Katie Van Doren revisa con su cámara la luz que cae por la tarde sobre la parroquia de San Miguel Arcángel, en San Miguel de Allende, Guanajuato. A lo lejos, tres chicas caminan a encontrarse con ella, vienen nerviosas, llevan cinco días pensando qué es lo que quieren escribir en su cuerpo para el retrato.
“Infancias libres, seguras y felices”, quiere escribir sobre sus brazos una de las mujeres que llega a la sesión con su bebé en brazos. “Quiero, puedo y merezco”, escribe la segunda en un papel para que la fotógrafa y pintora pueda trasladar el texto a sus brazos.
“Lo siento. Perdón. Gracias. Te amo”, escribe la tercera, y todas describen sentir un nudo en la garganta. Como ellas, al menos otras 2,000 mujeres han pasado por el lente de la fotógrafa.
Kate es una terapeuta de arte y psicoterapeuta estadounidense que vino a vivir a México hace casi una década. Cuando apenas llegó a esa ciudad guanajuatense, en el centro de México y Patrimonio de la Humanidad, daba terapia en un consultorio privado, pero se detuvo con el inicio de la pandemia. “Había dedicado la mayor parte de mi vida a ayudar a otros a sanar a través del arte y necesitaba ahora hacerlo yo”, cuenta en entrevista con Newsweek en Español.
EL MOVIMIENTO HEALING WORDS PROJECT
En 2020, después de visitar una exposición de arte en donde la artista bordaba en telas frases feministas, Katie se puso investigar sobre los feminicidios que ocurrían en el país. Tras las cifras arrasadoras que halló comenzó el movimiento Healing Words Project (Proyecto de las Palabras Sanadoras), que consiste en intervenir con letras los cuerpos de mujeres para después retratarlas.
“En San Miguel de Allende muchas mujeres de la comunidad empezaron a subir a sus perfiles unos dibujos que decían: yo si te creo, y pensé: ‘Puedo ayudar a las mujeres a que tengan fotos de ellas mismas con estos escritos’. Entonces empecé a ofrecer mis fotos a las mujeres que tenían estas ilustraciones en sus perfiles y poco a poco mujeres empezaron a escribirme todo el tiempo”, recuerda Katie.
“La misión del proyecto es sanar el trauma. Las personas que fotografío no son mis pacientes, son personas que me contactan directamente porque quieren estar en el proyecto y yo siempre me siento honrada”, explica desde el estudio en donde pinta. Y agrega que, al tiempo que nació el proyecto, ella se dio cuenta de que estaba perdiendo la vista a causa de cataratas tempranas.
QUE LAS MUJERES TENGAN UNA VOZ
La premisa es sanar colectivamente a través de la palabra escrita, es un trabajo sobre la voz: “Quiero que las mujeres tengan una voz y que la utilicen para hablar de ellas mismas”, explica la fotógrafa.
En 2020, Katie no durmió por dos semanas seguidas antes del 8M. “Tomaba fotos de mujeres que venían a mi casa o me pedían que les tomara fotos en las calles. Muy rápido aprendí a escribir las frases en sus cuerpos y sucedió algo muy bello, que fue que las mujeres que me contactaban traían a sus hijos a las sesiones de fotos, y aunque nos preparábamos para la marcha, las mujeres me hablaban de sus traumas y lo que querían decir sobre eso. Lo hacían frente a sus hijos y entonces los niños y niñas empezaron también a decirme lo que era importante para ellos”.
Katie está segura de que las palabras tienen el poder de sanar los traumas y, con el tiempo, quienes han asistido más de una vez a tomar sus fotografías van cambiando la energía de las palabras que quieren escribir en sus cuerpos.
KATIE VAN DOREN, SIEMPRE DISPONIBLE
Es de admirarse que la artista está casi siempre disponible para hacer las fotografías y lo hace de forma totalmente gratuita. “Todos los años viajo a Oregon y algunos otros estados de Estados Unidos para hacer las fotos con participantes de algunos talleres de sanación. Pero en San Miguel lo hago siempre, y cuando la gente me escribe para decirme que estarán aquí algunos días y que quieren fotos, siempre hago todo lo posible por atenderlas”.
Todas las fotos se encuentran en su sitio web y en sus redes sociales como @healingwordsproject. Las personas pueden comprar las fotografías y ese dinero se dona a dos organizaciones en México: Las Libres, una organización feminista enfocada en garantizar los derechos humanos de las mujeres del país, y Fondo María, fundación que da apoyo financiero, emocional y logístico a mujeres que no cuentan con recursos suficientes para acceder a los servicios de aborto legal disponibles en la CDMX. N