Una investigación reciente promete ayudar a identificar a los pacientes en coma que tienen más probabilidades de recuperación. Publicado el 14 de agosto de 2023 en la revista Brain, el estudio identifica lo que podría ser la causa de un fenómeno muy extraño conocido como “conciencia oculta” o disociación cognitiva motora (DCM), el cual fue identificado hace algunos años, pero no está bien esclarecido.
La conciencia oculta se manifiesta en pacientes que han sufrido una lesión cerebral y aparentan estar en coma o en algún otro estado de insensibilidad. Diversas investigaciones sugieren que los pacientes con esta disociación cognitiva motora conservan la capacidad de escuchar y entender órdenes verbales, si bien no pueden seguir las indicaciones debido a que el cuerpo no responde, explicó en un comunicado el Dr. Jan Claassen, autor del estudio, investigador de la Universidad de Columbia y neurólogo intensivista en el Centro Médico Irving del Hospital Presbiteriano / Universidad de Columbia, Ciudad de Nueva York.
A pesar de que los médicos disponen de herramientas diagnósticas que ayudan a detectar la conciencia oculta en pacientes inconscientes —incluidos electroencefalogramas (EEG) y estudios por resonancia magnética funcional (RMf), los cuales revelan cambios tanto en la actividad eléctrica como en el flujo sanguíneo del cerebro—, esas tecnologías tienen limitaciones importantes, aseguró el investigador.
Aun así, Claassen insistió en que esas técnicas han evidenciado que entre 15 y 20 por ciento de los pacientes en coma o con algún otro estado de insensibilidad manifiestan indicios de disociación cognitiva motora, por lo que ofrecen el potencial de modificar la detección del trastorno y la atención brindada a los pacientes inconscientes.
POSIBLE ASOCIACIÓN CON LA RECUPERACIÓN DE LA CONCIENCIA
En su comunicado, Claassen explicó que la comunidad médica diagnostica el estado de “coma” a partir de los hallazgos del examen clínico. Y expuso que se aplica dicha “etiqueta” a todos los pacientes que no responden a los estímulos externos ni muestran signo alguno de conciencia.
Aun cuando los pacientes con disociación cognitiva motora son incapaces de seguir indicaciones y permanecen insensibles durante el examen clínico, los estudios EEG o RMf practicados mientras reciben órdenes verbales revelan que sus cerebros se activan de manera muy similar a la observada en personas conscientes. Esto, según Claassen, respalda la hipótesis de que los pacientes con conciencia oculta conservan algún grado de conciencia.
En su estudio, los autores afirman que la identificación de individuos con disociación cognitiva motora tiene implicaciones clínicas importantes para la interacción con los pacientes, la comunicación con sus familias y, por supuesto, para las decisiones terapéuticas.
Cabe destacar que, en investigaciones previas, Claassen y sus colegas lograron establecer una asociación entre la conciencia oculta y la recuperación de la conciencia a largo plazo en pacientes que sufren de daño cerebral.
A raíz de lo anterior, los investigadores han tratado de desarrollar métodos de detección más eficaces que ayuden a identificar a los individuos que tienen probabilidades de encontrarse en un estado de conciencia oculta. Sin embargo, ese trabajo se ha visto entorpecido por el hecho de que los mecanismos cerebrales que subyacen al fenómeno siguen siendo un misterio.
Y en ello estriba la relevancia del estudio más reciente, pues, entre otros descubrimientos, Claassen y su equipo hallaron que las ondas cerebrales que arrojan los estudios de EEG son un predictor crítico de la conciencia oculta y de la eventual recuperación de los pacientes con daño cerebral.
MUCHOS PACIENTES CON CONCIENCIA OCULTA, NO EN COMA, PASAN INADVERTIDOS
Para la investigación que aquí nos ocupa, los científicos analizaron los EEG de 107 pacientes inconscientes que presentaban lesiones cerebrales agudas.
De ellos, la mitad parecía encontrarse en estado de coma, en tanto que la cuarta parte había caído en un estado vegetativo (es decir, mantenían los ojos abiertos, pero no respondían a indicaciones verbales).
Por último, los individuos restantes cursaban con un estado de conciencia mínimo (esto significa que seguían al examinador con la mirada, pero eran incapaces de obedecer órdenes).
A partir de los electroencefalogramas, los investigadores pudieron identificar a los pacientes que intentaban —pero no podían— responder a una orden como “abre y cierra tu mano derecha”. Fue así como descubrieron a 21 individuos con disociación cognitiva motora.
A continuación, los autores practicaron resonancias magnéticas estructurales a todos los pacientes y, mediante una técnica de análisis especial, detectaron los patrones de lesión cerebral que se repetían en los pacientes con conciencia oculta, los cuales contrastaron con las resonancias magnéticas de individuos que no manifestaban signos de disociación cognitiva motora.
Este proceso condujo al hallazgo de que todos los pacientes con disociación cognitiva motora conservaban intactas las estructuras asociadas con la estimulación y la comprensión de órdenes, lo que respaldaba la hipótesis de que podían escuchar y entender indicaciones verbales.
No obstante, también se percataron de que los pacientes con conciencia oculta presentaban daños en las regiones cerebrales encargadas de integrar y ejecutar comandos motores, razón por la cual no podían obedecer las indicaciones.
ES POSIBLE DETECTAR DISOCIACIÓN COGNITIVA MOTORA
“Nuestro estudio apunta a que los pacientes con conciencia oculta pueden escuchar y entender órdenes verbales, mas no pueden llevarlas a cabo debido al daño de los circuitos cerebrales que transmiten instrucciones del cerebro a los músculos”, detalló el comunicado de Claassen.
A decir de los autores, los hallazgos de la investigación podrían conducir a un diagnóstico más frecuente y temprano de disociación cognitiva motora y esto, a su vez, ayudaría a predecir cuáles individuos con lesiones cerebrales tienen mayor probabilidad de recuperarse con rehabilitación.
Aunque hacen falta más estudios que confirmen la utilidad clínica de los hallazgos documentados, el trabajo de Claasseen y colegas demuestra que es posible detectar disociación cognitiva motora con las tecnologías de imágenes existentes.
Ahora bien, debido a la gran complejidad técnica de la detección de esta conciencia oculta, dichos estudios solo están disponibles en unos cuantos centros de investigación académica. De allí que la gran mayoría de los pacientes siga pasando inadvertido en casi todo el mundo.
“Son pocas las unidades de cuidados intensivos que disponen de los recursos y el personal capacitado para detectar la disociación cognitiva motora mediante un electroencefalograma, por lo que la resonancia magnética podría ser una solución viable para identificar a los pacientes que requieren de estudios de detección más detallados para establecer el diagnóstico”, concluyó el comunicado de Claassen. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)