Mientras la guerra en Ucrania continúa, los expertos siguen preocupados por la seguridad de la planta de energía nuclear de Zaporiyia. En el peor de los casos, podría conducir a una “cadena de eventos desastrosa”, dice a Newsweek el experto en sistemas eléctricos Victor M. Becerra.
Las tropas rusas se apoderaron de la planta, que es la más grande de Europa, en marzo pasado, poco después de que comenzara la invasión de Ucrania, el 24 de febrero. Desde entonces, la central de Zaporiyia ha sido atacada repetidamente, lo que genera temores de un desastre nuclear.
Los medios estatales rusos dijeron el lunes que los combates se habían intensificado en la ciudad, según informó France24. La situación es particularmente inquietante dado que Ucrania sufrió el peor desastre nuclear del mundo en la planta de energía de Chernóbil en 1986.
Sin embargo, es poco probable que ocurra un desastre de la escala de Chernóbil en Zaporiyia, porque las plantas bien diseñadas como esta están construidas para tolerar daños. Pero, a medida que continúa la guerra y las tropas rusas avanzan hacia la ciudad, las preocupaciones persisten.
“Desde el 3 de marzo de 2022 hay hostilidades militares en la central eléctrica de Zaporiyia y sus alrededores”, explica Becerra, profesor de ingeniería en sistemas de energía en la Universidad de Portsmouth, Inglaterra. “La planta, actualmente controlada por las fuerzas rusas, tiene una potencia eléctrica total de 5.700 MW, la mayor de Europa.
“El conflicto militar en curso en el área ha generado preocupación por parte de la comunidad internacional, ya que se han producido repetidos bombardeos desde agosto de 2022, algunos de los cuales resultaron en daños a los edificios dentro del complejo”.
GOLPE DE ARTILLERÍA A LOS REACTORES
Una de las mayores preocupaciones es que podría haber una brecha física en los reactores de la planta. Un ataque de artillería podría dañar las barreras que mantienen oculto el material radiactivo, pero el reactor está protegido por un pie de acero.
“El conflicto puede comprometer la seguridad del material nuclear almacenado en el complejo”, explica Becerra. “Estos almacenes de combustible gastado son más vulnerables que los edificios del reactor. Los edificios del reactor son lo suficientemente fuertes como para soportar los bombardeos.
“Sin embargo, en el peor de los casos, tal como un ataque directo de un misil contra el edificio de un reactor, el daño a la integridad de la planta puede afectar los sistemas de enfriamiento y emergencia, lo que puede conducir a una cadena de eventos desastrosa que podría resultar en la liberación de radiactividad al medioambiente”.
Becerra añade que el conflicto ha dañado las líneas de transmisión de 750 kV que conectan la planta de Zaporiyia a la principal red eléctrica, lo que ha provocado que algunas “líneas eléctricas críticas” queden fuera de servicio.
“En circunstancias normales, estas líneas de transmisión transportan la electricidad producida en la planta de energía, pero simultáneamente brindan energía a los servicios esenciales, incluidos los sistemas de emergencia y enfriamiento del reactor”, indica Becerra.
“Estos incidentes han resultado en la activación temporal de los sistemas de respaldo de emergencia en la planta y un mayor riesgo de seguridad en caso de que fallen”, añade el experto.
LA FALLA DE ENFRIAMIENTO PODRÍA CAUSAR UN FUSIÓN
Si la planta perdiera toda la energía eléctrica, los sistemas de enfriamiento también podrían dejar de funcionar, lo que provocaría una fusión. “En ese escenario [de una fusión], un reactor se apagaría y solo generaría el orden de 1 por ciento de su potencia normal a través del ‘calor de descomposición’ [de productos radiactivos acumulados previamente en el combustible; en realidad, también es la razón por la cual el combustible gastado es más peligroso para los humanos que el combustible fresco]”, dijo anteriormente a Newsweek Paul Norman, director del Centro de Educación e Investigación Nuclear de Birmingham y profesor de física nuclear y energía nuclear en la Universidad de Birmingham.
Pero, incluso en esa situación, el combustible sobrecalentado tendría que derretirse a través de la vasija del reactor y luego filtrarse a través de sus paredes para que representara un riesgo.
“Este escenario no es como Chernóbil, donde el diseño malo/inestable del reactor hizo que explotara internamente, y también carecía de estas gruesas capas protectoras que mencioné, lo que propulsó una columna radiactiva hacia arriba que los vientos pudieron arrastrar”, explicó Norman.
Pese a ello, el escenario sería similar al desastre nuclear de 2011 en la planta de Fukushima, en Japón, donde un tsunami y un terremoto provocaron fallas en los sistemas de tres reactores y sobrecalentamiento de los núcleos, lo que resultó en el segundo desastre nuclear más grande del mundo.
EL ESTRÉS AUMENTA EN LA PLANTA DE ZAPORIYIA
Preocupaciones más recientes embargan al equipo de operadores de la planta de Ucrania y cómo pueden realizar el mantenimiento para garantizar su seguridad. Desde que las tropas rusas se apoderaron de la zona, el personal ha permanecido en su lugar.
“Aunque los seis reactores están actualmente cerrados, existen preocupaciones sobre los posibles efectos en la capacidad del equipo que lo opera, bastante reducido y estresado, para realizar reparaciones y mantenimiento esenciales en la planta de Zaporiyia, lo que puede afectar su operación segura”, menciona Becerra.
Y aunque la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) planea establecer una zona segura en el área, hay factores que lo están dificultando. Rafael Grossi, jefe del organismo de control nuclear de la ONU, dijo este mes que discutir acuerdos en torno a una zona segura se está volviendo más difícil debido a la participación militar. Los expertos continúan enfatizando la importancia de establecer una zona de seguridad.
“Aunque es poco probable que las causas del desastre de Chernóbil en 1986 se repitan en Zaporiyia, la escala de ese desastre y sus consecuencias son un claro recordatorio de por qué es tan importante establecer una zona de seguridad alrededor de esta planta nuclear”, concluye Becerra. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek).