La creciente necesidad de empresas multinacionales de mudar sus cadenas de producción fuera de países como China y Vietnam, escenario apresurado por la pandemia, está generando nuevas y buenas oportunidades para atraer inversión a México. Sin embargo, retos importantes en el entorno educativo, que se traducen en la falta de talento humano, dificultan que aprovechemos al máximo esta coyuntura.
Economistas y otros expertos bautizaron como “Nearshoring” el proceso por el cual empresas trasladan sus cadenas de producción a países cercanos a los grandes mercados para aprovechar ventajas logísticas. A diferencia del “Offshoring”, que llevó estos procesos a países alejados geográficamente para aprovechar la mano de obra barata, principalmente China.
En México, el Nearshoring ha ido en aumento, facilitado por nuestra proximidad geográfica y cultural con Estados Unidos. Me parece muy positivo que varias empresas relacionadas a la electromovilidad (vehículos y baterías) han traído sus operaciones de alta tecnología. Sin embargo, a pesar del interés de empresas extranjeras por instalarse en México, Index Zona Costa afirma que solo el 2% del total de inversiones relacionadas al Nearshoring se queda en Baja California.
Considerando lo anterior, ¿qué podemos hacer para convertirnos en el destino más atractivo?, y ¿qué ofrecemos actualmente respecto al talento que se requiere?
Los avances en la industria manufacturera, que integran cada vez más maquinarias de alta precisión e inteligencias artificiales, han provocado que la demanda de talento se concentre en profesionales capacitados en programación, ciencias y análisis de datos y que tengan conocimiento de software, energías renovables y digitalización; al igual que habilidades blandas, socioemocionales y cognitivas.
Ante este reto, podemos resaltar algunos datos. Primero, el grado promedio de escolaridad de la población bajacaliforniana de 15 años o más es de 10.2, lo que equivale al primer año de bachillerato (INEGI, 2020). Segundo, la Alianza para la Promoción de STEM’s (Science, Technology, Engineering and Mathematics) calcula que más del 30% de los empleadores mexicanos han enfrentado dificultades para encontrar talento con dichos conocimientos. Y tercero, Baja California cuenta con una oferta limitada de profesionistas de estos rubros probablemente en parte porque, del total de 1,374 planes de estudio con validez oficial, solo 9% se enfocaban en ingeniería, manufactura y construcción (Secretaría de Educación BC, 2021).
Claramente, el Nearshoring nos está dando norte: urge apostarle a la formación de talento enfocado en STEM’s y fortalecido con “soft skills”. Es importante que, de la mano de autoridades y organismos empresariales, las instituciones educativas analicen cómo fomentar el interés en estas disciplinas; así como encaminar a sus alumnos en el manejo de estándares de empleabilidad de empresas de talla internacional.
Con profesionistas calificados e interdisciplinarios podemos construir un panorama laboral que promueva la derrama económica en nuestra región y fortalezca los esfuerzos por atraer inversión extranjera. En Baja California siempre hemos encontrado cómo salir adelante, ¡este reto no será la excepción! N
Julián León Manjarrez es consejero y profesor en Pacífico Universidad. Es Licenciado en Derecho por la UABC y Maestro en Administración Pública por Harvard.