Los líderes mundiales que integran el Grupo de los Siete (G7) declararon que el “abominable” ataque con misiles rusos contra un centro comercial ucraniano no es otra cosa que un “crimen de guerra”.
Dmytro Lunin, gobernador interino de la provincia de Poltava, en el centro de Ucrania, informó este lunes que los dos misiles rusos que cayeron sobre un bullicioso centro comercial de la ciudad de Kremenchuk dejaron un saldo de al menos 18 muertos y unos 50 heridos.
Dicha agresión recibió la reprobación inmediata de los líderes del G7, vía un comunicado conjunto, reunidos actualmente en Alemania para la cumbre anual del grupo.
“Los líderes del G7 condenamos, solemnemente, el abominable ataque contra el centro comercial de Kremenchuk”, declara el comunicado compartido en la cuenta oficial Twitter de la Presidencia alemana del G7. “Nos solidarizamos con la consternación de Ucrania por las víctimas inocentes de esa agresión brutal.
“Los ataques indiscriminados contra civiles inocentes constituyen un crimen de guerra”, prosigue la declaración. “El presidente ruso [Vladimir] Putin y todos los responsables habrán de rendir cuentas”.
Asimismo, los líderes mundiales prometieron su “apoyo inquebrantable” para Ucrania en la “guerra injustificada que Rusia ha librado desde hace 124 días”. Y prometieron seguir proporcionando ayuda financiera, militar y humanitaria “durante todo el tiempo que sea necesario”.
UNA OFENSIVA “TERRORISTA”
Por su parte, fuentes oficiales ucranianas informaron que aún se desconoce el total de víctimas mortales, pero insisten en que el ataque contra el centro comercial fue una ofensiva “terrorista”.
Lunin anunció que 21 personas debieron ser hospitalizadas después del ataque, mientras que otras 29 víctimas recibieron atención médica sin que hubiera necesidad de hospitalización.
Entre tanto, un video que muestra el incandescente resultado del ataque registró más de un millón de visualizaciones pocas horas después de su publicación en línea.
En respuesta, Dmitry Polyanskiy, representante permanente adjunto de Rusia ante las Naciones Unidas, recurrió a Twitter para argüir, sin prueba alguna, que el supuesto ataque no era más que una “provocación” ideada por Ucrania.
Polyanskiy abundó en su acusación escribiendo que el presunto ataque ocurrió “justo cuando el régimen de Kiev necesitaba mantener la atención [mundial]” centrada en Ucrania, ya que la cumbre 2022 de la OTAN dará inicio este martes 28 de junio en Madrid, España.
La noche del lunes, en su mensaje a la nación, el mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski, afirmó que el bombardeo del centro comercial fue “uno de los ataques terroristas más temerarios en la historia europea”.
TERRORISTAS DESQUICIADOS
Y agregó que, cuando sonó la alarma antiaérea del centro comercial para advertir del inminente golpe de los misiles, más de 1,000 civiles se encontraban en el interior de las instalaciones.
“Los únicos capaces de lanzar misiles contra un blanco como ese son terroristas completamente desquiciados. Esos que no deberían tener cabida en el planeta”, acusó Zelenski, según una transcripción del discurso que llegó a manos de Newsweek.
“Y no fue un ataque con misiles que se salieron de curso, sino una agresión rusa calculada… precisamente contra ese centro comercial”, añadió.
Zelenski agregó que envió una petición a Estados Unidos para que su Departamento de Estado inscriba a Rusia en el listado de patrocinadores del terrorismo. Una lista que, a la fecha, solo incluye a Siria, Irán, Corea del Norte y Cuba.
“Es un hecho que el Estado ruso se ha convertido en la organización terrorista más grande del mundo”, enfatizó Zelenski. “Las personas que se encontraban en el centro comercial de Kremenchuk merecían la misma seguridad que tienen las personas que acuden a cualquier centro comercial del mundo. El mundo puede y, por consiguiente, debe, poner freno al terrorismo ruso”.
Newsweek envió una petición de comentarios al gobierno ruso, pero no obtuvo respuesta al momento de esta publicación. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek).