Los primeros taxis voladores eléctricos empiezan a salir de los centros de investigación rumbo a las pistas, como el de Volocopter, que deberá estar oficialmente en servicio para los Juegos Olímpicos de París-2024.
En el aeropuerto de Le Bourget, a las afueras de París, el “Volocity” aterriza suavemente tras un vuelo de demostración de 15 minutos durante el salón aeronáutico internacional. El aparato biplaza —un piloto y un pasajero—, alimentado por baterías eléctricas, no hace casi ruido, en comparación con los cazas que surcan el cielo.
TAXIS VOLADORES, UN NUEVO MUNDO A EXPERIMENTAR
A bordo, Paul Stone, un británico de 56 años, está a los mandos. Un pilotaje relativamente “sencillo”, según este exsoldado de la Royal Navy, que antes conducía cazas y helicópteros. Con este eVTOL (siglas en inglés para una aeronave eléctrica de despegue y aterrizaje vertical), “los pilotos de helicópteros tienen que desaprender varias competencias muy especializadas”, agrega.
En este avión blanco, que recuerda a un helicóptero, “un sistema digital de control de vuelo” facilita mucho el pilotaje, explica Stone, emocionado de experimentar “este nuevo mundo”. De cara a los Juegos Olímpicos de París en 2024, Volocopter prueba desde hace un año y medio sus aparatos en la región parisina junto a las empresas que gestionan el transporte y los aeropuertos de la zona.
MÁS CERCA DE LA FASE COMERCIAL
Es la recta final de una inversión de 600 millones de dólares. “Es un reto, pero estamos muy cerca de la fase comercial”, reconoce su director comercial y financiero, Christian Bauer.
Además de vender sus aeronaves, la empresa también tiene previsto gestionar los trayectos mediante una aplicación que permitirá reservar en línea, como para los taxis. Y ya ha recibido 300 prepedidos de compañías privadas para explotar conjuntamente sus taxis voladores.
Por su parte, United Airlines encargó 100 aeronaves a la compañía estadounidense Archer por más de mil millones de dólares. Su modelo Midnight puede transportar a cuatro pasajeros, además del piloto. “Podemos remplazar un trayecto de 90 minutos en coche por un trayecto de cinco minutos”, afirma a AFP el fundador y jefe de Archer, Adam Goldstein.
UN EVTOL SIN PILOTO
Al usar energía eléctrica, el costo de mantenimiento es más bajo que los helicópteros, según Goldstein, que rechaza la habitual crítica de que estos aviones serán para los más ricos.
El estadounidense Boeing invirtió masivamente en la empresa Wisk Aero, que ha desarrollado un eVTOL sin piloto, presentado también en Le Bourget. “Estamos absolutamente decididos a tener el primer avión autónomo certificado”, subraya Brian Yutko, el dirigente de Wisk, que no da fechas precisas pero tiene en mente los Juegos Olímpicos de Los Angeles-2028. N
(Con información de AFP)