayor presencia del crimen organizado con estos grupos.
“Estas personas son víctimas porque son engañadas, muchas veces las engañan desde su lugar de origen, les dicen que si quieren una mejor vida en Estados que vendan todo, que ellos saben cómo cruzarlos, pero necesitan tanto (dinero)… son engañadas con el sueño americano”, finalizó Lucero.
Jacume en Tecate y Playas de Tijuana, son dos puntos que los llamados “polleros” utilizan de manera constante para intentar llevar a migrantes a Estados Unidos. N