La agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), que proporciona una ayuda vital para los palestinos en Gaza, ha desatado la desaprobación internacional por la presunta participación de 12 de sus empleados en el ataque de Hamás del 7 de octubre pasado contra Israel.
Sobre el caso, la Unión Europea pidió este lunes 29 de enero una investigación. En una declaración, el portavoz, Eric Mamer, indicó que la UNRWA debe “llevar a cabo una auditoría de la Agencia”. Pidió que “sea realizada por expertos externos independientes designados por la UE”.
La UNRWA abrió una investigación este viernes 26 de enero tras las acusaciones de Israel. Tras conocer los hechos, varios países suspendieron temporalmente su financiación, entre ellos Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia y Francia. España dijo que por el momento no modificará su relación con la agencia.
ONU PIDE GARANTIZAR FINANCIACIÓN TRAS SER ACUSADA DE COMPLICIDAD CON HAMÁS
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidió garantizar la continuación de sus operaciones, esenciales para la población. Por su parte, el jefe de la UNRWA, Philippe Lazzarini, dijo: “Decidí rescindir con efecto inmediato los contratos de esos miembros del personal e iniciar una investigación para establecer la verdad sin dilación”.
Lazzarini añadió: “Cualquier empleado que haya estado involucrado en actos de terrorismo tendrá que rendir cuentas, incluso mediante acciones legales”.
Poco después, Estados Unidos fue el primero en anunciar que suspendía “temporalmente la financiación adicional” a la agencia de la ONU. Washington está “extremadamente preocupado” por las acusaciones de que 12 empleados de la UNRWA podrían haber estado involucrados en el ataque, indicó el portavoz del departamento de Estado, Matthew Miller.
NUEVE EMPLEADOS FUERON DESPEDIDOS
Lazzarini aclaró que de los 12 individuos implicados, nueve fueron inmediatamente identificados y cesados por el funcionario. Se ha confirmado la muerte de uno de ellos y se está aclarando la identidad de los otros dos. A su vez, afirmó que la decisión de algunos países de interrumpir la financiación pondrá en peligro sus programas de salvamento, y les instó a reconsiderarla.
“Sería inmensamente irresponsable sancionar a una agencia y a toda una comunidad a la que sirve debido a acusaciones de actos criminales contra algunos individuos, especialmente en un momento de guerra, desplazamientos y crisis políticas en la región”, señaló. Lazzarini agregó que “las vidas de las personas en Gaza dependen de este apoyo y también lo hace la estabilidad regional”.
La guerra entre Israel y Hamás estalló tras la incursión de comandos islamistas en el sur de Israel, que resultó en la muerte de unas 1,140 personas, en su mayoría civiles, en tanto, en Gaza van 26,083 muertos, de acuerdo con Hamás; la ONU continúa alertando las altas probabilidades de hambruna en la región. N