Gran parte de Ucrania, incluida su capital, Kiev, siguió este jueves 24 de noviembre sin electricidad tras los últimos bombardeos rusos contra infraestructuras energéticas, en momentos en que la temperatura ya ronda los cero grados.
Las autoridades esperan restablecer el servicio rápidamente para gran parte de la población, “si no hay nuevos ataques”, indicó el ministro de Energía, German Galushchenko. Según los servicios de inteligencia ucranianos, Rusia “necesitará una semana” para preparar bombardeos masivos como los de los últimos días.
Pero entre tanto, Moscú sigue hostigando ciudades de manera focalizada. Sin señales de que el conflicto que se inició hace exactamente nueve meses tenga un fin cercano. Al menos cuatro personas murieron este jueves y diez resultaron heridas en un ataque contra Jersón (sur), de donde las tropas rusas se vieron obligadas a retirarse hace dos semanas, anunció el gobernador regional.
“Los invasores rusos dispararon lanzacohetes múltiples contra un barrio de habitaciones. Un edificio se incendió”, precisó en Telegram el responsable, Iarovslav Ianushevich.
Según la Fuerza Aérea ucraniana, Rusia disparó el miércoles unos 70 misiles de crucero contra Ucrania, de los cuales 51 fueron derribados. Diez personas murieron y alrededor de 50 resultaron heridas, dijo el fiscal general ucraniano, Andriy Kostin.
RESTABLECER LA RED ELÉCTRICA EN UCRANIA
En el conjunto del país, “la situación es en general difícil”, pero en algunas regiones “el suministro de electricidad ya ha aumentado”. Y se han reconectado “las infraestructuras críticas”, dijo el ministro de Energía.
Es el caso de las tres centrales nucleares bajo control ucraniano, que deberían volver pronto a abastecer a los hogares. Se trata de las centrales de Jmelnitski y Rivne (oeste) y de la central de Pivdennoukrainsk (sur), desconectadas por el sistema de protección automática tras los bombardeos del miércoles.
En Kiev, donde este jueves cayó una lluvia helada, con temperaturas cercanas a los cero grados, alrededor del 70 por ciento de la población sigue sin luz, aunque se restableció el suministro de agua, indicó el gobierno municipal.
Los militares rusos negaron el jueves haber bombardeado Kiev la víspera y atribuyeron los daños en la capital ucraniana a misiles antiaéreos “ucranianos y extranjeros”. Ucrania “tiene todas las oportunidades para resolver la situación, cumplir con las demandas de Rusia y, como resultado, terminar con todos los sufrimientos de la población civil”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
“CRIMEN CONTRA LA HUMANIDAD”
Según el Ministerio ucraniano de Energía, los bombardeos dejaron sin electricidad a “la gran mayoría de los usuarios” del país, que tenía unos 40 millones de habitantes antes de que comenzara la invasión rusa el 24 de febrero.
El fiscal Kostin aseguró que las autoridades habían descubierto nueve lugares de tortura utilizados por los rusos en Jersón, que fue liberada este mes después de ocho meses de ocupación rusa.
También se hallaron allí “los cuerpos de 432 civiles muertos”, agregó, sin especificar las causas de los decesos. Rusia trató de avanzar al inicio de la invasión hacia Kiev, pero fue repelida y centró su ofensiva en el noreste y el sur de Ucrania.
Desde mediados de octubre, cuando el frío empezaba a apretar, su estrategia consiste en demoler con ataques regulares y masivos las instalaciones energéticas. Los bombardeos obligaron a hospitales del sur y el este a funcionar con generadores eléctricos de emergencia.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, calificó el miércoles esos bombardeos de “crimen contra la humanidad”, en una intervención por videoconferencia ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
Rusia afirma tener como objetivo instalaciones directa o indirectamente vinculadas al ejército ucraniano y considera que solo las autoridades de Kiev son responsables del sufrimiento de la población por resistirse a las fuerzas rusas. N