El gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua retiró la señal del canal de noticias CNN en Español en el país, sin indicar los motivos de la decisión, informó el jueves este medio de comunicación estadounidense.
“El gobierno de Nicaragua sacó nuestra señal de televisión, negando a los nicaragüenses noticias e información de nuestra cadena, en la que han confiado durante más de 25 años”, indicó CNN en Español en un comunicado.
CNN en Español, un canal panamericano de noticias en español, propiedad de CNN Global, una división de noticias de Warner Bros. Discovery, destacó “el papel vital que juega la libertad de prensa en una democracia saludable”.
Añadió: “CNN en Español continuará cumpliendo con su responsabilidad con el público nicaragüense, ofreciendo nuestros enlaces de noticias en CNNEspanol.com, para que puedan tener acceso a información que no está disponible de otra manera”, subrayó.
En Managua, el gobierno de Ortega no hizo ningún comentario sobre su decisión, ni tampoco los operadores que llevan la señal de CNN, a los que la empresa estadounidense dijo haber consultado.
UN FÉRREO CONTROL SOBRE LA VIDA EN NICARAGUA
Desde las masivas protestas desatadas en abril de 2018, Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, ejercen un férreo control sobre la vida de los nicaragüenses y castigan con la cárcel a voces disidentes, ya sean opositores, periodistas o incluso miembros de la Iglesia católica.
En el último año, el Ejecutivo nicaragüense detuvo a más de 40 opositores y críticos, imponiéndoles penas de hasta 13 años de cárcel.
Entre los opositores presos, siete eran aspirantes a la presidencia para las elecciones de 2021 en las que Ortega fue reelegido por cuarta vez consecutiva.
La semana pasada la policía de Nicaragua prohibió a la iglesia católica realizar procesiones religiosas en la ciudad de Masaya, por motivos de “seguridad pública”.
La Arquidiócesis de Managua, que preside el cardenal Leopoldo Brenes, anunció que la policía le notificó que “por razones de seguridad pública no serán permitidas las procesiones en las festividades” de San Miguel Arcángel y de San Jerónimo que se celebra en Masaya, 30 km al sureste de la capital.
Es la segunda vez, que la policía prohíbe a la iglesia católica realizar una procesión. Antes lo hizo en ocasión del cierre del congreso mariano y el fin de la peregrinación de la imagen de la virgen de Fátima, el pasado 13 de agosto, ambos en la capital.
Las relaciones entre el clero y el gobierno son tensas desde 2018, cuando los curas abrieron los templos para atender heridos en las protestas en contra del gobierno, que dejaron 355 muertos y cientos de heridos, según datos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). N
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