Un estudio liderado por la Universidad de Granada demostró que la hora del día para hacer ejercicio no influye en el efecto inmediato que este tiene sobre la presión arterial y la glucosa en sangre.
Por lo tanto, los investigadores recomiendan realizar ejercicio sin mirar el reloj, en contra de lo que apuntaba hasta la fecha la escasa literatura científica existente al respecto. En esta investigación, publicada en la revista científica Journal of Science and Medicine in Sport, colaboró el Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada (ibs.Granada) y el Centro de Investigación Biomédica en Red, Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBEROBN) de Instituto de Salud Carlos III, en España.
Las células poseen un reloj molecular que controla los procesos metabólicos y que está en constante interacción con los estímulos del exterior. Patrones del estilo de vida moderno como tener ritmos de sueño alterados, no dormir lo suficiente, trabajar o comer en horarios irregulares o estar expuestos a la luz artificial contribuyen a la aparición de enfermedades cardiovasculares.
El ejercicio es un factor protector contra estas enfermedades. Estudios recientes sugieren que la hora del día a la que se practica puede influir en sus efectos sobre la salud. En este estudio se realizó una revisión sistemática y meta-análisis de la literatura, con el objetivo de contribuir a optimizar los efectos del ejercicio como herramienta en la prevención de las enfermedades cardiovasculares.
EL EJERCICIO EN LAS PERSONAS CON DIABETES MELLITUS
La finalidad fue determinar si practicar ejercicio por la mañana o por la tarde tiene un efecto diferente sobre la salud cardiovascular en adultos. Para ello, se recopiló información de 22 estudios y se analizaron los resultados comparando el efecto de una sola sesión de ejercicio en la mañana y en la tarde.
Los investigadores encontraron que la hora del día en que se realiza ejercicio no influye en el efecto inmediato del ejercicio sobre la presión arterial y la glucosa en sangre.
“El ejercicio tiene un efecto reductor de la presión arterial a corto plazo tanto en la mañana como en la tarde. También causa un aumento de la glucosa en sangre independientemente de la hora del día. Este aumento inmediato de la glucosa parece ser mayor por la mañana cuando se trata de personas con diabetes mellitus (ejercitarse a esta hora podría ser menos recomendable para ellas). Pero no se ha podido confirmar estadísticamente”, explica la autora principal del trabajo, Raquel Sevilla Lorente.
En cualquier caso, los investigadores puntualizan que los estudios analizados en este trabajo son de características heterogéneas. Por esta razón, se deben tomar los resultados con precaución. En los trabajos analizados se incluyen ejercicios de diferentes tipos e intensidades. Además, los participantes varían en peso y talla, estado de salud o nivel de condición física. Igual hay pocos estudios en mujeres.
“La literatura disponible nos proporciona resultados preliminares y deja preguntas abiertas para futuros estudios. Por ejemplo, no hay suficiente evidencia para definir el efecto inmediato sobre los lípidos en sangre. Tampoco se conoce qué papel juegan el sexo o el cronotipo (diferencias individuales en los ciclos de sueño-vigilia). Características que parecen afectar a esta pregunta de forma importante”, destaca la autora. N
(Con información de Europa Press)