Científicos de Nuevo México han descrito una nueva especie de dinosaurio con cuernos [dinosaurio cornudo] a la que denominaron Bisticeratops froeseorum. Localizado inicialmente en 1975, el espécimen yacía entre las rocas del estrato Cretácico superior de la cuenca de San Juan, Nuevo México, donde los investigadores hallaron un hueso que sobresalía del suelo y permanecía unido a un cráneo casi completo.
Al cabo de décadas de limpieza y estudio en el Museo de Historia Natural de Nuevo México, los científicos determinaron que el fósil pertenecía a una especie hasta entonces desconocida.
“El estudio de especímenes albergados en colecciones museográficas, aunado a la investigación de nuevos especímenes recolectados, nos permitirá saber mucho más sobre este tipo de dinosaurio”, declaró el comunicado del Dr. Steven Jasinski, profesor de la Universidad de Ciencias y Tecnología de Harrisburg, Pensilvania.
Se cree que el Bisticeratops froeseorum vivió hace unos 74 millones de años, durante el periodo Cretácico, cuyo final quedó marcado por el asteroide que arrasó con la mayor parte de los dinosaurios.
La nueva especie pertenece a la familia de los ceratópsidos, la cual también incluye a Triceratops. Esos enormes cuadrúpedos herbívoros se caracterizaban por poseer largos cuernos, fuertes picos en sus bocas y una gran placa ósea que se extendía sobre la nuca.
Se ha propuesto que el principal depredador de esos apacibles colosos era la familia de los tiranosáuridos, a la que pertenecía Tyrannosaurus rex. Y el cráneo de Bisticeratops es evidencia de dicha teoría.
UN DINOSAURIO BAJO ATAQUE
Sucede que los científicos hallaron marcas de mordeduras en varias partes del cráneo —incluidos la mandíbula superior, los carrillos y la cresta— y, a juzgar por la ubicación y las dimensiones de las dentelladas, todo apunta a que fueron hechas por un tiranosáurido.
Lo que no es posible determinar es si el depredador cazó y mató a Bisticeratops, o si meramente encontró el cadáver y procedió a devorarlo.
Los científicos especulan que sus enormes cuernos eran una adaptación con que los ceratópsidos se defendían de sus depredadores, así como una característica sexual que utilizaban para atraer parejas.
A decir de los investigadores de la Universidad de Harrisburg, Bisticeratops vivió unos 8 millones de años antes que Triceratops, y debió tener una longitud de 5 a 6 metros, así como un peso que oscilaba entre 2.5 y 4 toneladas.
La nueva clasificación de dinosaurio contribuye a expandir el árbol genealógico y brinda a los científicos una idea más clara del ecosistema en que coexistieron hace millones de años.
“Aunque solo disponemos del cráneo de Bisticeratops, ese fósil aporta mucha información sobre los dinosaurios cornudos en un periodo y un lugar precisos”, prosiguió el comunicado de Jasinski.
“Aun cuando tenemos información de otros ceratópsidos procedentes de estratos más antiguos de la misma región, Bisticeratops tiene el potencial de revelarnos el siguiente paso en la evolución de los dinosaurios con cuernos y de responder interrogantes sobre los últimos dinosaurios ceratópsidos de la región, antes de que desaparecieran durante la extinción masiva ocurrida al final del Cretácico”. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek).